Las primeras series regulares del relanzamiento mutante post Dinastía de X/Potencias de X salieron con fecha de portada de octubre de 2019. Con los números que aparecen en Amanecer de X 10, llegamos a marzo de 2020. Hasta este momento, hemos tenido ocho series regulares (una de ellas, ya cancelada) y un especial autoconclusivo. En este décimo volumen de esta recopilación tenemos tres números de las series en curso, un segundo especial y el primer número de una nueva serie, Infernales. Aquí no se para planteando nuevas ideas.
Abrimos el tomo con X-Force, la serie responsable de darnos los momentos de acción de la franquicia mutante a estas alturas. Pero no es una serie sólo de acción descerebrada, como lo era en los tiempos de Nicieza y Liefeld. Benjamin Percy es un muy buen guionista -uno de los tres mejores de este primer año de Amanecer de X, sin duda- y además de momentos palomiteros, juega de forma muy interesante con los personajes. Quizás levante alguna ampolla entre los lectores más veteranos y puristas, pero al menos no se estanca. En la parte de acción, Lobezno, Chico Omega y Dominó combaten una amenaza vegetal (no olvidemos que desde que empezó la Era de Krakoa, el reino vegetal tiene una importancia clave para los mutantes) en Tierra Verde, un país creado por Archie Goodwin y John Buscema en los años 70. Como es de esperar, les ayuda Black Tom, un personaje que se hace muy raro ver en las filas de los buenos, pero no el más raro. Cosas de la amnistía. Y en el plano de personajes, estemos viendo que la Bestia está empezando a tomar decisiones cuestionables. Pero hablando de la moralidad, parece que en Krakoa la moralidad humana tradicional ha quedado atrás.
Seguimos con Excalibur, una serie de la que no teníamos presencia desde tres meses atrás. A día de hoy, Excalibur es el bicho raro de las series mutantes. Pero la verdad es que lo ha sido desde sus inicios. La constante presencia de Otromundo, de los Capitanes Britania y de la Majestriz Ópalo Luna Saturnina nos hace pensar en el Capitán Britania de Alan Moore con toques del Excalibur de Claremont y Davis y mutantes variados como Júblio, Gambito o Pícara. El tono es totalmente diferente del resto de series, y aunque no está mal, no termina de encajar con lo que leemos aquí habitualmente.
Y con el Excalibur clásico en la cabeza, nos llega el segundo Giant Size X-Men de esta temporada, centrado en Rondador Nocturno. Hasta el momento, todos los tomos de esta recopilación han tenido al menos un número escrito por Jonathan Hickman, y ésta es su representación en Amanecer de X 10. En esta historia autoconclusiva, Rondador, acompañado de Magik, Cifra y Chico Ojo, va a la antigua Mansión X, que está en ruinas una vez más. Y además, infestada de bichos. La historia es bastante normalita, destacando quizás el papel de Cifra, pero el gran protagonista de este tebeo es, sin duda, Alan Davis, el ilustrador que mejor ha representado a Rondador Nocturno en toda su historia. Además, en este número Davis se entinta a sí mismo, quedando mucho más suelto que cuando lo entinta Mark Farmer, y recordando en el acabado final a Neal Adams.
Tras el especial de nuestro querido Elfo, llega el primer número de Infernales. De la misma forma que ocurrió con Merodeadores, el título de esta serie viene de la tradición clásica mutante de los años 80 -los Infernales originales eran alumnos de Emma Frost y enemigos de los Nuevos Mutantes originales- pero sin tener nada que ver con su versión original. Los Infernales de Krakoa son una propuesta personal de Zeb Wells como un grupo en el que se unen los inadaptados y los psicópatas de la sociedad mutante. No tienen ningún tipo de vínculo entre ellos, no tienen motivos para llevarse bien y nadie les tiene especial aprecio. ¿Algo parecido al Escuadrón Suicida de DC? Mmm. Podría ser. Se retoma aquí alguna trama de la desaparecida Ángeles Caídos, poniendo el foco en Kwannon y Mister Siniestro, y el equipo está formado por Kaos, Creahuérfanos, Nanny, Chico Salvaje, Émpata y Cazador de Cabelleras. Al dibujo, Stephen Segovia con un estilo tan dinámico y tan expresivo como necesita una serie de estas características. Infernales debuta entrando por la puerta grande en la zona alta de la Era de Krakoa.
Y, para terminar, un número de los Nuevos Mutantes. Ed Brisson se lleva al grupo a Carnelia, una nación que no reconoce a Krakoa como país soberano y trata a los mutantes como ciudadanos de segunda en una historia con ecos del Apartheid. Quizás no sea la mejor serie de la franquicia, pero Brisson está tratando a los personajes de forma impecable. La forma en la que Magik planta cara a Cíclope es memorable, y Bum Bum… digamos que la echábamos de menos.
De nuevo, este Amanecer de X 10 ha sido una lectura totalmente satisfactoria. Si acaso, le podríamos poner como única pega que seguimos sin saber qué pasa con la resurrección de Kate Pryde y nos estamos empezando a poner nerviosos. Y en la siguiente entrega tampoco hay número de Merodeadores. Ya va valiendo, ¿eh?
