A la tercera va la vencida. Tras el comienzo nefasto de estos Poderosos Vengadores con un arco dibujado por Frank Cho y una continuación algo descafeinada con Mark Bagley, llegamos al arco que muestra todo el potencial de la serie con un Brian Michael Bendis que se siente de verdad a gusto con la colección.
Han tenido que llegar los cruces con Invasión Secreta para poder leer un puñado de historias que enganchan. En el presente volumen de Poderosos Vengadores, se reúnen los capítulos 12 a 20, un total de nueve episodios que, al igual que en Nuevos Vengadores, sirven para dar más empaque y valor a la historia principal de la batalla definitiva contra los Skrulls, crossover que no me cansaré de decir que es brillante en su concepción y planificación pero decepcionante en su ejecución final por lo atropellado que resulta el curso de los acontecimientos.
Invasión Secreta fue una larga trama río, claramente influenciada por el reboot televisivo de Battlestar Galactica, que se fue construyendo poco a poco a partir de la creación de un clima de paranoia y desconfianza como no se había visto nunca en el Universo Marvel. Bendis supo sacar oro del landscape provocado por Civil War para que los héroes se planteasen muchas decisiones (a veces incluso propias) y circunstancias sucedidas en los meses previos al evento en sí.
Este tipo de historias, más propias del thriller o del género negro, son las preferidas de Brian Michael Bendis. Pero claro, chocaban de pleno con el blockbuster de acción veraniega que fue Poderosos Vengadores durante su primer año de andadura. Menos mal que el autor pudo congraciarse consigo mismo (a la par que con buena parte de su base de seguidores) al abrazar un tono más cercano a su etapa en Daredevil o al trabajo que realizó en Powers.
A lo largo de estos nueve episodios de Poderosos Vengadores seremos testigos de cómo Bendis teje una trama que responde a muchas de las preguntas que quedaron sin respuesta durante Invasión Secreta. Y al igual de lo que hizo en Nuevos Vengadores, la trama dará saltos en el tiempo para centrarse en momentos concretos que resultaron decisivos más tarde. Eso sí, aquí la acción está centrada en buena medida en la Tierra y no en el imperio Skrull.
Destacar que en “Poderosos Vengadores: Invasión Secreta” vemos la mejor versión del guionista de Brooklyn como arquitecto del Universo Marvel. El escritor retrocede en el tiempo hasta la Guerra Secreta que invocó Nick Furia contra Latveria para, a partir de ahí, construir toda una red de traiciones, giros y sorpresas. Seremos testigos también del regreso de Daisy Johnson que, emulando los pasos de Charles Xavier al comienzo de la segunda génesis de la Patrulla X, recluta a los miembros de los Guerreros Secretos de Nick Furia, por lo que los conoceremos uno a uno hasta presenciar su primera misión.
En el lado villanesco hay un puñado de argumentos potentes que se desarrollan con detalle, como son las suplantaciones de Jarvis, Hank Pym o Elektra, nombres que igual no son tan rimbombantes como los de un Capitán América, un Iron Man o un Thor. Pero Bendis consigue que nos creamos que su elección no es para nada casual y responde a inteligentes razones.
Estamos ante una entrega densa y cargada de información cuya lectura es enormemente disfrutable por el carácter de thriller de alto impacto que van tomando los acontecimientos. Los diálogos, así como los silencios, roban el protagonismo a la acción garrafonera que es empleada a modo de ráfagas concisas y certeras para momentos muy concretos y que me ha recordado a las novelas de Tom Clancy, donde prima la planificación y desarrollo sobre las peleas y tiroteos.
En la parte artística tenemos un poquito de todo. Esta tercera entrega de Poderosos Vengadores empieza muy bien con un par de episodios dibujados por Alex Maleev (camarada de armas de Bendis en Daredevil). Luego, el grueso de capítulos son ilustrado por Koi Pham, que hace un trabajo cumplidor pero ni mucho menos a la altura de las circunstancias (flipo que fuera uno de los dibujantes elegidos como Young Guns en su promoción). Por último también hay lápices de Stefano Caselli, quien más tarde dibujaría Guerreros Secretos, por lo que todo queda en casa. Ah, tampoco nos olvidamos de las excelentes portadas homenaje de Marko Djurdjevic, con una selección de icónicos momentos Marvel pasados por el filtro Skrull.
En resumidas cuentas, un volumen excelente que complementa a la perfección la saga de marras. Mencionar que Brian Michael Bendis abandonaría la serie tras el número veinte (que sirve de emotivo epílogo a Invasión Secreta) para ser sustituido por un tal Dan Slott que iba ganando posiciones en la editorial a pasos agigantados.
La edición de Panini en su fastuosa línea Must-Have incluye los extras habituales con artículos, perfiles de los autores, línea cronológica… muy completo y útil en esta ocasión.