Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Marvel Saga TPB El Asombroso Spiderman 24: Relación a largo plazo

Marvel Saga TPB El Asombroso Spiderman 24: Relación a largo plazo
Guion
Joe Kelly, J.M. DeMatteis, Marc Guggenheim, Dan Slott
Dibujo
Mike McKone, Adriana Melo, Ken Niimura, Val Semeiks, Marco Checchetto, Eric Canete, Adam Kubert
Tinta
Andy Lanning, Dan Green, Rick Magyar, Mark Morales
Color
Chris Chucky, Jeromy Cox, Andres Mossa, Fabio D'Auria, Dean White
Traducción
Santiago García y Gonzalo Quesada
Formato
Rústica, a color, 214 páginas
Precio
16.50 €
Editorial
Panini Cómics. Diciembre 2024
Edición original
The Amazing Spider-Man 606-612, Web of Spider-Man v2, 1 y Dark Reign – The List: The Amazing Spider-Man

Una de las principales causas por las que Marvel dio luz verde al Mefistazo fue la necesidad de devolver a Spiderman a sus raíces simplificando su bagaje sentimental. De golpe y porrazo, el matrimonio con Mary Jane desapareció. Volvieron los problemas económicos, la tía May ignorante de la condición de su sobrino o el hecho de tener que compartir piso para sobrevivir. Un back to the basics en toda regla que fructificó en “Un nuevo día”. El status quo del personaje que llevamos disfrutando unos cuantos meses con equipos creativos rotativos y que, por lo general, está resultando de lo más satisfactorio. Aunque siempre hay excepciones.

La araña y la gata. Lo que necesitan es amor

Comentaba más arriba que el grupo de guionistas arácnidos de esta etapa está mirando al pasado en busca de inspiración. Y ello con la intención de volver a encandilar a un nutrido grupo de lectores que afirmaban sin pudor algo como “Este no es mi Spiderman”. Sobre si hacer caso a este tipo de gente es conveniente o no, lo dejaremos para otro día. El caso es que desde que comenzó el landscape los líos de faldas han estado presentes tal y como lo estuvieron en los años fundacionales de Stan Lee, Steve Ditko y John Romita.

Sin embargo, lejos de reflotar el romance con Betty Brant o con Mary Jane, o de resucitar a Gwen Stacy, Joe Kelly ha decidido que era momento de volver a ver a Felicia Hardy, nuestra querida Gata Negra, de nuevo por la serie y con ella reinstaurar su relación de “follaamigos” con Peter.

De esta forma, quizás de manera más o menos inconsciente, Kelly nos retrotrae a los tiempos de Roger Stern y Tom DeFalco con una historia de enredos tan simplona como divertida, muy bien sazonada con la gran habilidad que tiene el guionista para crear unos diálogos rápidos, divertidos, realistas llenos de pullas, tensión e insinuaciones. Salseo de la vieja escuela en unos números muy divertidos.

El arte de este arco “Relación a largo plazo” viene firmado por Mike McKone, que se lo debió pasar en grande dibujando a Felicia. El veterano dibujante se pasa un poco de sexista, pues casi no hay viñeta en la que la ladrona de guante blanco no luzca escotazo o culo. Y a veces se marca un Jim Lee, mostrando ambas a la vez.

Sin dejar a Kelly, llegamos al capítulo más flojo de esta entrega de Marvel Saga. Un número, dibujado por Eric Canete, en el que Masacre es el coprotagonista. A ver, Kelly con Spiderman casi siempre bien; Kelly en Masacre siempre bien… Pero Kelly en una historia con ambos personajes siempre mal (y lo digo con conocimiento de causa que me tragué los cincuenta números de su serie conjunta).

Y seguimos recuperando elementos del pasado. Teniendo en cuenta que J.M. Straczynski se metió en camisas de once varas con el tema de la continuidad en el arco “Pecados del pasado”, me resultó curioso que no acabase sacando a relucir la Saga del Clon de los noventa. Imagino que no le quedarían muchas ganas tras las collejas recibidas. Aunque claro, hablamos de una de las historias sobre las que la propia editorial ha volcado toneladas de cemento para condenarla al ostracismo durante muchos lustros. De hecho, salvo una velada mención a Ben Reilly en la etapa de Mark Millar en Spiderman, no se supo nada de los clones hasta “Un nuevo día”.

Así llegamos hasta otros tres números en los que Marc Guggenheim se encarga de recuperar a Ben Reilly (que no SpiderMan, ni la Araña Escarlata) y a Kaine, el clon defectuoso de Peter. Todo un culebrón, la verdad. No obstante, pese al rechazo que puede causar la premisa estamos ante un arco argumental bastante entretenido e interesante que se vertebra alrededor de Raptor, un personaje que se la tiene jurada a Ben Reilly. Aunque solo sea de pasada, Guggenheim hace una interesante reflexión sobre qué hizo diferentes a Peter y a Ben. Eso sí, las estratagemas a las que recurre nuestro héroe para que no averigüen su identidad secreta son dignas de las producciones televisivas de las que proviene el escritor.

Finalmente, se incluye el one-shot “La lista”. El cómic formó parte de unos especiales que sirvieron para dar más contexto al Reinado Oscuro de Norman Osborn tras la finalización del crossover “Invasión Secreta”. Escrito por Dan Slott y dibujado por Adam Kubert, en veinticuatro páginas, los autores nos ofrecen una historia de periodismo e infiltración que deja poso gracias a la soberbia demostración que hace Slott de que Peter es un héroe, lleve o no lleve el traje de Spiderman.

En definitiva, “Marvel Saga TPB Spiderman 24: Relación a largo plazo” es la entrega más floja desde el relanzamiento del lanzarredes. Eso no quita para que no sea entretenido y tenga algunos números muy atractivos en las más de doscientas páginas que ofrece.

PD: No quiero dejar de mencionar el capítulo “La otra mujer” dibujado por J. Ken Niimura. Una colaboración con Joe Kelly de la que acabarían naciendo dos pequeñas obras maestras como “Soy una matagigantes” y “Sargento Inmortal”.