De todas las aportaciones que hizo Frank Miller a los mitos de Daredevil, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que la más compleja es Elektra Natchios. Es un personaje con una fuerza brutal, pero también tremendamente difícil de escribir, y varios de sus sucesores han presentado una versión de la asesina griega que oscila entre un pálido reflejo de la versión de su creador y un chiste de mal gusto. No es el caso en la etapa que estamos leyendo de Chip Zdarsky, que nos está dando a una de las mejores Elektras que hemos visto desde los lejanos tiempos de Miller. Vamos con el séptimo volumen de la recopilación en Marvel Premiere, Encierro.
Encierro recopila los últimos números de Daredevil antes de la llegada del evento El reinado del diablo. En estos números tenemos momentos adrenalínicos de acción desquiciada, pero también otros con un muy buen tratamiento psicológico de los personajes. Uno podría pensar que mezclar tonos tan extremadamente opuestos daría lugar a un tomo inconexo… pero, curiosamente, no es el caso. Zdarsky demuestra tener el control de lo que nos está contando, y todo lo que ocurre tiene un sentido, viene de algún sitio y no resulta forzado en ningún momento. Y se mantiene la sensación de que estamos ante la mejor etapa del personaje, posiblemente, desde la época de Brian Michael Bendis y Ed Brubaker que terminó hace ya más de una década.
En la parte más puramente superheroica, hay dos puntos a destacar, cada uno protagonizado por uno de los dos Daredevil que hay en este tomo. Por un lado, Matt, durante su encierro en la cárcel, se ha encontrado con una trama de corrupción que hace que su tiempo cumpliendo condena vaya a ser más complicado de lo que ya parecía inicialmente. Una trama que se extiende hasta los niveles más altos de la jerarquía carcelaria y que Murdock no podrá combatir todo lo eficazmente que debería porque no está en posesión de todas sus facultades.
Fuera de la cárcel, la Elektra Daredevil tendrá que enfrentarse a uno de sus principales adversarios… tanto para el personaje al que representa el traje como a la persona que está dentro de él. Hablamos, por supuesto, de Bullseye, con quien Elektra tiene un cierto rencor desde que la matara hace ya más de cuarenta años. Afortunadamente, ya está mejor. Pero la cosa se puede complicar aún más. ¿Qué es peor que Bullseye? Muchos Bullseyes.
En el plano más personal tenemos tres puntos a destacar, los tres pilares alrededor de los que se está articulando esta serie últimamente. Por un lado, tenemos la identidad de Matt. En la época de Mark Waid se hizo un borrón y cuenta nueva de quiénes conocían el nombre de la persona que estaba debajo de la máscara del diablo, de una forma un tanto extrema. Así que ahora, el proceso de revelación de su identidad secreta está empezando de nuevo… para bien y para mal. Se dejan caer posibles acontecimientos futuros que nos llevan de vuelta a la etapa de Frank Miller, una de las principales inspiraciones de Zdarsky en esta serie. Bueno, de Zdarsky y de casi todos los autores que han pasado por el cuernecitos en las últimas cuatro décadas.
También Elektra pasa por su propio momento de transformación. Al estar vistiendo el disfraz de Daredevil, está viendo la realidad desde una perspectiva diferente a la que está acostumbrada, lo que hará que su actitud cambie. Poco a poco vemos que empieza a no ser la asesina fría y calculadora que fue tiempo atrás.
Y luego está Wilson Fisk. Ya no es el rey de los bajos fondos de Nueva York, y ahora es su gobernante oficial. Pero por mucho que aparente haber dejado atrás sus negocios turbios, y que haya encontrado el amor una vez más, sigue sin ser trigo limpio. Y la última página de este tomo nos hace temer lo que pueda hacer si consigue recordar algo que olvidó tiempo atrás.
Encierro nos deja justo en puertas de El reinado del diablo, el evento que se recopila íntegro en el siguiente tomo de Marvel Premiere, que verá la luz en enero. Afortunadamente, la miniserie en cuestión está dibujada íntegramente por la estrella gráfica de la serie, el italiano Marco Checchetto. En el lado de los contras, para poder dibujar esa serie, ha habido que buscarle reemplazos en la serie regular del personaje, y en este tomo sólo dibuja un número, repartiéndose los otros cinco entre nada menos que otros cuatro dibujantes. Qué se le va a hacer.