Si hace unas semanas estuvimos hablando por aquí de los cruces de “Miedo Encarnado” con la cabecera de “Los Vengadores” (a secas) hoy toca centrarnos en cómo se tomó el grupo de Nuevos Vengadores la invasión nazi por parte de Pecado a la ciudad de Nueva York. Curiosamente, uno podría esperar que siendo un grupo mucho más urbano el equipo liderado por Luke Cage tendría un mayor peso en la trama, pero no, su participación fue más circunstancial y el grueso de este volumen es usado por Bendis para cerrar tramas que él mismo abrió muchos meses atrás.
Los primeros capítulos de esta entrega de “Marvel Must-Have Los Nuevos Vengadores” nos contarán una historia en dos períodos temporales distintos. En el presente, Puño de Hierro, el Doctor Extraño, Spider-Man y compañía se enfrentarán a los restos de H.A.M.M.E.R. (la organización creada por Norman Osborn cuando era el jefazo de seguridad de América) y a Superia, su nueva líder que causará bastantes problemas (y daños) al equipo.
Un nuevo equipo de Vengadores
Por otro lado, tenemos una narración en forma de flashback en la conoceremos a la Iniciativa Vengadores de los años 50. Un equipo formado por Furia, Dugan,Namora, Dientes de Sable, Kraven o Dominic Fortune encargado de cazar nazis rezagados que todavía sueñan con instaurar un Reich en todo el mundo. Además, para diferenciar ambas tramas, la actual contará con el trazo de Mike Deodato Jr. y la pasada con un Howard Chaykin que, sin estar en su mejor momento, realiza un gran trabajo.
Hay que reconocer que cuando Bendis se pone a toquetear la continuidad, lo menos que puede hacer uno es echarse a temblar. Lo que hizo con el pasado de los mutantes en el arco de la Patrulla X ligado de “Pecado Original” es directamente deleznable. Sin embargo, con estos Vengadores de 1959 hace un trabajo muy divertido de evidente influencia Pulp que se deja leer con mucho agrado.
Con ecos a la “Liga de los Hombres Extraordinarios” de Alan Moore y Kevin O´Neill, Bendis y Chaykin nos invitan a viajar al pasado en una aventura divertida, con algunos momentos muy amenos y que le sienta como un guante al artista. Recordemos que uno de los mejores trabajos del creador de American Flagg es precisamente una recordada miniserie de «La Sombra«. La premisa es de lo más imposible, hay personajes que de ninguna manera deberían estar ahí (siempre hablando en términos estrictos de continuidad) pero que le quiten lo bailao a los autores. Se nota que ellos se lo han pasado bien y los lectores que entren en el juego (entre los que me incluyo) seguro que lo disfrutan también.
Centrándonos ya en “Miedo Encarnado”, hemos de decir que se nota mucho que es uno de los pocos eventos de la época que no está escrito por el propio Bendis y por tanto no se molesta en exceso. La participación de los Nuevos Vengadores en el crossover le sirve de excusa al guionista para añadir un nuevo personaje al equipo. Uno de los pocos personajes con los que ha trabajado que todavía no había ingresado en las filas de esta versión de los héroes más poderosos de la Tierra. Y no digo más, que creo que bastantes pistas he dado.
Por lo demás, el escritor se juega la mano entera apostando por la acción más trepidante que pueda dibujar Mike Deodato Jr., que se encarga al completo de los lápices de todos los episodios relacionados con “Miedo Encarnado”. Más allá de esto, y como sucedía en los cruces de “Los Vengadores”, los diálogos son bastante tontos con algunas caracterizaciones de auténtica pena, en especial en los personajes femeninos. En el lado positivo tenemos a la Chica Ardilla, un personaje con el que solo Ryan North parece saber que hacer, pero que cada vez que sale nos garantiza unas buenas risas.
En definitiva, tras un montón de años en la franquicia, estos coletazos finales de Bendis se antojan algo forzados, carentes de la chispa de antaño y adolecen de una falta de ideas un tanto decepcionante. Siguen siendo tebeos divertidos, pero aquí más que nunca se aprecia la necesidad de que entre sangre nueva en el título. Esa sangre sería la de Jonathan Hickman y me encantaría que Panini decidiese seguir con su etapa en este formato una vez termine la del escriba actual.
Por último, la edición de Panini incluye los abundantes extras habituales de la línea como portadas alternativas, artículos de todo tipo o cronologías.