Pero qué bien me lo estoy pasando con la Era de Krakoa. Si bien es cierto que la ampliación del scope pasado Dinastía de X/Potencias de X hizo que se perdiera un poco de épica -no es precisamente viable estar constantemente con el volumen al 11, esto no es Spinal Tap-, pasados los seis meses que se tardaron en presentar la primera oleada de series, la franquicia mutante se ha vuelto muy disfrutable. Además, la segunda oleada de títulos, que comenzó hace un par de tomos de la recopilación en Marvel Premiere le está sentando francamente bien a estos títulos. Tras Lobezno y los Giant Size, en Amanecer de X 9 debuta una serie más, el cuarto volumen de Cable.
En la línea de los últimos meses, Amanecer de X 9 no contiene ya todas las series regulares publicadas en febrero y marzo de 2020. En este tomo tenemos un número de Nuevos Mutantes, ya sin Jonathan Hickman y con Ed Brisson en solitario, uno de los Merodeadores de Gerry Duggan, que hace doblete con el primero de Cable, dos números de los X-Men de Hickman y uno de X-Force de Benjamin Percy. Seis números de los que cinco están a un nivel más que aceptable. Vamos a darles un repaso a cada una de ellas.
El número de Nuevos Mutantes, aún teniendo su gracia, es el más flojo del tomo. Terminada la aventura espacial y la historia de la familia de Pico y Ángel, se abren nuevos frentes. En este número, escrito ya en solitario por Ed Brisson, Magma, Bum-Bum y Armadura viajan a la selva amazónica para visitar Nueva Roma, el lugar de origen de Amara, donde se encuentran unas criaturas monstruosas nunca antes vistas, pero que no es descartable que vuelvan a aparecer no tardando demasiado. Quizás lo más interesante de todo el número sean tres números en los que vemos que a Sebastian Shaw no se le tocan las narices en el ámbito empresarial. Por otro lado, nada que no supiéramos ya.
En Merodeadores se prueba una vez más que Gerry Duggan es uno de los escritores más interesantes de este primer año de Amanecer de X. En este número, seguimos con la historia de Darren Cross, el nuevo Chaqueta Amarilla, navegando por el torrente sanguíneo de Pyro como espía inflitrado entre las fuerzas de Krakoa para los Homines Verendi. Aquí Duggan se marca una historia que en algunos momentos nos llega a recordar a la memorable Origen de Christopher Nolan, no pudiendo reprochar nada a lo que aquí vemos. Sobre lo de la resurrección de Kate Pryde que arrastramos desde hace unos números… pues parece que hay algún problema. El arte de Matteo Lolli, resultón. Cumple con lo que nos tiene que contar pero no es espectacular ni rompedor.
Y depués llega Cable, con la versión del vástago de Scott Summers, drásticamente rejuvenecida en Exterminio. Puede que haya fans de este Nathan Summers jovencito, pero nos han dado el cambiazo de un personaje carismático, un soldado veterano curtido en mil batallas a lo largo de tiempo y espacio, por un chaval joven siempre de buen humor. Y a ver, el tebeo está bien, y Duggan hace un trabajo tan bueno al guion como Phil Noto al dibujo, pero este personaje no es Cable. No se siente como Cable. Dos puntos a señalar: los fans de Rom, serie de la que se ha vuelto a hablar recientemente, se llevarán aquí una grata sorpresa. Y la última página tiene una sorpresa de la que queremos saber más. Toca esperar: Cable nº 2 llega en Amanecer de X 12, allá para agosto.
Tras el joven Nathan tenemos un arco de dos números de los X-Men de Jonathan Hickman, la que supuestamente era la serie central de la franquicia y la que más nos interesaba en los primeros compases de Amanecer de X, pero tras haber demostrado Gerry Duggan y Benjamin Percy de lo que son capaces, la distancia entre el hype que nos provocan los números de Hickman y los demás ya no es tanta. En X-Men 8 y 9, tras una metida de pata hasta el fondo de Rahne Sinclair, el Nido viene a la Tierra. A Krakoa, como era de esperar. Y la presencia del Nido, la raza alienígena creada por Chris Claremont y Dave Cockrum, siempre es de agradecer, pero la del pequeño Nydo lo es mucho más. Tenemos grandes momentos de acción y algún toque de humor, algo que estamos viendo en los últimos tiempos en la obra de Jonathan Hickman y no era demasiado habitual. Sigue resultando desconcertante la presencia de Gabriel Summers, Vulcano, que había muerto al final de Guerra de Reyes en 2009 y había sido prácticamente olvidado desde entonces. Al dibujo, Mahmud Asrar y Leinil Francis Yu, en la línea de sus trabajos previos.
Y cerramos con un X-Force de Benjamin Percy. Hay varios momentos macarras en este tebeo, como mutantes jugando a la ruleta rusa o la zona de marcha de Krakoa, que sirven como pinceladas de lo que son los mutantes ahora como sociedad en lugar de como indivíduos. Vemos también el efecto de la resurrección en la mente de Dominó, sobre traumas y recuerdos. Resulta muy interesante y esperamos que vuelvan sobre este tema pronto. Al dibujo, Joshua Cassara, que se luce especialmente en una doble splash page.
Repetimos la sensación de que estamos ante una serie única de muy larga extensión y un alcance brutal. También es cierto que el número de series implicadas hasta ahora está razonablemente controladas: desde el final de HoX/PoX hasta este Amanecer de X 9 hemos tenido un total de siete series y algún one shot. De momento no es que la lectura siga siendo agradable: es que está mejorando respecto a los primeros meses. Ya veremos si pasado X de Espadas, en Reinado de X, se mantiene el sense of wonder. Para entonces tendremos catorce series regulares, cinco limitadas y siete one shots.