Brian Michael Bendis estuvo escribiendo las distintas series de los Héroes más poderosos de la Tierra entre 2004 y 2012. Ocho largos años en los que el epicentro de su etapa estuvo centrada en los llamados Nuevos Vengadores. Colección que, pese a las críticas que le acusaban de desnaturalizar al equipo, acabó siendo un éxito de ventas que le hizo merecedor de la confianza de Marvel Comics, logrando vía libre para cualquier proyecto que le interesase.

Esta confianza se la ganó a base de dar cohesión a un Universo Marvel que llevaba rechazando la idea de ser un cosmos único y compartido desde el comienzo de la etapa de Joe Quesada. Por lo tanto, podríamos decir que Brian Michael Bendis fue el arquitecto y que sus Nuevos Vengadores hicieron las veces de cimientos para lograr ese objetivo.

Los Nuevos Vengadores contra el Colectivo

Este cuarto volumen es el mejor de todos los publicados hasta la fecha. En él ya vemos un grupo totalmente consolidado que tiene tiempo para enfrentarse a peligros de todo tipo, a la par que lidia con problemas de índole más urbana, como el tema de las drogas en el barrio de Harlem, y es que a Bendis le tira mucho esa ambientación que le ha granjeado grandes alegrías en series como Daredevil o Alias.

La importancia de este volumen radica en que por primera vez desde Vengadores: Desunidos el escritor comienza a ocuparse de los problemas que ha ido creando. El mayor es claro: la práctica desaparición de la raza del Homo Superior como consecuencia de los acontecimientos del crossover Dinastía de M. Haciendo gala de la reflexión de Antoine Lavoisier relativa a que la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma, veremos dónde han ido a parar los poderes de todos aquellos personajes que dejaron de serlo por culpa de la Bruja Escarlata.

Con estos mimbres, Bendis crea a un nuevo personaje llamado el Colectivo que protagoniza una electrizante saga donde la mencionada construcción de background de universo resulta más interesante que la propia historia principal que, en esencia, se limita a un personaje súper poderoso que, emulando al Juggernaut, avanza sin que nada ni nadie pueda detenerlo. En las primeras páginas de la historia hay un acontecimiento que ya evidencia la total libertad de la que gozaba Bendis a esas alturas de la película. De un plumazo el guionista de Cleveland se carga a un grupo con solera sin que a nadie (fans o staff interno) parezca importarle.

Y es que esta etapa de Nuevos Vengadores dejaba poco margen para asimilar los acontecimientos, ya que tras finalizar una saga ya asomaba por el horizonte un nuevo evento. Como si de una franquicia de blockbusters cinematográficos se tratase, cada arco tenía que ser más explosivo y demoledor que el anterior, sin tiempo para lamerse las heridas o descansar.

Se nota mucho que BMB va sintiéndose más y más cómodo en la silla de director. El protagonismo creciente de María Hill que se gana la enemistad de estos Nuevos Vengadores, llegando a recurrir a las más sucias estratagemas para obtener la información que necesita, la va convirtiendo en un personaje fascinante. También seremos testigos del regreso de Daisy Johnson (debutante en la miniserie de Secret War) para ser usada como gigantesco atajo argumental en la saga principal recogida en este volumen.

No obstante el verdadero tesoro de este cuarto recopilatorio de la línea Marvel Must-Have de Panini dedicado a Los Nuevos Vengadores son dos episodios publicados originalmente como el primer anual y un especial fuera de colección. En el anual nos encontramos con la versión más juguetona del guionista, al abrazar todos los tópicos que debe tener toda boda dentro del género de superhéroes (con irrupción de un súper villano incluída).

Ahora bien, el especial no es otro que Nuevos Vengadores: Illuminati, donde seremos testigos de la reunión de las mentes más poderosas del Universo Marvel. Un especial formado por una intensa conversación llena de pullas entre sus integrantes, con especial protagonismo de Namor, que se muestra realmente majestuoso. Un puñado de páginas que sirve de prólogo tanto a Civil War como a Planeta Hulk.

Toca abordar la parte artística, afirmando que el plantel de dibujantes que ilustró las colecciones de los Vengadores en dicha etapa son todo un dream team. En este volumen disfrutaremos de los lápices de Mike Deodato Jr. y Steve McNiven en la serie regular, de Olivier Coipel en el anual y de Alex Maleev en el especial. Todos ellos vivían un momento dulce en sus respectivas tareas, consiguiendo que este tomo sea todo un deleite visual.

Lo dicho, si estáis siguiendo la recopilación que Panini está haciendo de todo el run de Brian Michael Bendis en la franquicia vengadora y habéis llegado hasta aquí, será mejor que os sentéis y os preparéis para disfrutar porque se avecinan curvas.