Poco a poco seguimos avanzando con la recopilación de la Era de Krakoa en Marvel Premiere. Con Amanecer de X 12 llegamos al final del tercer cuarto de este primer arco, que constará de un total de dieciséis tomos. Y en este tomo tenemos el primer número de Factor X, la última serie regular que se presenta antes de X de Espadas, el primer crossover de la línea. Aún tenemos tres números uno por delante, dos especiales de la línea Giant Size X-Men y una serie limitada con los cruces de los mutantes con Imperio, pero tras este volumen, todas las cartas de series regulares están ya encima de la mesa.
Abrimos Amanecer de X 12 y lo primero que nos encontramos es el cuarto número de Infernales, con el que se cierra el primer arco argumental de la serie de Zeb Wells, la más oscura y explícitamente violenta, lógico dada la alineación de sus personajes protagonistas… pero ahora también oscura en las ideas que plantea. Terminado el enfrentamiento entre los perros de presa de Krakoa y la Reina Duende, y destruído el laboratorio de clonación de Siniestro, toca volver a la patria mutante, donde se deja caer que el consejo tiene capacidad de decisión sobre quién tiene derecho a los protocolos de resurrección y quién no. Cada vez parece más turbio lo que ocurre en la isla viviente, y no sólo hablamos de que la raza que en tiempos buscaba la coexistencia pacífica con la humanidad tenga cada día unos tintes más supremacistas. Por cierto, se despide ya esta serie hasta X de Espadas, que llegará en algún momento a partir de febrero de 2024.
Seguimos con Merodeadores, la que posiblemente es la serie que mejor utiliza el pasado de la franquicia mutante de todas las actuales, y una de las más interesantes de lo que estamos viendo en estos tomos. Gerry Duggan tiene su fuerte en la caracterización de personajes y en los diálogos, y para los que llevamos décadas siguiendo sus andanzas, es un auténtico caramelito lo que tenemos aquí. En este número, salen a la luz ciertos diseños de armas que hizo Forja en el pasado -referencia a la primera aparición del personaje, en un número de Patrulla-X de la época de Claremont y John Romita Jr. de hace casi cuarenta años- y toca corregir errores. Que vale, que sí. ¿Pero qué pasa con la resurrección de Kate Pryde? Mmm. Igual la cosa es más complicada de lo que parecía.
Seguimos con Factor-X, el cuarto volumen de la serie. Había curiosidad por saber qué iban a hacer con el título, teniendo en cuenta que las anteriores encarnaciones del grupo han tirado cada una por su lado. Hemos tenido mutantes disfrazados de cazamutantes como excusa para reunir a la Patrulla-X original, un equipo mutante gubernamental, un grupo que lucha por los derechos civiles de los mutantes (en el volumen 2 de la serie, inédito en castellano), una agencia de detectives… y quizás sea a los detectives de Peter David a lo que más se parece esta etapa. Leah Williams, que ya nos sorprendió muy favorablemente en uno de sus primeros trabajos para Marvel en La Era de Hombre X o en La Asombrosa Mary Jane, presenta un grupo que se encarga de esclarecer las circunstancias de las muertes de los mutantes que se van a someter a los protocolos de resurrección, formado por Estrella del Norte, Polaris, Daken, Prodigio, Prestigio (nuestra Rachel Summers de toda la vida, vamos) y Chico Ojo. Al dibujo, tenemos a un espectacular David Baldeón, con su tradicional estilo hiperdinámico, con toques cartoon y amerimanga. El resultado final es uno de los planteamientos más interesantes que hemos visto en los últimos tomos de esta serie, pero siendo además una de las lecturas más entretenidas de los mutantes de Krakoa.
Segumos con nuestra dosis mensual de Hickman, con un nuevo Giant Size X-Men, dedicado en esta ocasión a Magneto. En este número, Magneto le hace un favor a Emma Frost buscándole una isla para un plan futuro de la Reina Blanca. Una isla que pertenece a Namor. En épocas anteriores, dos egos tan grandes como el del Señor del Magnetismo y el del Rey de Atlantis habrían chocado, pero en esta ocasión el encuentro no termina en conflicto. Consigue Hickman darle a Magneto un porte de elegancia, de ser la nobleza de Krakoa, que no evita que pensemos qué tendrá planeado para el futuro.
Y cerramos el tomo con el segundo número de Cable. El toque adolescente resulta extraño en esta versión joven del guerrero veterano curtido en mil batallas, pero la verdad es que la serie de Gerry Duggan y Phil Noto, con este Cable inexperto, es una lectura inesperadamente agradable.
Amanecer de X 12 ha sido uno de los mejores tomos de esta serie desde que empezó el año pasado esta recopilación. Por un lado, nos hace pensar que los que no nos subimos en su día a la edición en grapa nos hemos estado perdiendo algo muy bueno. Pero por otro lado, el formato en tomo es mucho mejor, aunque en ese tema, para gustos, los colores.