Comentábamos en las reseñas de los dos primeros tomos del primer crossover de la Era de Krakoa que, aunque X de Espadas estaba plagado de buenas ideas, nos daba la sensación de que estaba más alargado de la cuenta. Que lo que nos contaban era interesante, pero que se podía haber contado en la mitad de números. Ese error se corrige en este tercer y último número: Destrucción, el tomo que sirve de cierre a la historia, tiene un ritmo adrenalínico y además plantea una interesante cantidad de ideas que harán que, a partir de ahora, cambien varias cosas en la franquicia mutante.
En los dos primeros tomos de X de Espadas vimos la llegada de los mutantes de Arakko, una versión más detallada de los eventos del pasado de las islas gemelas, qué es Amenth y el pasado familiar de Apocalipsis. También fuimos viendo quiénes eran los mutantes de Krakoa que iban a combatir por Otromundo y, también, por todas las realidades del multiverso. Y, por supuesto, qué espadas eran las que iban a llevar al torneo en el que se iba a decidir el destino de la raza mutante. Lo cual, dicho sea de paso, quizás no era tan interesante como para ocupar tantas páginas. El asunto es que el segundo tomo terminó con todas las fichas en el tablero y el anuncio del primer combate: Betsy Braddock, la Capitana Britania, contra Isca la Invicta, un personaje que apareció por primera vez una semana antes del inicio de este evento.
A estas alturas, no sabía que nos podíamos esperar de X de Espadas. Habíamos pasado dos tercios del evento ya y lo único en lo que se parecía a otros crossovers de la editorial era en que la historia iba continuando de unas series a otras. Habitualmente, los crossovers son historias palomiteras en las que no se profundiza demasiado en ninguna de las series implicadas para poder captar lectores potenciales, pero X de Espadas no funciona así ni remotamente. Quien no hubiera estado siguiendo el año y medio anterior de la franquicia mutante no se va a enterar de absolutamente nada. Y en lugar de darnos la tradicional ensalada de mamporros, Hickman y compañía se han dedicado a crear toda una mitología nueva que viene de tiempos inmemoriales.
Todo nos hacía pensar que Destrucción iba a ser una sucesión de combates a espadazo limpio, unos números orientados a la acción en los que se dejara lucirse a los dibujantes. Y nada más lejos de la realidad. Una vez más, lo que nos esperábamos no tiene mucho que ver con lo que hemos recibido. Efectivamente, hay algún duelo a espadas… pero no es la única forma en la que se resuelven los enfrentamientos entre Krakoa y Arakko. Hay un pulso, un concurso de baile, un combate de resistencia bebiendo… y aunque haya diez portaespadas de cada lado, hay más de diez combates. Y más de diez combatientes en uno de los lados. Y no, no son larguísimas escenas de acción: alguna de ellas se resuelven en tan solo una viñeta. Parece que los autores quieren desconcertar al lector, y vaya si lo consiguen en algunos momentos.
Nos podemos imaginar cuál es el resultado final dado que la Tierra-616 no ha sido conquistada por los mutantes de Arakko. Pero lo que no nos esperábamos es que X de Espadas tiene consecuencias para la franquicia. Por un lado, hay dos mutantes de Krakoa que parecen haber fallecido en este evento, y ya sabíamos que los Protocolos de Resurrección no iban a estar disponibles en Otromundo. Uno de ellos es un personaje un tanto secundario, con tan solo trece apariciones desde Dinastía de X. El otro, en cambio, es uno de los protagonistas principales de su serie, con lo que quedamos a la espera de saber cómo vuelve. Porque sabemos que va a volver. Pero lo más interesante son las consecuencias en las relaciones entre los mutantes de Krakoa. Por un lado, dejamos de tener a Apocalipsis entre el elenco habitual de personajes. Y por otro, el Consejo Silencioso, órgano de gobierno de Krakoa, tiene sus dos primeras dimisiones.
El resultado final de este evento, planteada principalmente por Jonathan Hickman y Tini Howard, ha sido claramente satisfactorio. Nos han contado una historia, nos han ampliado el lore mutante, y además tiene consecuencias. Unas consecuencias que veremos el mes que viene en el primer tomo de la nueva etapa, Reinado de X.