Hace poco más de un mes ha salido a la venta el nº700 de Uncanny X-Men, que pega el cerrojazo final a la Era de Krakoa. Los que estamos leyendo esta etapa en la recopilación en Marvel Premiere tenemos en las manos ahora Reinado de X 2, que incluye tebeos publicados hace tres años y medio. Cierto, quienes siguen la franquicia mutante en grapa están a punto de llegar al final en castellano, pero la idea de tener por delante más de tres años de tebeos en este entorno cerrado nos hace sonreír a los que estamos en Premiere. Más aún cuando son tan disfrutables como el principio de esta cuarta fase del Hickmanverso mutante, tras Dinastía de X, Amanecer de X y X de Espadas.
Nueva entrega de la recopilación mensual y seguimos avanzando en cinco series. Este mes empieza a mirar hacia delante en la mayoría de ellas, habiendo dejado atrás ya Otromundo y X de Espadas. Y mira hacia delante con un molonismo en la caracterización de personajes que no veíamos desde los 90, pero con un fondo argumental que lo mantiene.
Empezamos con el número 14 de Nuevos Mutantes con un relevo en el equipo creativo: Vita Ayala (La era de Hombre X) sustituye a Ed Brisson al frente de la serie y, tras un par de fill ins en tomos anteriores, entra a formar parte de la plantilla regular de escritores. Su entrada en Krakoa ha sido francamente afortunada, dándole un propósito y una dirección a una serie que, estando muy entretenida hasta ahora, no parecía estar contándonos nada. En manos de Ayala, los antiguos Peques-X se convierten en mentores de una nueva generación casi sin esperárselo. Al dibujo, el siempre bienvenido Rod Reis, de la escuela estética de Bill Sienkiewicz pero con una narrativa mucho más convencional que el genio que revolucionó la serie de los Nuevos Mutantes hace más de cuarenta años.
Seguimos con Merodeadores. El asesinato de Kate Pryde, una vez solucionada su resurrección -por un momento nos hicieron preocuparnos- tenía que tener consecuencias, y aquí las vamos viendo. Quizás la Pryde que estamos viendo en este entorno no tenga mucho que ver con la adorable versión del personaje de los años 80, pero después de todos los zapatazos que le ha ido dando la vida era cuestión de tiempo que la chavala se hartara y dijera que hasta aquí. No vamos a negar que tiene su gracia la macarra en la que está convirtiendo la Reina Roja. Muy buen trabajo de Gerry Duggan y Stefano Caselli, como es habitual.
El Excalibur de Tini Howard es la única serie del tomo que sigue explorando las consecuencias de X de Espadas que, a fin de cuentas, fue un evento que se basó en conceptos de esta serie. Desde luego, no nos creemos que la muerte -o lo que fuera- de Betsy Braddock en Otromundo fuera definitiva, pese a lo que nos dijeran de los protocolos de resurrección para las víctimas mortales en ese plano de existencia. Y da la sensación de que tendremos que esperar menos de lo que creíamos para tenerla de vuelta. Y una cosa: el cuerpo de Capitanas Britania mola mil.
Seguimos con el X-Force de Benjamin Percy, uno de los guionistas estrella de esta era. En la serie más moralmente turbia de Krakoa tenemos un par de detalles interesantes. Por un lado, siendo la isla en sí misma un ser vivo, tendrá funciones de ser vivo, y aquí se explora alguna de esas posibilidades. Por otro lado, seguimos con la trama de Rojo Omega de números anteriores… y la Bestia empieza a parecer un personaje moralmente muy ambiguo. Una serie que siempre es agradable de leer.
Termina el tomo con un número de los X-Men de Jonathan Hickman, lo que habitualmente es el punto álgido del tomo, pero aquí es un inesperado pinchazo. Ya dijeron Cíclope y Jean que Krakoa necesitaba una Patrulla-X, pero este número es una historia genérica que, salvo pinceladas puntuales, podría haber estado ambientada en cualquier momento de la historia de los personajes. La nueva emperatriz Shi’ar necesita ayuda en un intento de golpe de estado y la Patrulla se la da. Lo más interesante es la deuda adquirida, que, sin duda, tendrá consecuencias posteriores. No ayuda a sentir más emoción por este número el dibujo de Brett Booth, que encarna los peores defectos del noventerismo, con pocas de sus virtudes.
Como decíamos, estamos ante un tomo que nos mantiene en la renovada emoción por la franquicia, tras una leve sensación de que al final de Amanecer de X entraba un poco en piloto automático. Dentro de un mes, tendremos más, con los poochies preferidos de todo el mundo. Además de la Kate Pryde macarra de Merodeadores, tendremos a Lobezno y a Cable.