Un mes más, un nuevo Marvel Premiere del Hickmanverso mutante, con las habituales variaciones de unas series a otras, tanto en tono como en calidad. La idea de Marvel de recopilar cronológicamente todas y cada una de las series de la Era de Krakoa da una visión global total con el orden de lectura apropiado, y en ese sentido no hay nada de información que se pierda, y así es el paraíso del completista. Pero también es cierto que pocos lectores tendrán interés por absolutamente todas las series incluidas en estos tomos. Mientras que en los primeros tiempos de Amanecer de X había una serie que leíamos todos en diagonal, Ángeles caídos, en Reinado de X 8 ya se confirma que Hijos del átomo es la nueva serie que no entendemos por qué se ha llegado a publicar. Pero en cambio, el resto del tomo es francamente interesante.
En Cable, la serie con la que arranca Reinado de X 8, Gerry Duggan nos deja caer que igual no fue buena idea sustituir al Cable veterano de toda la vida por su versión joven. Sí, ciertamente nos ha dejado buenos momentos, como la relación de familia más o menos normal (dentro de lo que cabe en el cosmos mutante) entre Cable, Cíclope y Jean Grey. Pero en el esquema general de las cosas, y con Dyscordia suelto y siendo una amenaza aún presente pese al espíritu Cumbayá de la sociedad de Krakoa, quizás no haya sido sensato. Se nos abre la puerta para la vuelta del Cable maduro, dejándonos con una sensación desconcertante: por un lado, se corrige un error que no debió ocurrir. Pero por otro, hemos llegado a coger cierto cariño al Cable joven, con su inexperiencia y sus inseguridades. La misma sensación nos deja el dibujo de Phil Noto: está francamente bien, pero quizás el estilo limpio que tiene no es lo que más le pega a este personaje.
Seguimos con los previamente mencionados Hijos del Átomo. La idea de mutantes queriendo llevar vidas normales, al margen de grandes épicas, de orgullo racial (quizás el punto más turbio de toda la Era de Krakoa es el tufillo supremacista que tiene toda la historia) y de tramas superheroicas es interesante, pero aquí Vita Ayala nos está dando unos personajes desprovistos del más mínimo interés y que sería incapaz de recordar o incluso reconocer media hora después de cerrar el tebeo. Lo bueno es que aunque solo llevamos tres números, ya hemos cruzado el ecuador de la serie. Una pena que un dibujante tan bueno como Paco Medina esté desaprovechado en un tebeo como este.
Excalibur es una serie muy irregular. Tini Howard nos ha dado momentos francamente aburridos, pero también ha sido uno de los pilares de X de Espadas. Así que cada mes que tenemos un número suyo no sabemos si nos vamos a encontrar uno bueno o uno malo. Este mes toca bueno: tenemos una historia flashback que nos cuenta el origen de Malicia, un personaje que nos ha dado buenos momentos pero siempre ha sido bastante plano. El dibujo de Marcus To, como siempre, muy, muy bien. Hablando de finales, a Excalibur le quedan seis números.
X-Men es, una vez más, una prueba de por qué nos encanta Jonathan Hickman. Tenemos aquí una pista más de que hay algo grande en el horizonte con Mística y Destino, y nos cuentan el origen de Nimrod. O de un Nimrod al menos. Dos cosas hay que decir de este número: por un lado, gustará más o menos a cada lector el trabajo de Hickman, pero se nota en sus historias que hay un plan, una idea de qué va a ocurrir y cuál es el camino para llegar a ese punto. Y por otro, que si Hickman hubiera estado escribiendo una serie independiente en lugar de una disolución homeopática de su trabajo entre otras más de diez series mensuales, al estilo de lo que sí le dejaron hacer a Grant Morrison, estaríamos hablando de una de las mejores etapas de la historia de las series X. Por cierto, es el penúltimo número de la serie, antes de la salida de Hickman y la renumeración para dar la bienvenida a su sustituto, Gerry Duggan.
Terminamos con Infernales, con dos números, 9 y 10 USA, con los que cruzamos el ecuador de la serie. Sí, una más que cierra, esto parece algo más que una tendencia a estas alturas. La serie de Zeb Wells es desconcertante. Todo el tema de Arcade y Mente Maestra secuestrando a Siniestro está entretenido… pero nos pasa todo lo contrario que con los X-Men de Hickman. No tenemos ni la más remota idea de qué nos está intentando contar ni a dónde se está intentando dirigir.
Los números recopilados en Reinado de X 8 vieron la luz a finales de 2021, y la era de Krakoa terminó en junio de 2024. Aún le quedaban dos años y medio de series a esta etapa, pero las cinco series incluidas en este tomo serían canceladas (o renumeradas) entre uno y ocho meses después de los números que tenemos aquí. Aunque hay números francamente buenos (el de X-Men de Hickman es de lo mejorcito que hemos visto en esta etapa), la sensación es que se está intentando abarcar mucho y apretar poco, y que un plan excesivamente ambicioso ha lastrado a esta macrohistoria más de la cuenta.