Tras un comienzo explosivo lleno de acción, nuevos conceptos y viejos conceptos maquillados como nuevos conceptos, Dan Slott decidió cambiar el registro y hacer unos números más intimistas, aprovechando los acontecimientos que estaban sucediendo tanto en la colección de Spiderman como en la de Los 4 Fantásticos. Aprovechó precisamente esos números para hacer una declaración de intenciones con respecto al personaje y el rumbo por el que lo llevaría desde este momento, y es algo que se mantendría durante toda la etapa. Por si alguien no tiene claro el mensaje, lo deja bien explícito en el título del arco argumental, y que también sirve para dar nombre a este tomo: Nadie morirá.

Entiendo que si estáis leyendo esto, habréis leído la etapa durante su publicación original en 2011 o al menos habréis leído el tomo anterior. No es demasiado spoiler entonces comentar que todo el motor de esta primera historia es la muerte de Marla Madison/Jameson, esposa del ahora alcalde de Nueva York, J.J. Jameson. Su muerte cae como una losa en los hombros de Peter, y lo vivirá como un nuevo fracaso y un nombre más que sumar a la larga lista de seres cercanos que han muerto sin que él haya podido evitarlo. Este será el motor de este primer arco de dos números, en el que Marcos Martín tirará de oficio para hacer un repaso a las muertes cercanas a Peter. Su dibujo en estos números (especialmente el primero) es brillante, con unas viñetas visualmente muy poderosas, y aprovechando el sueño para experimentar en algunas de ellas, con un resultado abrumador.

Si la muerte de Marla no era suficiente, hay que recordar que estos números coincidieron con la aparente muerte de la Antocha Humana en Los 4 Fantásticos de Jonathan Hickman, y la incorporación de Spidey como cuarto miembro del primer grupo de superhéroes de Marvel. Recuerda Julián Clemente en su introducción cómo Slott pensó hacer un número en el que se reía de la muerte, sabiendo que tarde o temprano acabaría volviendo, y cómo desde la editorial le pidieron que fuera más respetuoso con el trabajo de Hickman. Al final decidió hacer una cosa intemedia: un número en el que Peter, devastado, hablaba con sus compañeros y recordaba los momentos más divertidos que había vivido con él. La trama actual corre a cargo de Marcos Martín, mientras que los flashbacks están dibujados por Ty Templeton, Nuno Plati y Stefano Caselli. Martín hace un dibujo más emotivo y triste, mientas que el resto se encarga de hacer escenas divertidas y con más acción.

Los tres números siguientes contarán la incorporación de Spiderman a la Fundación Futuro, con un primer número en el que cuenta su primer día, y un arco argumental de dos números escrito con la ayuda de Fred Van Lente, en el que Slott homenajea a los primeros números de Los 4 Fantásticos de Lee y Kirby dando rienda suelta a las aventuras más locas, al multiverso y al trabajo en equipo para derrotar a unos villanos muy conocidos para Spiderman. Además, no se conforma con los nuevos 4 Fantásticos, sino que tira también de todo el elenco infantil al que había recurrido Hickman. El número 658 corre a cargo de Javier Pulido, haciendo un trabajo muy continuista del de Martín, mientras que el último arco de dos números corre a cargo de Stefano Caselli y Mike McKone.

Destaco algunos puntos interesantes de este tomo: En primer lugar, Slott da pie, con el nuevo puesto de Peter en Laboratorios Horizon, a la aparición de un sinfín de nuevos uniformes a cuál más atractivo. Súmale el propio de Fundación Futuro, del que se ríe abiertamente en su número, y tenemos casi uno por número. Slott es un lector clásico, y hace homenajes continuos: el pirata Ben Grimm; SuperEgo, el átomo viviente; esa base de la futura Fundación Futuro que es puro Kirby… Desde estos primeros números acostumbra al lector a estar más atento que de costumbre, sabiendo que cualquier detalle, por nimio que parezca, puede contener un huevo de Pascua… Aprovecha muy bien el papel de CSI de Carlie para la eterna confrontación de identidades secreta y pública de Spiderman. Y por último, exprime cada vez mejor el concepto de un Spiderman sin sentido arácnido, que lo convierte en «otro superhéroe».

En cuanto al dibujo, por muy bien que lo hacen Pulido o Caselli, teniendo a un Marcos Martín a este nivel es muy difícil hablar de otro artista. Pero es que si encima lo colorea Muntsa Vicente, el resultado es reconocible al instante. Vicente recurre a esos fondos de colores intensos planos, que resaltan las expresiones de los personajes en los primeros planos. Aunque se aprecian los degradados en algunas viñetas, son muy sutiles, y realiza un coloreado con sabor añejo que le sienta fabuloso tanto al dibujo como a la propia colección. El primer número del tomo es una absoluta delicia visual, con tanta escena onírica y un coloreado sin contención que es un deleite para la vista.

En definitiva, Marvel Saga El Asombroso Spiderman 32. Nadie morirá.

Un parón en seco tras ese comienzo tan dinámico para la serie, con un dibujo radicalmente diferente y un tono mucho más sobrio, que es el que necesitaba la serie en este momento. Pasamos de Humberto Ramos, hiperbólico y dinámico, a Marcos Martín, sobrio e impactante. Slott sigue colocando a cada personaje en su sitio, sigue dando una impresión de que esto no ha hecho más que comenzar y que lo único que está haciendo es colocar las fichas de ajedrez antes de comenzar la verdadera partida. Los números de Fundación Futuro se ven algo impuestos y rompen un poco la línea de la serie, pero son tan divertidos y hacen un homenaje tan bonito a Lee/Kirby que se le acaba perdonando.

Lo mejor: Los huevos de Pascua. El dibujo de Martín con el color de Vicente. Las portadas de Marcos Martín.

Lo peor: La trama de Fundación Futuro rompe un poco la línea que llevaba la serie.