Puede que en los últimos tiempos en nombre de Brian Michael Bendis esté un tanto devaluado. Atrás quedaron los tiempos en los que el escritor de Cleveland nos maravillaba con Alias o Daredevil. Sus últimos trabajos en Marvel no fueron muy allá, pero lo que está haciendo en DC está sacando más muecas de desaprobación que alabanzas. Pero dado que el primer tomo de su Invencible Iron Man nos dejó muy buen sabor de boca y en Internacional, el segundo Deluxe de la recopilación de la etapa en Marvel Now!, entra como dibujante Alex Maleev, su compañero de andanzas en Daredevil, la lectura de este tomo es casi obligada. Vamos a ver qué nos encontramos por aquí.
Al igual que el primer tomo, Internacional incluye dos arcos argumentales separados. El primero de ellos, que da nombre a este volumen, incluye la serie completa International Iron Man, que duró tan solo siete números, dibujada por el mencionado Alex Maleev, y el segundo, de tres números, es el final del quinto volumen de Invincible Iron Man y mantiene en los lápices a Mike Deodato. Ambas series cierran con los números incluídos en este tomo por la extraña costumbre que tenía Marvel por esta época de andar cerrando y renumerando series cada dos por tres, pero como hemos comentado en otras ocasiones: frente a la insensatez de Marvel tenemos el sentido común de Panini, que publica las series por orden cronológico y con numeración sucesiva.
Internacional Iron Man tiene varias virtudes y varios defectos bastante claros. Nos cuenta dos historias machihembradas para que parezcan una sola, pero es evidente que poco tienen que ver entre ellas. Por un lado, nos presenta, flashbacks mediante, a Cassandra Gillespie, una mujer que fuera pareja de Tony durante su estancia en la Universidad, hija de un rival de Howard, teniendo al final una versión Stark de Romeo y Julieta. El problema es que Cassandra se ha convertido en el presente en una rival del propio Tony, siendo un planteamiento con un cierto interés que se queda en nada porque Cassandra no ha vuelto a ser vista terminada esta serie. La otra historia que tenemos en estos números retoma un cabo suelto que quedó la etapa de Kieron Gillen con el personaje, el tema de quiénes eran los auténticos padres de Tony Stark. De la misma forma que en la historia de Cassandra, con flashbacks constantes, se nos recuerda que Howard y Maria adoptaron al bebé Tony… pero se omiten todas las referencias que Gillen hizo a Arno Stark o al androide Rigeliano 451. Los dos números dedicados al tema de la paternidad, por cierto, son sin duda el punto álgido del tomo.
Esta serie se anunció como la serie paralela a Invencible en la que Tony Stark recorrería el mundo junto al reinventado Doctor Muerte. Los bandazos editoriales, unidos al cambio de status -temporal- que el personaje tuvo en Civil War II, tiraron por tierra todos los planes de Bendis. Al final, lo dicho. Siete números de una serie que se quedó tan solo en el planteamiento de lo que iba a ser.
El resto del tomo… bueno. Tenemos tres tie ins de la serie principal de Iron Man con Civil War II, un evento en el que el Vengador Dorado es coprotagonista. Era de suponer que estando escritas tanto la serie como el evento por el mismo escritor habría algo de coordinación… y la verdad es que ni eso se aprovecha. Son tres números perfectamente prescindibles hasta para el crossover que marcó 2016 y del que cinco años después ya nadie se acuerda. Sí es cierto que hay ciertas partes de este arco que tendrán importancia posterior, y que son la parte más destacable del mismo: poco a poco, Bendis nos va caracterizando cada vez más a Riri Williams, un personaje que a partir del próximo tomo tendrá una importancia crucial en la serie. Por cierto, aunque Civil War II haya sido publicado anteriormente a este tomo, es conveniente que sea leído después.
A nivel gráfico, tenemos dos autores a los que pocas pegas podemos poner. La parte de Internacional la dibuja el búlgaro Alex Maleev, frecuente compañero de andanzas de Bendis en series como Sam & Twitch, Daredevil, Halo, Spiderwoman o Caballero Luna entre otras. Aunque tiene un trazo mucho más simplificado de lo que le vimos en Daredevil, se entiende a la perfección con Bendis y la historia, con sus flaquezas y sus fortalezas, fluye de una forma muy ágil. Tremendamente ágil. Es una historia que te bebes de una sentada. En el resto del volumen mantenemos a Mike Deodato, correcto pero bastante menos inspirado que en el anterior volumen. El hecho de que sea una historia con más diálogos que acción también hace que se pueda lucir menos.
Durante la lectura, Internacional es un volumen que, como hemos comentado antes, el lector devora de golpe. No es hasta que cierra el tomo que es consciente de que, aunque ha tenido momentos bastante inspirados, está bastante por debajo de Reinicio. Aún así, es una obra disfrutable, quizás no del mejor Bendis, pero aún muy por encima de lo que ha estado dando recientemente.
