Posiblemente, el cómic más importante de la historia de la franquicia mutante fuera el Giant-Size X-Men nº1 de Len Wein y Dave Cockrum, editado allá por 1975. Sin duda, el primer número de X-Men de 1963 tiene la innegable trascendencia del hecho creativo, pero no hay que olvidar que la colección original fue cancelada siete años después de su debut. En cambio, el mencionado Giant-Size cogió las cenizas de una serie descartada y sirvió de cimiento para una de las principales franquicias de Marvel Comics. Treinta años después, la editorial vuelve sobre los eventos de Segunda Génesis para contarnos que no todo había sido tan bonito como nos lo habían contado. Con todos ustedes, Génesis Mortal.
Charles Xavier es un personaje que nunca ha sido moralmente limpio del todo. Ya en sus primeros tiempos, en la época de Jack Kirby, dejaba claro tener pensamientos inapropiados por una menor de edad Jean Grey. También fue un padre más que cuestionable y un tipo que manipulaba las mentes de sus personas cercanas. Y no hablemos de los Protocolos de Xavier. Incluso en Tierra X, por mucho que fuera una historia fuera de continuidad, se nos dejaba caer que Xavier era un tipo con el que había que ir con mucho cuidado. Pero con el cambio de siglo ya directamente se dejó de poder considerar a Xavier un héroe. Al margen de intentar matar a su hermana melliza antes de nacer, vimos como esclavizó a una inteligencia artificial consciente en La increíble Patrulla-X, su unión a un grupo tan cuestionable como los Illuminati, y, por supuesto la revelación de un secreto guardado durante treinta años: hubo una Génesis Mortal antes de la Segunda Génesis.
La retrocontinuidad es una herramienta para contar historias que puede resultar muy útil, pero mal utilizada puede dar lugar a auténticas catástrofes argumentales. Los fans de Spiderman aún sienten escalofríos ante la mención de Pecados del pasado o Un día más. Pero no menos desastrosos son el Punto de origen de Dan Slott en los 4F o lo de que Krypton fuera destruido en un atentado terrorista de Brian Michael Bendis. El caso es que Ed Brubaker en 2005 había cometido la osadía definitiva: habia resucitado a uno de los escasos personajes Marvel irresucitables, el mismísimo Bucky Barnes, y encima lo había convertido en un personaje muy oscuro y al servicio de los malos: el Soldado de Invierno. Inesperadamente, la historia funciona muy bien. Y no sólo es lo mejor que se ha hecho con Bucky desde su creación, es que además es el punto de partida para la que posiblemente es la mejor etapa de los más de ochenta años de historia del Capi.
Con ese resultado no es de extrañar que los señores de Marvel, subsección oficina mutante (por la época, Mark Paniccia y Nathan Cosby) le permitieran trastear con el pasado de los personajes para homenajear el treinta aniversario de la refundación de la Patrulla-X.
Lo que hace en Génesis Mortal Ed Brubaker (acompañado en un trabajo simplemente correcto por Trevor Hairsine y Pete Woods) es contarnos que entre la desaparición de la primera Patrulla-X en Krakoa y la archiconocida Segunda Génesis hubo un primer intento de mandar un equipo de rescate del que no habíamos sabido nada hasta este momento. Un equipo de mutantes jóvenes e inexpertos a los que dio una sesión de entrenamiento mental acelerada para que fueran a buscar a la primera promoción de alumnos de la Escuela Xavier. Spoiler: Sale mal. De los cuatro enviados, Petra, Darwin, Dominio y Kid Vulcano, dos mueren, otro se queda a las puertas de la muerte y el último… bueno, digamos que un mutante cuyo poder es desarrollar en cada momento las habilidades necesarias para sobrevivir va a ser muy difícil de matar. El caso es que el que queda a las puertas de la muerte sobrevive y vuelve a la Tierra… para terminar atando, con otro retconeo adicional, un cabo suelto que llevaba años demasiados pululando: Kid Vulcano no es otro que el tercer hermano Summers.
Pero a ver, Charles. ¿Qué es eso de mandar críos inexpertos a una misión de nivel de peligro desconocido? Normal que te maten a los chiquillos, hombre. Lo que pasa es que después de tener un grupo al que has mandado a una misión suicida, reclutar a un segundo -la Segunda Génesis de toda la vida- y mandarles al mismo destino es un poco… no sé, cuestionable. Pero encima ir borrando mentes para eliminar el rastro que te incrimine… ya es pisar al otro lado de la línea de la villanía. Y además poco original, que la Crisis de Identidad de DC había terminado solo un año antes. Normal que Xavier fuera expulsado de la Patrulla-X que él mismo fundó.
Génesis Mortal, además de para celebrar de una manera un tanto iconoclasta el trigésimo aniversario del cómic que dio origen a la franquicia mutante, sirve de punto de partida a la etapa de Ed Brubaker dentro de la Patrulla-X, como sustituto de un Chris Claremont a medio gas que no llegó a brillar como en su época dorada de entre 1975 y 1991. Una etapa que empieza con Ascensión y Caída del Imperio Shi’Ar, un tomo que tiene que estar a punto de llegar a las tiendas ya mismo.