Bueno, por fin ha vuelto Peter a su cuerpo y ya hemos dejado atrás al Spiderman Superior, y también hemos acabado con ese megacrossover arácnido que fue Universo Spiderman . Por fin podemos volver a la serie sin distracciones, ¿verdad? Estoooo… ¿verdad? Pues efectivamente, una nueva piedra en el camino dificultaba el trabajo de Slott y Gage al frente de la colección y, apenas terminado el crossover que tuvo ocupado al amistoso vecino durante más de seis meses, llegan las Secret Wars de Hickman en apenas tres meses más. Y por si eso no fuera suficiente, Humberto Ramos aprovecha la coyuntura para abandonar la serie y se despide con estos tres números de uno de sus personajes favoritos. Panini aprovecha este miniarco entre sagas para incluir en este tomo el primer anual del nuevo volumen de Spiderman, asegurando así un número de páginas lógico para esta edición en cartoné.
Como es de esperar, en estos tres números antes de dar el salto a Secret Wars tampoco da tiempo para mucho. Slott y Gage intentan situar a Peter en su nueva realidad, demostrando su incapacidad para gestionar una empresa como Industrias Parker, y terminando de zanjar la relación con Anna-Maria. Además, paralelamente nos va contando en qué se está convirtiendo la Gata Negra, que aún intenta recuperar la dignidad tras su enfrentamiento con el Spiderman Superior. El anual incluido cuenta tres historias: una en la que Spidey intenta devolver un móvil perdido a sus dueños, y dos historias cortas que sirven más de carta de presentación de sus autores que por su relevancia.
Este tomo, en general, es muy flojito. Las historias del anual no llegan más allá de sacarte un par de sonrisas, y de jugar a adivinar las influencias artísticas de los dibujantes de las historias cortas (apuesto por Art Baltazar y Javier Rodríguez, respectivamente). Pero es que la historia principal no deja se ser una historia de relleno en la que Spiderman sigue viviendo a trompicones, con problemas que se suceden a otros, y volviendo a ser el desastre de siempre. Sí, recuperar a Ghost como enemigo está bien, y la dirección en la que Slott lleva a la Gata Negra también, pero leído como tomo, en esta edición que Panini está haciendo del personaje, queda como un tremendo bajón con respecto a tomos anteriores.
La despedida de Ramos también queda algo solapada, se va casi por la puerta de atrás, sin hacer mucho ruido, después de haber hecho un trabajo soberbio. Sé que hay a quien no le gusta este estilo tan hiperbólico del mexicano, pero a mí me encanta, y creo que le aporta un dinamismo al personaje que le sienta como anillo al dedo, y que es muy adecuado. Han sido muchos números a sus espaldas y en pocos se le puede achacar no haber estado a la altura.
En definitiva, Marvel Saga El Asombroso Spiderman 49. El turno de noche es un tomo fill-in, tanto por encontrarse entre dos sagas absolutamente autocontenidas, como por la propia edición de Panini, en la que no había dónde colocarla de otro modo que como lo han hecho ellos. Una historia que sirve para, supuestamente, asentar la situación de Peter con Sajani y Anna-Maria y con Industrias Parker en general, después de una serie de incidentes que han hecho cada vez más insostenible el buen funcionamiento de la empresa. El siguiente tomo ya entra de lleno en el megaevento orquestado por Jonathan Hickman, por lo que aún nos quedan un par de tomos para volver a la norm… bueno, ya hablaremos de ello cuando toque.
Lo mejor: Slott saca oro de un personaje como Anna-Maria. El rumbo de Gata Negra es bastante interesante.
Lo peor: Tomo soso en general. Igual que en otras ocasiones hemos salido ganando con la relación precio/número de páginas, aquí toca perder.