Bueno, pues ya tenemos por aquí un nuevo volumen de “Marvel Premiere El Asombroso Spiderman: Beyond”. Estaríamos hablando de la segunda entrega, si hacemos caso a la numeración que figura en el lomo; o de la vigésima si nos ceñimos a la numeración Legado. Sea como fuere, y al margen de la calidad de la historias, la línea de tomos moderna de Panini sigue viento en popa, recuperando material reciente a un precio muy competitivo (pese a las repetidas subidas). En concreto, aquí nos encontramos con 152 páginas de historia por 14 euros.
Una vez que ya llevamos leídos unos cuantos números de “Beyond”, uno se da cuenta de la intención de la Casa de las Ideas con respecto a esta etapa interina. Por un lado, dado que se está haciendo uso de un equipo de guionistas rotativos, queda claro que se pretende emular el éxito que tuvo “Un nuevo día”, el relanzamiento arácnido que tuvo lugar tras los lamentables acontecimientos de “Un día más”. Por otro lado, estamos ante historias cortas que duran uno o dos números, con una trama más larga de fondo que se va desarrollando poco a poco. Esto evoca directamente a épocas más clásicas del trepamuros como la ilustrada por John Romita y que actualmente vive una nueva juventud gracias a la Biblioteca Marvel.
Beyond. Mucho más que una empresa de innovación
Desde el comienzo de la historia, Zeb Wells, Jed MacKay, Saladin Ahmed y Cody Ziglar han ido diseminando pistas sobre las verdaderas intenciones de la corporación Beyond y de su CEO Maxine Power. Ahora bien, alcanzado el ecuador de la historia, todavía no está claro qué pretenden. Sí, sabemos que son chungos, pero tan pronto la historia responde una pregunta, en el siguiente capítulo se plantean tres más. Esto provoca que la trama, que empezó muy bien, se haya enmarañado a una velocidad de vértigo.
No obstante, siendo justo sí que hay tramas que avanzan, aunque sea a golpe de número especial, como sucede con el 80.Bey. Protagonizado por la Tía May y el Doctor Octopus, veremos cómo la antigua pareja se infiltra en unas instalaciones de Beyond para conseguir datos que ayuden a curar a Peter Parker. Umm, la premisa sonaba mejor en mi cabeza (y sospecho que también en la de Ahmed). Vale que estamos hablando de tebeos de superhéroes, pero ver la adorable ancianita en plan Nikita no termina de cuajar, y el resultado es un capítulo algo surrealista y enfangado por toda la cháchara científica que abarrota casi cada bocadillo de diálogo entre ambos protagonistas.
Mucho mejor es el capítulo en el que Ben Reilly y Miles Morales se enfrentan al malo de la semana. Aquí la ración de tollinas es secundaria, al menos para un servidor. Lo que mola de verdad es ver cómo interactúan dos secundarios arácnidos. Aunque creo que tildar de secundario a Miles es injusto, puesto que ya ha protagonizado dos películas, un videojuego y ha contado con serie regular desde que debutó en el Universo Ultimate.
Otro detalle que lleva asolando la franquicia arácnida, para mal, es el continúo baile de autores. Mientras que en la mencionada “Un día más” el cambio de dibujantes era orgánico y funcional, aquí resulta caótico. Además, es increíble cómo esta variación continua de artistas influye, de nuevo, para mal, en la percepción que se tiene de la historia. Hay números ilustrados por gente tan capaz como Patrick Gleason o Paco Medina, pero su arte se acaba difuminando al ser mezclado con el de Carlos Gómez o Ivan Fiorelli. Dibujantes eficaces, pero con una personalidad gráfica menos definitoria.
Menos mal que siempre hay excepciones. Digo esto porque en este segundo volumen de “Beyond” hay un número que cuenta con el inmenso talento de Jorge Fornés (uno de sus últimos encargos en Marvel antes de saltar a DC). Además, le toca ilustrar el guion más interesante de este puñado de números, con un Peter convaleciente sumido en unas pesadillas horribles. Pena que solo se encargue de ilustrar estas pocas páginas. El uso que hace de las sombras, de la iluminación, la narrativa y composición de página… La virgen, que talentazo.
En resumidas cuentas, “Beyond” sigue su curso, veremos cómo termina dentro de un par de tomos y si uno sigue con ganas de zambullirse en la etapa de Zeb Wells. Aunque tal y como están las cosas, no sé yo…