Una vez concluyó la historia que quería contar, Jonathan Hickman podía haberse ido por todo lo alto. Qué mejor manera de terminar tu etapa en una colección que una gran batalla donde confluyan todas las líneas que has estado elaborando hasta ese momento. Y si encima ha sido un final épico, que ha emocionado a todo el mundo, es un seguro de que nada empañe una gran etapa en la colección. Pues no. El guionista, en busca siempre de nuevas fórmulas, se quedó unos cuantos meses más, y se dedicó a traernos historias autoconclusivas o pequeños arcos argumentales entre las dos series del grupo de superhéroes. En Marvel Saga Los 4 Fantásticos 8: Inerte tenemos un puñado de historias que sirven desde como un homenaje precioso a los propios personajes, demostrando el amor que siente el guionista por ellos, hasta para introducir tie-ins con otros eventos o presentaciones de lo que está por venir.
Como digo, salvo la historia del final del tomo, centrada en la Wakanda post-La guerra de Muerte , el resto de historias son números auto-conclusivos, dedicados a uno o varios personajes. Así, en el primer número tendremos una historia en la que Reed y su padre visitan el futuro, y que no es más que una manera de rendir homenaje a uno de los personajes más queridos del Universo Marvel: La Cosa. Con esos viajes se recalca la lealtad del bueno de Ben Grimm, y el número acaba con una escena muy sencilla pero que hará que más de uno tenga que contener alguna lagrimilla. También tendremos una historia centrada en la Antorcha y Spiderman, un What If sobre el grupo en una América post-victoria de Hitler en la II Guerra Mundial y con final sorprendente, un precioso homenaje a la película Viaje alucinante , o una historia que supone el cierre a la situación de la Zona Negativa y su líder.
Historias con un corte radicalmente distinto entre sí: una historia en la que dispara (certeramente) al corazón, una comedia gamberra, una historia distópica, aventura pura y vuelta a los juegos de tronos. Menudo viaje nos regala Hickman en este tomo. ¿Que habría sido más redondo si lo hubiera dejado en el tomo anterior? Pues vale, pero seguro que somos muchos los que en alguna conversación sobre estos personajes vamos a acordarnos de estos números como representativos de lo que significan en este Universo superheróico. El hecho de tener cada historia un dibujante distinto también ayuda a esta sensación de historias autoconclusivas a modo de mirada a un momento concreto.
Y he dejado premeditadamente aparte en todo momento los tres últimos números del tomo, que conforman el único mini-arco argumental, y con matices: los dos primeros números sí contienen el grueso de la historia, mientras que el último no es más que una aventura de la Fundación Futuro en Wakanda, que transcurre paralelo en el tiempo a lo que hemos visto en los dos números previos. En esta historia, la primera familia visita a Pantera Negra acompañado de la Fundación Futuro, en un supuesto viaje educativo para los niños, pero T’Challa aprovechará para adentrarse en las profundidades de Wakanda, mientras que Sue tendrá que aliarse con Tormenta y Shuri para defender la nación soberana de un ataque de esqueletos egipcios.
Aventura en estado puro, profundización en el personaje de Pantera Negra, un epílogo a ese evento de 2011 con Muerte atacando Wakanda, y un vistazo a ese inminente crossover entre Vengadores y Patrulla-X. Y encima una historia divertidísima con los niños de FF conteniendo un ataque sorpresa del clan de la Hiena… Pero si algo demuestra Hickman con esta historia, y me sorprende que nadie en Marvel haya intentado sacar partido de él, es el potencial que tiene como guionista de la serie de Pantera Negra. Si en apenas dos números construye una historia en la que demuestra con creces conocer al dedillo los cimientos sobre los que se ha construido la serie, no quiero imaginarme de lo que sería capaz si le dejan tres o cuatro años para construir una de sus tramas. ¿Quién sabe? A lo mejor en un futuro no muy lejano llegamos a verlo.
En definitiva, Marvel Saga Los 4 Fantásticos 8: Inerte es un contenedor de historias autoconclusivas con las que Jonathan Hickman refuerza aún más las grandes virtudes de los personajes por separado y como grupo. Una bonita manera de irse de la serie, marcando una vez más la diferencia con otros guionistas, y demostrando que las normas están para romperlas. Un tomo que se puede leer casi independientemente del resto y disfrutarse igualmente, aunque evidentemente, se va a disfrutar más si conoces algunos de los acontecimientos relacionados con estos números. Y ojo, que todavía nos queda un último tomo.
Lo mejor: Las dos primeras historias. El valor del guionista haciendo unos números que podían haber sido más insulsos y enturbiar un poco ese gran final de su etapa.
Lo peor: Las ganas que deja de ver a Hickman escribir la serie de Pantera Negra.