Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Menta

Menta
Guion
Christian Galli.
Dibujo
Christian Galli.
Traducción
Inés Sánchez.
Formato
Cartoné, 168 págs, color. 17X24 cm.
Precio
18,95€.
Editorial
cARTEm cómics. 2024.
Edición original
Menta (Tunué).

La editorial cARTEm sigue diversificando en su catálogo y, con Menta, se adentra de lleno en el terreno de las novelas gráficas para adultos jóvenes. Esta obra, escogida para abrir la línea Young, aborda un tema delicado como es la pérdida de un ser querido, en este caso una mascota, y su autor Christian Galli lo hace utilizando analogías fantásticas, presentando una historia de fantasmas que sin duda va a resultar atractiva para la franja de edad a la que está dirigida y va ayudar a comprender mejor el mensaje.


Lamia es una joven adolescente de ascendencia árabe, que vive sola con su madre y su viejo perro Otto. Su madre trabaja continuamente en un restaurante para poder mantener la familia, lo cual provoca que la chica pase más tiempo con su mascota que con su propia madre, y de vez en cuando también con una anciana vecina con la que charla ocasionalmente. Cuando el pequeño Otto fallece, Lamia comienza a experimentar unas visiones de una criatura tenebrosa y deforme que apenas la deja conciliar el sueño.

Galli construye una historia con una idea siempre presente en mente, aunque tengo que reconocer que me ha costado un poco llegar a identificarla. Más preocupado por presentar a los personajes y sus situaciones personales, la historia adolece al principio de un halo de falta de rumbo, aunque solo llamará la atención de aquellos que estamos acostumbrados a identificar estructuras narrativas y los elementos que funcionan como motor de la historia. Siendo una obra dirigida a un público que debería ser inexperto en este terreno, es indudable que el universo que consigue crear alrededor de la joven es bastante más rico de lo habitual: su mejor amiga Lucía, con la cual tiene una relación muy cercana; su madre, cariñosa, pero sin apenas tiempo que dedicarle; sus compañeros de instituto y profesores, la anciana vecina Marzia, o un nuevo chico que ha aparecido en el vecindario y del que no consigue identificar sus intenciones. Incluso introduce algunos aspectos secundarios como la raza de la chica, que nos hacen pensar que ha tenido una integración en el vecindario, probablemente, más difícil que la de otros niños.


A lo largo de la historia vemos lo mucho que le pesa la pérdida de su mascota y el trabajo que conlleva superar esa pérdida, mucho más cuando también fallece una persona de su entorno. El modo en que hace que esa sensación de duelo se materialice en forma de esos fantasmas que protagonizan la historia, es una buena manera para que los jóvenes puedan entender el vacío que dejan los seres queridos y el trabajo, lento y duradero, que hace falta para poder superar la pérdida. El tono fantástico enlaza bien con los sentimientos, en una edad en la que generalmente los chicos huyen de la sensación de sensiblería con la que se puede identificar un mensaje así. Me ha parecido una manera inteligente de atraer la atención y conseguir que puedan entrar en una novela gráfica como esta.

El dibujo de Galli es agradable, muy similar a obras de corte Young Adult, con un tono cercano al cartoon o la animación, mucha trama y línea cinética, así como onomatopeyas vistosas. A esto se le suma una paleta de tonos cálidos, en la que se utilizan colores complementarios para conseguir un contraste en escenas de alta intensidad emocional. El diseño de la criatura fantasmal es muy retorcido y deforme, pero es mostrado con prudencia, para evitar un impacto en lectores de más corta edad, y cuando se muestra con más detalle, rápidamente tenemos el desenlace con todas las explicaciones que, sin duda, suavizarán las sensaciones.


En definitiva, Menta es una obra juvenil que puede servir como una herramienta para hablar sobre la pérdida de un ser querido con niños o adolescentes, o simplemente como una lectura entretenida cargada de emociones. Contiene todos los elementos propios de las obras para jóvenes adultos: sensación de falta de entendimiento por parte de los adultos, dificultad para encajar en grupos sociales y un misterio que le aporta esa pimienta necesaria para dar sabor a una historia. Una buena oportunidad para acercar a los más jóvenes al mundo del cómic y aprovechar para que sirva como fuente de diálogo con ellos.

Lo mejor: Lectura agradable y con poso. Se puede utilizar para entablar diálogo sobre algunos temas delicados con adolescentes.

Lo peor: Si lo lees como adulto, tal vez llame la atención lo que cuesta identificar la intencionalidad del autor.