Allá por 2014, justo cuando volvió Peter Parker después de la memorable historia de Spiderman Superior, Marvel lanzó Negocios familiares, una novela gráfica original protagonizada por el personaje, un formato no precisamente habitual en las publicaciones del trepamuros. Ese mismo año, Panini la publicó en castellano, pero la edición original llevaba tiempo sin estar disponible. Ahora ha sido reeditada dentro de la línea Marvel Must-Have, con lo que podemos echarle un ojo todos los que la dejamos pasar en su día.
Seis años después de la legendaria presentación de Spiderman , en el quinto anual de Amazing Spider-Man, aparecieron por primera vez Richard y Mary Parker, los padres de Peter. Y en lugar de ser personas normales, padres de un chaval normal de Queens, resultaron ser superespías de la CIA reclutados por el mismísimo Nick Furia. El anual en cuestión tuvo su gracia, pero hay que reconocer que tampoco venía mucho a cuento darle un trasfondo especial a dos personajes que eran poco más que una excusa argumental para definir el trauma vital del Peter adolescente. Unos padres en la nevera a los que se uniría un tío en la nevera, vamos.
El caso es que pasan los años, y tampoco es que se haga demasiado caso a esa historia, salvo para la polémica línea argumental que desembocaría en la noventera Triunfo y tragedia. Pero parece que lo de jugar con el pasado familiar de Parker resulta jugoso, y en 2014, precisamente en este tomo que tenemos entre manos, se nos dice que Peter no era hijo único, que tiene una hermana llamada Teresa que se dedica a los Negocios Familiares a los que hace referencia el título: también es una espía.
Mark Waid y James Robinson, dos veteranos guionistas que han dado varias de las mejores obras del género superheroico en los últimos treinta años, presentan una trepidante historia que mezcla una trama de espionaje internacional a lo James Bond con personajes y lore del Universo Marvel más pijamero. Así, Teresa Durand tiene que defender a Peter Parker, del que desconoce su identidad secreta, de unos criminales que quieren utilizarlo para desenterrar un tesoro escondido bajo la ciudad de El Cairo. Detrás de ese tesoro va también Kingpin, y en un momento determinado de la historia hace presencia un Durmiente, uno de los robots de Cráneo Rojo que Jack Kirby creó en los años 60 para el serial del Capitán América en Tales of Suspense.
La presentación de Teresa, por cierto, era intencionalmente ambigua, y sin intención de que se reutilizara al personaje. Pero años después, Chip Zdarsky la reintrodujo en su etapa en Espectacular y parece que se ha convertido en canon, habiendo sido utilizada también por Nick Spencer.
El caso es que, aunque Robinson y Waid son dos autores con mucho oficio, la historia queda… rara. Spiderman es un personaje muy asociado a historias de entorno urbano, y en sus series Nueva York es un personaje más de la historia. Llevarle a dar vueltas por el mundo en busca de un tesoro escondido con agencias de espionaje, organizaciones criminales internacionales y robots nazis no casa bien con lo que esperamos del personaje. Aún así, Negocios Familiares tiene un buen ritmo y está impecablemente bien dialogada. Sólo es que no parece una historia de Spiderman.
Al dibujo tenemos a los italianos Werther Dell’Edera (Hay algo matando niños) y Gabriele Dell’Otto (Secret War) presentando un arte pictórico que resulta visualmente atractivo -una novela gráfica tiene que ser diferenciable de una grapa mensual cualquiera-, pero también es cierto que resultan un tanto estáticos y acartonados en algunos momentos.
Esta edición viene con una surtida cantidad de extras, entre las que tenemos las habituales cronologías, lecturas complementarias y biografías de autores de la línea Must-Have de Panini, pero también tenemos el proceso creativo de cinco páginas, partiendo del guion, siguiendo por un boceto a lápiz y terminando con la página terminada.
El resultado final es un tebeo sin duda entretenido de leer, aunque con los peros previamente señalados. No es una historia icónica del personaje, pero sí es cierto que, retrocontinuidad mediante, presenta a un personaje que ha tenido una cierta presencia en las series arácnidas en la última década, y como tal, los completistas del trepamuros harán bien en tener este tomo en su colección.