Uy, un nuevo tomo de Marvel Must-Have dedicado a recoger las diferentes series de Bendis en la franquicia de los héroes más poderosos de la Tierra. Digo esto porque no termino de entender que tras pasarnos varios años con prácticamente un volumen de Nuevos, Poderosos, Oscuros o Vengadores a secas al mes, ahora se están espaciando tanto. En fin, zapatero a tus zapatos. Tras esta pataleta pasamos a hablar de los cruces del principal grupo de Marvel (al menos desde el estreno de su película en 2012) con el crossover “Miedo Encarnado”.

Antes de “Miedo Encarnado” llega el Hombre Maravilla

Pues sí, porque lo primero que nos encontramos nada más empezar la lectura es con la historia en dos partes “Venganza contra los Vengadores”. Publicada originalmente en los anuales de “Vengadores” y “Nuevos Vengadores”, esta historia supone la reunión del equipo creativo de “Secret War” o, lo que es lo mismo, la reunión de Brian Michael Bendis y Gabriele Del’Otto. Pero que nadie se emocione, que el artista está en horas bajas en estas páginas o más bien en horas vagas.

La premisa pone el foco en Simon Williams. El antaño actor de Hollywood, ahora pacifista manifiesto, está hasta el nacle de que los actos de su antiguo grupo hagan, según él, tanto bien como mal. Bien al ciudadano común, pero mal a sus propios miembros. El coleguita de la Bestia considera que los propios Vengadores son los culpables de la muerte de Janet (por no haberse coscado de la Invasión Secreta Skrull) o de la locura de Wanda por no haber sido capaces de separarla del mal que representa su padre y, hasta cierto punto, su furibundo hermano.

Podéis pensar, “oye, pues la idea tiene miga y su lógica”. Puede que la tenga, sí. Lo que sucede es que la ejecución es una completa chapuza. Una mierda como un templo (y el nefasto dibujo no ayuda nada) en la que un supuesto pacifista no duda en poner en práctica sus renovadas ideas lanzando un destructivo ataque contra la torre de los Vengadores. Lo peor es que no lo hace solo. Bendis se saca de la manga un grupo imposible formado por personajes tan variopintos como el Anti Veneno, Goliath, Atlas, Cazador de Demonios, Capitán Ultra, D-Man o Siglo (sí, el viejo feo de Fuerza de Choque).

Me da la vibra de que el guionista cogió un viejo Handbook de Marvel y puso el dedo de manera aleatoria en algunas páginas, porque la mayoría de integrantes del equipo no dicen o hacen absolutamente nada. Todo es muy gratuito y la historia concluye tal como empieza, a hostia limpia.

Ahora ya sí, llegamos a los números de la cabecera de los Vengadores ligados a “Miedo Encarnado”. Si recordamos, la saga de marras contaba que Cráneo Rojo y Pecado despertaban al Dios del miedo asgardiano. En el curso de la historia, se repartían una serie de martillos (más grandes y tan chungos como el del propio Thor) a una serie de personajes como Hulk o La Cosa. De hecho, el combate con Ben Grimm, cuyo nombre de poseído es Angrir el Quebrantaalmas, ocupa parte de estos fill-ins del evento.

¿Y qué podemos encontrarnos con los cruces con “Miedo Encarnado”? Pues a Bendis siendo Bendis con su habitual verborrea. Me da que el escritor no estaba muy conforme con no ser él el autor principal del crossover, por lo que al final los acontecimientos principales del sarao se la traen al pairo. La mayoría de los cinco números son páginas repletas de diálogos interminables en los que se entrevista a los integrantes del grupo para un futuro libro. Hablan de “Miedo Encarnado”; claro, pero la mayor parte del tiempo son monólogos en gran medida absurdos con algunos momentos sonrojantes, sobre todo cada vez que Ojo de Halcón, Spiderwoman y Ms. Marvel no dudan en soltar frases gilipollescas propias de adolescentes calenturientos. Por lo menos tenemos a Chris Bachalo. El que no se consuela…

Mucho mejor son las partes dibujadas por John Romita Jr. Bendis saca partido de la capacidad para plasmar escenas de acción híper dinámicas del artista. Por un lado, veremos el mencionado combate de Los Vengadores contra Ben Grimm y por otro un asalto del Capitán América y sus particulares “Ángeles de Charlie”, formado por Sharon Carten, Maria Hill y Victoria Hand a un castillo repleto de viejos villanos nazis. Aquí la diversión está más que garantizada.

En definitiva, una de las entregas más flojas de la serie. Como siempre, es una lectura entretenida, efectista y fácil. Pero en esta ocasión adolece de la falta de ambición o pretensiones de un Brian Michael Bendis se ha limitado a cumplir con el expediente.

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