Bueno, bueno, bueno. Esta quinta entrega de la colección Marvel Saga dedicada a recuperar las colecciones modernas de nuestro querido Caballero Luna hasta parar justo antes de la fastuosa serie escrita por Jed MacKay llega a un punto de inflexión. Y es que los números 26 a 30 incluídos en el tomo son los últimos de este volumen cinco americano (cinco porque tienen en cuenta las dos series limitadas de cuatro números noventeras). Mike Benson termina la aventura que comenzó su amigo Charlie Huston con una historia de lo más entretenida.
Caballero Luna: Rumbo al sur
Aunque el título me hace recordar aquella serie de mi niñez del policía montado de Canadá que viajaba hasta la Nueva York de los años noventa con su perro, aquí nuestro querido Caballero Luna va un poco más lejos: Hasta México.
Recordemos la historia hasta ahora: Marc Spector ha “muerto”. Una de las tres personalidades que asolaban la mente del Puño de Konshu se ha marchado para siempre (ejem). Steven Grant tampoco asoma mucho la patita, y por lo tanto tenemos a Jake Lockley como parte dominante.
Esto nos lleva hasta el momento en que nuestro protagonista comienza una huída hacia delante que le lleva hasta el mencionado país. El México que retratan nuestros autores es decadente, corrupto y desolador. Además, lo plasman como el lugar idóneo de la Tierra donde abandonarse a uno mismo nos brindará escenas en las que el “héroe” se partirá la crisma por unos cuantos pavos en peleas clandestinas.
La trama principal de este volumen nos pondrá en la piel del mencionado Jake Lockley (lo cierto es que el Caballero Luna como tal no hace demasiado acto de presencia), que aceptará trabajar para un lugarteniente local que le encargará recuperar a su hija, capturada por las autoridades. Por supuesto, Mike Benson nos tiene preparadas una serie de sorpresas en una historia llena de acción.
Este quinto volumen del Caballero Luna es una lectura muy divertida. Contrasta bastante con sus predecesores. Se mantiene el tono violento, pero se rebaja la carga psicológica del personaje para dejarse llevar por una historia de tintes más ligeros a la par que efectivos. Personalmente creo que era necesario un balón de oxígeno de estas características tras el drama vivido en capítulos anteriores.
Aquí Lockley hace lo mejor que sabe, usando las habilidades físicas que le han dado sus otras personalidades. Puede que trate de escapar de su antigua vida, puede que Marc Spector ya no esté, pero de lo que no cabe duda es de que sea una personalidad u otra la que mande, sigue siendo un imán para los problemas.
Así pues, la historia adquiere un tono más hardboiled, alejándose bastante del cómic de superhéroes mainstream y dando al tebeo un tono más realista. Luego habría que mencionar a ese recurso que es Punisher. Pese a aparecer en la cubierta del recopilatorio, su presencia es más bien testimonial, siendo relegada a unas pocas pero jugosas páginas.
Para el final dejo el excelente dibujo del español Jefte Palo. El artista realiza un genial trabajo de ambientación creando una atmósfera turbia, oscura y decadente. Los lugares por los que se mueve Jake parecen cobrar vida propia, con un peligro acechando en cada recoveco oscuro. Tampoco hay que olvidar lo buen narrador que es a la hora de brindar al lector unas escenas de acción perfectamente planificadas y coreografiadas. La paleta de colores apagada de Lee Loughride es también adecuada, siendo el complemento perfecto al lápiz de Palo.
El único contenido extra de este Marvel Saga, Caballero Luna: Rumbo al sur consiste en un artículo introductorio de Sergio Aguirre.
Me lo he pasado como un enano, veremos si la siguiente colección: “La venganza del Caballero Luna” supera a este volumen. Desde luego, este alto en el camino yo lo he disfrutado sobradamente.
