Si el Doctor Extraño fuera un personaje en primera línea de popularidad, habría recibido el mismo tratamiento que series como los Vengadores de Jonathan Hickman o el Veneno de Donny Cates: cuando un arco argumental tiene potencial para ser una historia importante para el Universo Marvel, se le saca fuera de la serie principal y se convierte en evento. Así ocurrió con Infinito o Secret Wars en el primer caso o Matanza Absoluta y Rey de Negro en el segundo. Pero claro, aún con su película en solitario a punto de ser estrenada y con un equipo creativo bastante llamativo, Stephen Extraño es uno de los personajes raritos de la editorial. En otras condiciones, la muerte de la magia en el Universo Marvel habría dado para macroevento, pero se quedó en una historia de la serie mensual del Doctor (con un tie in en un olvidable especial de Masacre que se ha quedado inédito en castellano) y un tema que se exploró tangencialmente en La Bruja Escarlata y Hércules. Vamos a ver qué nos contaron Jason Aaron y Chris Bachalo en Los últimos días de la magia.
El anterior tomo de la serie, El camino de lo oculto, planteaba la muy interesante idea de que la magia tiene un precio y que la modificación de la realidad no le sale gratis al conjurador. Ese primer tomo nos daba la sensación de que podíamos estar empezando una de las etapas más memorables del Doctor Extraño. Y aunque Los últimos días de la magia es un tebeo más que correcto, nos deja la sensación de que es un paso atrás respecto al prometedor arranque.
En este segundo arco argumental desviamos la atención hacia los Empirikul, a los que llevamos viendo desde el principio de la serie, y por fin sabemos qué es lo que han venido a hacer. La civilización tecnológica está saltando a través de las dimensiones exterminando la magia, como opuesta de la ciencia, allá por donde pasa. Y habiendo llegado a la Tierra 616, es labor de todos los personajes mágicos plantar cara a esta plaga de langostas mágica. Pero cada éxito de los Empirikul es menos recursos para los personajes místicos, y la batalla es cada vez más complicada.
La idea tiene un potencial innegable, eso es cierto. El problema es que no termina de funcionar, no está todo lo bien ejecutada que debería. Y no por el dibujo de Chris Bachalo, que hace un trabajo a la altura de lo que se espera de él, tanto para seguidores como para detractores. Dejando dicho que el apartado gráfico es de notable -apreciaciones personales, por supuesto- no queda más remedio que achacar los fallos que se perciben al escritor. Lo que cuenta es correcto, la línea argumental fluye razonablemente bien… pero periódicamente nos vamos encontrando aquí y allá con detalles que nos sacan de la lectura. Quizás el más fuerte sea la no precisamente inspirada caracterización del Imperator. Las motivaciones que lo llevan a hacer lo que hace son incluso sonrojantes. Pero ante una amenaza tan fuerte como la de la destrucción de toda energía mágica, el apoyo que recibe el Doctor Extraño es… de segunda fila. Sí, tenemos a la Bruja Escarlata, a Hellstorm (traducido como Tormenta Infernal, pequeño tirón de orejas), a Magik, al Doctor Vudú, a Shaman y Talismán de Alpha Flight, y a varios personajes de creación ex profeso para esta historia. ¿Pero dónde están los demás personajes mágicos y místicos del Universo Marvel? ¿Dónde están los Bloodstone, Meggan, Amanda Sefton? ¿Dónde están los Hijos de la Medianoche? ¿Los villanos mágicos como Selene, el Doctor Muerte, Modred o Belasco? ¿El Capitán Britania? ¿Thor?
Si a esto le añadimos una búsqueda de objetos místicos por todo el planeta como si fueran los últimos depósitos de energía mágica del mundo como si fuera una gymkana y un final con un toque de Deus ex machina, nos queda una historia correcta en lo formal pero que no tiene unos cimientos precisamente sólidos.
La etapa de Jason Aaron empezó de forma muy prometedora, pero este segundo tomo da un paso atrás, y sabiendo que el escritor de Scalped se quedó tan solo durante veinte números, de los que acabamos de llegar al ecuador y aún no ha conseguido emocionar en casi ningún momento. Parece que tampoco en esta ocasión llegaremos a tener esa legendaria etapa que va necesitando el personaje.