Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Marvel Saga Los 4 Fantásticos 5: Dos reyes

Marvel Saga Los 4 Fantásticos 5: Dos reyes
Guion
Jonathan Hickman.
Dibujo
Greg Tocchini, Steve Epting y Barry Kitson.
Tinta
Rick Magyar, Barry Kitson, Scott Hanna, Scott Koblish, Jay Leisten y Mark Pennington.
Color
Paul Mounts.
Formato
Cartoné, 144 págs, color.
Precio
16€.
Editorial
Panini Cómics. 2020.
Edición original
FF #6-11 (Marvel Cómics).

Decíamos en el tomo anterior que Hickman se estaba tomando las cosas con calma en la gestación del momento de intensidad de la serie. Las cosas no son muy diferentes en Marvel Saga Los 4 Fantásticos 5: Dos reyes, donde vamos a seguir viendo situaciones que contribuyen a la sensación de acercarnos cada vez más a «algo muy gordo», pero que no acaba de explotar. Al menos, en estos seis números incluidos en el tomo de Panini tenemos acción y, sobre todo, sirve para poner de relieve que la naturaleza de cada uno de los personajes es inamovible.


Si en algo es bueno Hickman es en la gestación de tramas y en remarcar las personalidades de los personajes. Era inevitable que en la serie más antigua de la editorial, con personajes que llevan acompañándonos durante más de cincuenta años, haya un poso perfecto para el guionista. Además, son personajes que, a diferencia de Spiderman o de Iron Man, siempre han destacado por la interacción de sus personajes entre sí, no solo de manera individual. Con eso, Hickman tiene muchísimo campo donde cultivar, y es muy consciente de ello. Si en todos los números anteriores ha profundizado en las personalidades de los cuatro personajes que dan nombre a la cabecera, y en los secundarios más cercanos, ahora toca el turno del quinto personaje por excelencia de esta serie: el Doctor Muerte.

Veníamos viendo cómo esa Guerra de las cinco ciudades que había anunciado el Franklin del futuro al principio de la etapa estaba ya prácticamente aquí, y retomamos la trama en un punto donde pensábamos que Rayo Negro estaba desaparecido y Medusa lideraba a unos Inhumanos con mucho peso en el inminente conflicto. La vuelta del monarca inhumano coincide con la incorporación a la Fundación Futuro del Doctor Muerte y de otros villanos como Pensador Loco, el Alto Evolucionador y Diablo. Algo que había provocado la espantada de Ben Grimm. Rayo Negro cede el poder de monarca kree a Ronan y se encamina a acabar con esas versiones del multiverso de Reed.


A pesar de ese ritmo un poco «a fuego lento» son muchas las cosas que van a suceder. Aparte de todo lo relacionado con Attilan, vamos a ver unos flashbacks donde la Inteligencia Suprema ya se anticipaba a lo que vemos que está sucediendo, hace miles de años. Pero si hay algo que destacaría de estos números es sin duda cómo trata Hickman a Muerte, quien es un personaje del que no te puede fiar… pero que es fiel a su palabra y cuenta con una moral que lo hace diferente a otros villanos. Y Hickman se encarga de que eso quede patente. Por otro lado, a través de pequeños detalles y, por mucho que Ben sea incapaz de entenderlo, Hickman deja claro que para Reed, Los 4 Fantásticos son los cuatro que son, y héroes o villanos pueden colaborar, pero no forman parte de la familia… ni siquiera Spiderman. Eso se deja ver, por ejemplo, en el detalle de los uniformes, en los que solo los miembros clásicos cuentan con ese logotipo en forma de estructura de tres hexágonos y ni siquiera el quinto fantástico por derecho propio a lo largo de estos años que sería Peter Parker es digno de llevar dicho logotipo.

El dibujo de Tocchini en los primeros números se me antoja algo confuso, con ese trazo de línea tan grueso que a veces enmaraña demasiado la acción, y personalmente prefiero con creces el trabajo de Epting o Kitson, incluso en ese último número del tomo en el que son muchos los entintadores responsables. Creo que además, dado el escenario en el que nos encontramos con tanta trama cósmica, un dibujo claro con trazo fino, resulta más adecuado.


En definitiva, Marvel Saga Los 4 Fantásticos 5: Dos reyes muestra cómo las piezas comienzan a encajar. Que, una vez más, Hickman ha elaborado un puzzle en el que no hay sitio para la improvisación y en el que cada trama y cada diálogo están más que planeados. Aprovecha un momento de creciente intensidad para reforzar la personalidad de Reed, Victor o Ben. Y sobre todo, este guiso cocido a fuego lento cada vez va oliendo mejor y da más ganas de comértelo.

Lo mejor: La sensación de ir viendo las piezas encajar. El tratamiento de Muerte. La relación Ronan-Crystal.

Lo peor: El estilo de Tocchini no me acaba de funcionar para estos números.