Un solo tomo más y habremos finalizado la etapa de Brian Michael Bendis y Alex Maleev, que ha recopilado Panini en Marvel Saga. Cabría esperar que Marvel Saga Daredevil 13: Decálogo fuese el camino hacia el gran final. En su lugar, Bendis y Maleev hacen un alto y se toman todo el tiempo del mundo para una historia que nadie esperaba.
No sólo no estamos ante ese trampolín a la conclusión que pudiéramos esperar, sino que volvemos a retomar una trama que suponíamos que quedaría en elipsis. Adentrándonos en la etapa de Matt Murdock como Kingpin de la Cocina del Infierno que creíamos rebasada, pero sin profundizar en los detalles de este hecho, asistimos a una historia de historias. Asistimos a un mosaico de pequeños relatos al abrigo de una terapia de grupo en una iglesia, cuyas narraciones individuales encierran un hilo conductor que llevarán a una conclusión común.
Probablemente Brian Bendis es el mayor abanderado de la narración descomprimida. Marvel Saga Daredevil 13: Decálogo no es una excepción, pero por primera vez y en una estructura similar a las series procedimentales en TV, Bendis se salta de algún modo esa estructura donde los capítulos sólo eran un fragmento de una historia mayor (eso sí, con su cliffhanger, que no falte) y cada grapa toma entidad autónoma.
Cada capítulo de Decálogo contiene una historia que funciona de manera exenta y a la vez como pieza de una historia mayor. Salvado éste, uno de los mayores puntos débiles del guionista de Cleveland estamos en el buen camino. Incluso se permite imprimir un cierto tono de terror hacia el final de la historia que le queda francamente bien (aunque en este aspecto le debe mucho a las soluciones visuales de Maleev). Incluso con las trampas evidentes que se cometen cuando reconstruyes un solo relato a través de varios puntos de vista fragmentados, Decálogo resulta en casi toda su extensión una de las historias más coherentes y redondas de la etapa de Bendis y Maleev en el Diablo Guardián… hasta el final. Es una verdadera lástima el giro totalmente inverosímil del penúltimo capítulo (sin más detalles por aquello de los spoilers), pero unidos a un final tirando a facilón, pone el regustillo amargo de una saga que por lo demás funciona al nivel de esos primeros tiempos.
Con toda una etapa de cerca de 5 años en el personaje, el trabajo de Alex Maleev no sorprende en exceso a estas alturas, pero el problema es que nos ha acostumbrado hasta tal punto a su potente estilo visual y la soltura con la que resuelve las abundantes escenas de cabezas parlantes, que consigue que parezca fácil. Haremos de todos modos un pequeño hincapié en el mal rollo que consigue crear junto a su compinche Dave Stewart en algunos momentos de este tomo y que nos hace fantasear sobre lo bien que podría funcionar este tándem visual en un cómic de terror.
Con la conclusión tan cerca, Marvel Saga Daredevil 13: Decálogo nos demuestra por qué a pesar de su trucos y sus vicios, la etapa de Brian Bendis y Alex Maleev en Daredevil se sitúa sin duda como una de las históricas del Diablo de la Cocina del Infierno.
