Con la publicación de “Invierno mortal”, la reedición en formato rústica de “Marvel Saga El Asombroso Spiderman” alcanza las quince entregas. Esto significa que en poco más de un año hemos ventilado entera la etapa de J.M. Straczynski, incluyendo “Un día más”, y llegamos al segundo mes del landscape de equipos creativos rotativos “Un nuevo día”, con el debut de dos nuevos tándems de autores.
Antes de entrar en faena, cabría destacar que el título de Spiderman sufrió una transformación radical a raíz del mefistazo. El tono de la serie cambió totalmente, abrazando el espíritu camp (y un poco naif) de los cómics fundacionales del personaje, en los que debía hacer frente a un nuevo villano casi cada mes mientras que afrontaba sus problemas de dinero, mujeres y trabajo.
Por fortuna, Joe Quesada supo dar con el clavo, asignando a una serie de guionistas que si bien no tenían, en algunos casos, dilatadas trayectorias en el noveno arte, su pasado televisivo o cinematográfico aseguró que los diálogos fueran frescos, ágiles, divertidos. También se dió mucho peso al elenco de secundarios, con interesantes incorporaciones como Carlie Cooper o Lilly Hollister, o rescatando a Harry Osborn de las garras de la muerte (o no, según nos contaría Nick Spencer en el futuro). Otro detalle a agradecer fue que la tía May siguió siendo esa mujer de avanzada edad fuerte y decidida, con firmes ideales tal y como nos mostró JMS.
Sin embargo, por contra, esta vuelta forzada a los orígenes no fue del todo positiva. En cada aventura se presentaba un nuevo villano o amenaza de escaso interés o calado (con la salvedad del Señor Negativo) o personajes exagerados como Mr. Bennett, el nuevo propietario del Daily Bugle que, en esencia, no es otra cosa que una versión hiperbolizada del clásico J.J. Jameson. Por cierto, que cada aparición del viejo cascarrabias es para ponerse a aplaudir. Puede que le hayan convertido en el alivio cómico de Spiderman, pero qué bien funciona haga lo que haga.
Invierno mortal en Nueva York
Bueno, creo que ya va siendo de entrar en faena. El primer arco, “Invierno mortal”, viene firmado por Bob Gale (guionista de “Regreso al futuro”) y Phil Jimenez. Tres números en los que Spiderman se enfrenta a un tipo llamado Freak, un yonki que se mete unas drogas experimentales y acaba siendo mutado. Por cierto, este argumento acaba tras la siguiente historia, siendo dibujado en esta ocasión por Barry Kitson.
El principal problema es que el catalizador de la trama, el villano y sus motivaciones, así como la resolución se antojan un poco forzadas y ridículas. Esto impide que entremos completamente en el juego y nos limitemos a pasar las páginas (muy bonitas eso sí) de Phil Jimenez, que realiza un trabajo soberbio. Tanto él como el colorista Jeremy Cox (hay una escena de incendio brutal donde el fuego parece que está vivo y va a traspasar el papel) son las estrellas de una función tan entretenida como intrascendente.
Seguimos ya con “Invierno mortal”. La saga homónima al título de este volumen es obra de Zeb Wells (seguro que a los fans arácnidos actuales este nombre les provoca escalofríos) y de Chris Bachalo. En este arco los autores han venido a jugar y a pasarlo en grande. Se nota. Durante 70 páginas, Spidey (con la ayuda de alguno de sus compis de los Vengadores) deberá enfrentarse a una secta de adoradores de un demonio maya, a un dios destructor y a un catarro incipiente por no llevar la ropa de abrigo adecuada. Sana diversión donde podemos disfrutar del mejor trabajo en Marvel de Chris Bachalo en toda su carrera, con unas páginas espectaculares que quitan el aliento. Es cierto que una vez terminas de leerlo te olvidas del mismo, pero no te importaría volver a echarle un vistazo, algo que no pasaba con el anterior arco.
En resumidas cuentas, este volumen de Spiderman resume a la perfección lo que van a ser las sensaciones imperantes durante los próximos meses, hasta que Dan Slott se erija como único responsable literario de la serie. Mientras tanto, solo queda coger un paquete de palomitas y un refresco y disfrutar de lo servido.
La edición de Panini incluye numerosos extras como entrevistas a los autores sacados de su magazine “Marvel Spotlight” o una galería de portadas alternativas a color y en blanco y negro.
