La etapa de Donny Cates en Veneno ha marcado un antes y un después en la historia de los simbiontes dentro del Universo Marvel. No sólo ha sido la línea argumental más extensa que ha tenido Veneno, sino que además ha dotado a los Klyntar de un trasfondo unificado y coherente. Atrás quedan ya otras miradas incompatibles entre sí al Planeta de Simbiones, versión Michelinie o versión Bendis. Ahora ya tenemos una idea bastante clara de lo que son estos personajes, de dónde vienen e incluso de cómo es su cultura. Para algo que empezó siendo un pegote de chapapote con dientes para hacer una versión chunga y molona de Spiderman, es todo un avance. Y ahora, tras Rey de Negro y con todo más o menos asentado, llega el primer evento simbionte post-Cates: Matanza Extrema.
Los que leyeron Rey de Negro saben que después del evento que puso fin a la era Cates hay un nuevo statu quo en la raza de los simbiontes -y los que no lo saben, quizás deberían ir a ello antes de seguir leyendo- que ha supuesto un cambio radical en estos personajes: Eddie Brock, separado de Veneno, es ahora el nuevo y omnisciente Dios Simbionte, reemplazando a Knull. Y Matanza Extrema es un primer vistazo a esta raza en la nueva situación… pero sin hacer ningún tipo de referencia a Brock, lo que ya nos deja con el gesto levemente torcido.
En la nueva situación, si Brock es Dios, Cletus Kasady, el redneck definitivo del Universo Marvel, es el diablo. Y este diablo ha poseído a un representante de los Amigos de la Humanidad, una organización ultraderechista con aspiraciones políticas que centra su discurso populista alrededor del odio a mutantes y alienígenas. Vamos, lo que viene siendo racismo y xenofobia en el mundo real. En el país de origen, el paralelismo de los Amigos con el Trumpismo es más que evidente, aunque lleven ya treinta años dando por saco en el Universo Marvel, desde los tiempos de Graydon Creed. Pero seguro que cada lector puede buscarle un referente más cercano en su lugar de residencia.
En esta situación, el resucitado Flash Thompson y su simbionte, el Agente Anti-Veneno, van reuniendo más simbiontes, yendo a los primeros tiempos del lore de esta raza en la miniserie Protector Letal y recupera a personajes como Fago, Azotador, Disturbio o Agonía, los simbiontes de la Fundación para la Vida.
Como fan service simbionte, Matanza Extrema tiene su gracia. El princpal problema que tiene es el que venimos viendo desde hace tiempo en otros eventos con los que comparte estructura: un especial Alfa para abrir, un Omega para cerrar y varios one shots de equipos creativos diferentes entre medias. Tenemos una colección de historias pequeñas, de personajes de tercera fila y bastante dispersa estética y narrativamente. Que el guionista más conocido de los que participan en este evento sea Steve Orlando da pocas esperanzas de lo que nos vamos a encontrar por aquí.
En el apartado gráfico, tres cuartos de lo mismo. Cinco dibujantes para ocho grapas americanas. Entre ellos, podemos destacar a Manuel García (Mística), Gerardo Sandoval (Veneno) o los primeros trabajos de Fran Galán (Goya: Lo sublime terrible) para Marvel. El resultado final, lo esperado: globalmente incoherente y disperso, aunque tenga algún momento interesante por separado.
Este mini evento cumple un objetivo: no dejar vacío el universo simbionte en los meses que han pasado entre el final de la etapa de Donny Cates y Ryan Stegman y el principio de la de Al Ewing, Ram V y Brian Hitch. Y como tal tenemos que entenderlo, como unos números de transición. Sin más pretensiones.
