Sin lugar a dudas, Marvels es uno de los grandes clásicos modernos que ha dado Marvel Comics. La obra de Kurt Busiek y Alex Ross ha sido reeditada decenas de ocasiones en el mercado estadounidense en los casi veintiocho años que han pasado desde la publicación de su primer número, pero es que incluso en España, con un volumen de ventas mucho menor que el norteamericano, ha sido editada un total de siete veces por dos editoriales distintas. Vamos a ver qué nos encontramos en la más reciente, que ha visto la luz dentro de la línea Marvel Must-Have, tan solo tres años después de la Edición Deluxe y uno después de la grapa Marvels: Epílogo.
A estas alturas, poco se puede decir de Marvels que no se haya dicho ya. Kurt Busiek nos cuenta la vida de Phil Sheldon, un fotógrafo que vive la vida diaria del Universo Marvel a pie de calle. Es la representación de la persona media, sin poderes, sin amigos superhéroes, en un mundo lleno de prodigios. Phil es ese típico personaje de relleno del tebeo superheroico, que rellena las viñetas sin nombre, sin apenas líneas de diálogo y que representa al lector. El hombre con los pies en el suelo que mira hacia arriba para ver a los héroes, punto de vista que representa de una forma maravillosa Alex Ross en varias ocasiones a lo largo de la obra.
Pero no sólo tenemos en Marvels una representación de cómo vería un ser humano normal a los superhéroes en un mundo en el que éstos existieran. También tenemos un repaso a las primeras décadas del Universo Marvel. Empieza con un número cero a modo de prólogo, centrado en la Antorcha Humana original, el personaje que ocupa la portada del Marvel Comics nº 1 y con el que se funda este universo de ficción. El primer número sirve de repaso a la Golden Age, recreando acontecimientos sucedidos en publicaciones de Timely editadas entre 1939 y 1941. El segundo está centrado en los años de creación de Marvel, hablando tanto como de editorial como de universo compartido, y rememora eventos de títulos como Fantastic Four, Journey Into Mystery, Tales To Astonish, Amazing Spider-man o Avengers. El tercero se centra en la consolidación y los momentos álgidos de la Silver Age, centrados en la Trilogía de Galactus. Y el cuarto y último de la miniserie original nos lleva hasta la Bronze Age, con la Guerra Kree-Skrull, la Muerte de Gwen Stacy -nunca antes Gwen fue tan adorable como en los pinceles de Alex Ross-, los temas raciales personalizados en Luke Cage o el romance de la Visión y la Bruja Escarlata. Se incluye también en este tomo el Epílogo, publicado originamente como celebración del 25 aniversario de la serie original, y da un paso adelante, llevándonos hasta los años 80, en una etapa de transición que va dejando atrás la Bronze y se encamina hacia la Modern Age que toma como referencia la Patrulla X de Chris Claremont.
En definitiva, estamos ante una obra que un lector ocasional podrá disfrutar razonablemente, principalmente por el espectacular arte de Alex Ross, pero también por un guion muy bien llevado de Kurt Busiek, aunque quizás peca de excesivamente homenajeador a momentos que quizás no dirán nada a un lector no habitual. En cambio, los veteranos del medio se encontrarán aquí una de las mayores cartas de amor que se han escrito jamás al cómic superheroico.
Quizás la mayor pregunta que nos podemos hacer sobre esta edición es qué tiene de diferente respecto de las anteriores. El punto que hace que sea interesante, aparte del precio (15€, frente a los 35€ que costaba la edición de lujo de 2018) es que estamos ante la única edición en tomo que incluye la obra de Busiek y Ross completa. Además de los números 0 al 4, que llevan apareciendo desde la edición en cartoné de Fórum de 2003, la edición de Marvel Must-Have incluye también el epílogo, que vio la luz en castellano por primera vez el año pasado. Además, cuenta con una breve sección de extras -doce páginas- al estilo de las que hemos podido ver en otros títulos de esta serie, con portadas alternativas, biografías de los autores, una cronología y comentarios de los autores.
Quizás no esté justificada la compra de este tomo por parte de quien tenga esta obra en alguna de las ediciones previas sólo por la inclusión del epílogo. Pero los lectores que no tengan este título en su colección, ya sea por llevar poco tiempo coleccionando superhéroes o por haberlo perdido, deberían poner esta edición en su punto de mira. Es una edición correcta, económica, y desde luego es un cómic que hay que tener. Es uno de los cinco títulos que han visto la luz en Marvel Must-Have que más merecen el calificativo.
