Con la publicación de “Marvel Premiere El Asombroso Spiderman: La telaraña rota” alcanzamos el número sesenta USA de la etapa de Nick Spencer en la que, en teoría, es la cabecera principal de toda la línea editorial de Marvel Comics. Con esta pesada carga, el escritor comenzó con brío su etapa en la serie, con unos episodios muy divertidos pero que, poco a poco, fueron sucumbiendo ante un elemento con nombre propio: Pariente.

Portada alternativa que mola más que el propio tebeo

En el volumen anterior vimos cómo Spencer parecía liquidar la subtrama de esta nueva némesis del trepamuros con el arco “Restos mortales”. En sus páginas por fin se resolvía el misterio en torno a la verdadera identidad del maloso. Una revelación que no dejó indiferente a nadie, pero que, por lo general, no fue demasiado bien recibida. De hecho, hay quien acusa al escritor de oportunista, de tirar por la vía demasiado obvia, otros se refieren a él como rebuscado… La verdad es que estoy relativamente de acuerdo con ambas afirmaciones, aunque me gustaría añadir otro calificativo más: tramposo.

La trama de Pariente está lejos de terminar

Exacto, cuando parecía que la serie por fin podría levantar el vuelo… Nada más lejos de la realidad. Spencer se las ingenia para seguir alargando el chicle: primero con un epílogo de dos números y más tarde sumando nuevos actores a la función. Nuestro único consuelo es que su etapa finaliza definitivamente en el número 75, por lo que ya no queda nada para que todas las incógnitas sean resueltas.

Lo cierto es que podríamos llenar horas y horas de contenido hablando (o más bien especulando, como hicimos en el bloque final de un reciente programa de nuestro Twitch) de lo que se le pasaba al bueno de Nick por la cabeza cuando tuvo la feliz idea de parir a Pariente. Peor que esto, es la sensación de que el autor ha rodado a medio gas durante estos cuatro años, fagocitando elementos de etapas previas.

En serio, ¿qué necesidad había de volver a recordar la saga “Un día más”? Lejos de contentarse con eso, en este volumen asistimos al regreso de Mr. Negativo, un villano recurrente de la etapa de Dan Slott. De hecho, lo que pasa con este personaje encaja difícilmente con la propia cronología estipulada por Spencer en relación a las almas purificadas de todo tipo de maleantes por el resucitado Comepecados. Otra idea de bombero, todo hay que decirlo.

La sensación que me deja es que la serie se encuentra en una constante huida hacia adelante, tratando de llamar la atención del personal que sigue la serie más por completismo o inercia que por verdadero interés.

En la parte positiva me gusta ver por aquí a Kingpin siendo el villano calculador e inteligente (por muy alcalde que sea) que nunca debió ser. Además, las cosas como son, Spencer es un brillante dialoguista, no nos cansamos de decirlo, y sabe darle ritmo y emoción a sus historias (aunque éstas no acaben de convencernos). A nivel emocional, también conecta buenos ganchos con algunas escenas muy emocionales, como todo el capítulo en el que MJ enseña a Peter a enfrentarse a sus demonios mediante la improvisación teatral. Una secuencia que me ha recordado poderosamente a la teleserie “Barry” de Bill Hader.

Más allá de esto o de algún gag puntual, El Asombroso Spiderman de Nick Spencer es un tebeo con más fallos que aciertos que, mucho me temo, se lo va a jugar todo a la traca final. Habrá que ver por donde nos sale.

En la parte artística nos encontramos con el trabajo más que competente de Marcelo Ferreira y de Mark Bagley, quien consigue que los guiones que dibuja brillen con mucho más lustre del que tienen realmente.

Para cuando leáis esto seguramente habrá salido la siguiente entrega. Si todo va bien, no tardarás demasiado en saber nuestra opinión sobre la misma.