Siguiendo con la edición cronológica de los 4F de Dan Slott (y también de los Vengadores de Jason Aaron), toca hacer un alto en el camino para leer el evento que se centró en estas dos series, aunque pasó por un buen puñado más de ellas. Ha llegado Imperio.
Una de las historias más épicas de la historia de Marvel, y la que sentó las bases de la parcela cósmica de la editorial, es La Guerra Kree-Skrull original. Lo de llevarse el foco de la historia al espacio exterior y que tuviera un alcance mucho mayor fue tan impresionante que décadas después se sigue repitiendo el esquema periódicamente. Pero claro, la obra de Roy Thomas, Neal Adams, y los hermanos John y Sal Buscema tenía algo más que una historia molona: tenía un equipo creativo auténticamente brillante. Posteriormente, ni la Guerra Kree-Shi’ar (a.k.a. Operación Tormenta Galáctica), ni la segunda Guerra Kree-Skrull (vista en la Estela Plateada de Steve Englehart) estuvieron a su altura. Sí que ha habido momentos brillantes fuera de la Tierra desde entonces (podríamos hablar de El Guantelete del Infinito o Aniquilación), pero cuando se ha intentado emular la idea del conflicto entre dos razas estelares, la cosa suele quedarse corta.
La Guerra Kree-Skrull es una de las inspiraciones de Imperio, pero no es la única. La otra sería La Saga de la Madonna Celestial, una historia publicada también en Vengadores durante la primera mitad de la década de los 70, durante la etapa de Steve Englehart y Sal Buscema, quizás no tan épica como la mencionada Guerra pero igual de importante -si no más- para la historia que tenemos entre manos. En ella se desarrollaron los personajes de Mantis y el Espadachín, y vimos la muerte de este último y su posterior resurrección como miembro de la raza vegetal de los Cotati, a los que también conocimos en aquellas páginas. Ya en los años 80, Englehart les dio el hijo profetizado a Mantis y el Espadachín/Cotati, el que estaba llamado a ser el Mesías Celestial llamado a cambiar el universo. Este vástago, llamado Sequoia -Quoi para los amigos- volvería a aparecer a principios de este siglo en una serie limitada llamada Avengers: Celestial Quest (publicada aquí en Vengadores Infinitos), y con eso ya tenemos todo lo que habría que saber antes de enfrentarse a Imperio.
Imperio tiene su primera semilla en el especial ¡Alerta! que salió hace unos años. Ahí vimos que Hulkling, el miembro de los Jóvenes Vengadores, es el heredero del Imperio Skrull, al que une con los Kree en una nueva entidad llamada La Alianza. Con ello, se acaba con milenios de hostilidad entre ambas razas, lo cual no quita para que haya ciertas reticencias. Y en este tomo nos encontramos con el origen de este conflicto: en un pasado remoto, los Skrulls, ya una raza avanzada por entonces, aterrizaron en un primitivo planeta en el que convivían dos razas, y organizaron una competición entre ambas para determinar cuál merecía ser ascendida. Los vencedores fueron los Cotati, posteriormente casi aniquilados por los perdedores, los Kree. Desde entonces, Krees, Skrulls y Cotatis se odian mutuamente.
Imperio empieza con dos especiales, uno de los Cuatro Fantásticos y otro de los Vengadores, en los que cada grupo entra en contacto con una de las partes del conflicto. Por un lado, los 4F rescatan a una pareja de niños, un kree y una skrull, de una arena galáctica. Por el otro, los Vengadores reciben una petición de ayuda de los Cotati desde la Zona Azul de la Luna, que dicen que los Kree y los Skrull se han unido para atacarlos una vez más. El conflicto estelar es inevitable, y todo parece dirigirse a un enfrentamiento paralelo entre Vengadores y Fantásticos… hasta que cae el telón y se ve que los pacíficos Cotati no lo son tanto. Pero no es el único engaño que hay en este conflicto. También hay intenciones turbias entre los Kree y los Skrull.
La estructura de Imperio está a medio camino del crossover amable con el lector, el que no obliga a leer ningún tie-in para comprender la historia -al estilo de El Guantelete del Infinito, por ejemplo- y el más cruel que si no te haces con determinados tie ins te quedas con agujeros en la historia -como Civil War-. Imperio fueron en total cuarenta números, de los cuales tenemos en este tomo los once centrales. En general, la comprensión de la historia no se ve resentida por la ausencia de las historias secundarias, pero sí es cierto que en varios momentos se hace referencia a acontecimientos que ocurren fuera del tomo. Más sangrante es el hecho de que deberían haber aparecido dieciocho números más que nunca vieron la luz por culpa de la pandemia de 2020, y en los que se habrían explicado cosas como los nuevos poderes de Thor que aquí aparecen básicamente porque sí. Quizás habría estado bien leer algún tie in extra, como Mesías Celestial o Emperador Hulkling, pero el tomo de Marvel Premiere que tenemos entre manos supera las trescientas páginas ya. Por cierto, los tie ins de Capitana Marvel están francamente bien, por si alguien necesita algún argumento para darle una oportunidad a la serie de Carol Danvers escrita por Kelly Thompson.
El evento está coescrito por dos guionistas, Dan Slott, que llevaba por aquellos entonces las riendas de Los Cuatro Fantásticos, y Al Ewing, que sustituye a Jason Aaron como representante de los Vengadores. La historia central está dibujada por Valerio Schiti, que hace un trabajo impecable, aunque palidece ante las páginas de Pepe Larraz y Javier Rodríguez que vemos en el prólogo.
La sensación final que nos deja Imperio es que es un evento más que correcto, pero tampoco que vaya a pasar a la historia como los mencionados El Guantelete del Infinito o La Guerra Kree-Skrull. Es una historia de acción palomitera sin demasiados complejos, pero que quizás peca de estar demasiado alargada. Aún así, para los fans del entorno cósmico de Marvel, es totalmente recomendable.