Empecé a comprar de forma regular la serie de Daredevil a finales de 1999, con la serie en grapa que empezaron Kevin Smith y Joe Quesada dentro del sello Marvel Knights. Durante diecisiete años, seguí fiel a la serie del Diablo Guardián en sus buenos momentos, con autores como Brian Michael Bendis o Mark Waid, y en los no tan buenos con gente como Andy Diggle. Hasta que llegó Charles Soule. Por mucho que Daredevil fuera uno de los personajes que más tiempo llevaba comprando mes a mes -o semestre a semestre, cuando las bajas ventas lo desterraron a formato tomo-, el reseteo que Soule hizo del personaje me echó por completo. Afortunadamente, todo lo malo se acaba y con el tiempo, entra un nuevo guionista, Chip Zdarsky. Pero yo ya me había bajado y no presté atención al cambio de equipo creativo.
Con el tiempo, empiezo a escuchar muy buenas críticas de la nueva etapa. Pero cuando por fin me decido e intento recuperar los números atrasados, me encuentro con que varios de ellos ya no están disponibles. Afortunadamente, Panini ha corregido ese error, y año y medio después de su edición en grapa tenemos de nuevo en las tiendas el Daredevil de Zdarsky, en esta ocasión en el nunca suficientemente alabado formato Marvel Premiere, del que ya han salido dos volúmenes. Vamos con el segundo, No hay diablos, sólo Dios.
Un detalle fundamental sobre el personaje es que Matt Murdock es una contradicción permanente, un detalle que Zdarsky tiene bien claro y que Soule no entendió o no quiso entender. Murdock es el tipo que por el día defiende a los acusados y por la noche es un vigilante que sale a cazarlos, el que en su identidad civil es católico y en la superheroica se viste de diablo, el ciego que tiene gracias a su radar una vista más aguda que cualquier persona con la que se cruce. Y es alrededor de esta idea donde Zdarsky plantea el inicio de su etapa. Tras haber provocado la muerte de un delincuente en los primeros números, Murdock cuelga el traje de Daredevil, y en este segundo arco argumental le tenemos despojado de su doble identidad por primera vez desde yo qué sé hace cuánto. Quizás en la publicación mensual original, estar casi medio año sin ver en ni una sola viñeta a Daredevil pudiera hacerse largo para algún lector, pese al altísimo interés que tiene este arco argumental. Pero leído de una sentada en su recopilación en tomo se hace fascinante y se pasa en un suspiro.
Lo que nos presenta aquí Chip Zdarsky es a Matt Murdock teniendo una crisis existencial. Enfrentado a su dualidad, llega a ser consciente de que su existencia previa era totalmente paradójica, e intenta darle algún tipo de coherencia a su vida, pero otra cosa es que lo consiga. Como católico debería cumplir el mandamiento de no desear a la mujer del prójimo, pero empieza una relación con una mujer casada. Y por si fuera poco, perteneciente a una de las familias mafiosas de Nueva York.
Otro personaje que se ve enfrentado a una situación de opuestos es Wilson Fisk. La desaparición de las calles de Daredevil hace que el antiguo Kingpin y actual alcalde de la Gran Manzana se plantee su vida en los bajos fondos criminales y decida que puede vivir de forma legal. Si lo conseguirá o no, y si su legalidad hará que deje de ser un personaje malvado sin blancos ni grises es algo que tenemos que ver aún.
Al dibujo tenemos a Marco Checchetto de vacaciones, con lo que nos toca sustitutos con desigual resultado. Los primeros cuatro números los dibuja Lalit Kumar Sharma, que cumple pero sin emocionar en ningún momento y haciendo que echemos de menos al dibujante titular. En cambio, el quinto número corre a cargo del barcelonés Jorge Fornés que cada vez nos deja con la boca más abierta. En su número, centrado en el detective North, tenemos al antagonista del Cuernecitos enfrentado a la corrupción policial de su comisaría, y su estilo, que recuerda bastante al de David Mazzucchelli nos hace recordar la legendaria Batman: Año Uno.
Conoce el miedo. el primer tomo de la recopilación de la etapa de Zdarsky en Marvel Premiere, nos hizo retomar la atención sobre un personaje que no estaba atravesando precisamente su mejor momento, pero No hay diablos, sólo Dios nos deja claro que el tomo anterior no fue un momento interesante puntual con el que llamar la atención. Si el resto de la serie sigue con el nivel de interés de estos primeros diez números que hemos leído hasta ahora en Marvel Premiere, no descartemos que el nombre de Chip Zdarsky entre en el olimpo de los mejores escritores que ha tenido Daredevil, junto a Frank Miller, Brian Michael Bendis y Mark Waid.