Bienvenidos a la nueva sección llamada Marvelmania. Tras estar dos años haciendo semanalmente Crónicas Mutantes (más de 50 entregas) y tras estar unos meses de asueto rotos por alguna que otra participación en la web, vuelvo a Es la hora de las tortas!!! de manera regular. Cada jueves estaré aquí, hablando del Universo Marvel y dando algún repasillo a mi comiteca para rememorar viejos o clásicos momentos de la Casa de las Ideas.
Pero no todo se va a basar en contar las batallitas del pasado, muy a menudo tal y como se hacía en Crónicas Mutantes hablaremos de temas de actualidad o incluso de temas intemporales como en esta primera semana, los anuales: Una forma de sacar 13 números al año sin perder la cadencia mensual. Aunque eso hoy en día, no es del todo cierto, ese fue el espíritu con el que nacieron los anuales. Empecemos pues.
Parece que de vez en cuando me gusta escarbar en el pasado y empezar por el principio de los tiempos. De nuevo tengo que hacerlo para explicar que el primer anual de la Era Marvel apareció en 1963 y enfrentaba a los 4 Fantásticos contra Namor. Ese sí era un número especial, un número extra de 72 páginas que complementaba los otros 12 números que salían al año de la colección madre. Con esa idea fueron naciendo más anuales no sólo de los 4 Fantásticos sino también de otras colecciones superventas como Spiderman, Los Vengadores o incluso Thor.
Esta tendencia se fue manteniendo hasta mediados de los años 80, donde el anual, el especial del año era un acontecimiento único. Pero los tiempos cambian y con ellos los formatos. Debido al merchandising y a la caza de más dividendos para las arcas de la editorial, cada vez era más corriente publicar números especiales dentro de las colecciones regulares. Además, era muy común ver pasar los títulos bandera de Marvel a una cadencia quincenal en los meses estivales. Total, que nos podíamos juntar con 15 números de una colección al año de los cuales uno o dos serían dobles sin contar el dichoso anual. Sí, dichoso. El anual, que antes era un divertimento, ahora se convertía en una lacra. Más dinero a gastar.
A esto hay que sumarle que al estar los grandes autores inmersos en sus colecciones y sus crossovers (os recuerdo que ya empezaban los cruces a mansalva entre las colecciones Marvel) muchas veces dejaban el anual en manos de subalternos. El tema Claremont con sus X-Men era la excepción. Los anuales perdían su sentido y lo que es más importante, en muchos casos su calidad artística y literaria.
Marvel se percató de ello y en 1988 lanzó una idea sin precedentes. Juntó los 11 anuales de sus colecciones más vendidas dentro de una misma historia llamada La Guerra de la Evolución. Cada número era independiente al siguiente pero si los leías en conjunto la premisa tenía sentido. Un relato corto de 6 páginas complementaba cada especial con la vida del Alto Evolucionador. Fue un éxito de ventas.
Al año siguiente Marvel repitió la formula con la llamada Atlantis Ataca pero en vez de ser 11 anuales ya fueron 14. Los lectores se tenían que comprar 14 cómics especiales para seguir la saga sin contar el dinero apostado en sus series mensuales.
Desde 1990 hasta 1992 Marvel modificó un poco la gallina de los huevos de oro. En vez de editar una gran saga pensó que sería mejor hacerlo en pequeñas familias, pequeñas historias que englobasen de 3 a 5 anuales. Así los lectores no tendrían que comprarse las series que no les gustaran. El resultado fue un auténtico fracaso. El nivel artístico de los cómics seguía bajando hasta cansar a los lectores. Los anuales ya no interesaban como antaño y su propósito estaba caduco.
Desde 1993 hasta el final del milenio Marvel se ha ido estrellando año tras año con los dichosos anuales. Primero una vuelta a los orígenes, luego haciendo que dos colecciones compartieran cabecera, luego renombrando la numeración. El anual murió en el 2001.
Sin embargo y gracias a Quesada en este principio de siglo parece que el anual se está volviendo a recuperar con grandes historias. Historias como las de antaño que contaban algo excepcional, historias que no cabían en un cómic convencional o que acababan un ciclo forjado con sudor y lágrimas en las colecciones regulares. Pero lamentablemente estamos hablando de casos muy aislados. La mejor muestra la tenemos en Los Nuevos Vengadores. El primer anual nos narra la boda de Luke Cage y el segundo el final de la saga del encapuchado. Historias para comprar por divertimento en vez de por completismo. ¿Volverá a publicar Marvel sus 10-15 anuales al año de diferentes colecciones con cierta periodicidad? ¿Tendrán la calidad artística y literaria dignas de la editorial?. Por ahora nos tenemos que conformar con algún especial suelto de Nuevos Vengadores, Vengadores, Daredevil o incluso de La Patrulla-X. Veremos por donde soplan los vientos de la editorial pero en medio de una crisis mundial no se percibe nada bueno en el horizonte.
Os espero el próximo jueves en Marvelmanía, aquí en Es la hora de las tortas!!!