A lo tonto llegamos ya al décimo Omnigold dedicado a recuperar los trescientos primeros números del volumen uno de “The Avengers”. A partir del trescientos uno ya se está recopilando también, pero en formato “Marvel Héroes”. El puñado de números recogidos en las quinientas páginas de este tomo nos dejan a las puertas de la mítica etapa escrita por Roger Stern. Sin duda, una de las más queridas del grupo. Pero antes de llegar a eso, toca disfrutar este tomo que ofrece una de las historias más importantes de la historia de Marvel hasta ese momento, que afectó especialmente a un personaje concreto: Hank Pym
La corte marcial de Chaqueta Amarilla
Buena parte de este tochal está centrado en el drama personal y descenso a los infiernos de Hank Pym. Un cambio en su trayectoria que vino impulsado y firmado por Jim Shooter. El escritor y editor construyó una trama en la que el miembro fundador de los Vengadores fue poco a poco cayendo en un estado de frustración y autodestrucción contínua, motivado por el bajo concepto de sí mismo que tenía con respecto al resto de sus compañeros de equipo.
De la noche a la mañana, Pym era un canalla dispuesto a cualquier cosa (incluyendo engaños y subterfugios) con tal de hacerse valer ante el Capi, Thor y Iron Man (el resto de la formación lo constituían él, la Avispa y Tigra). El momento más flaco de su carrera fue cuando, fruto de la rabia, le profirió un bofetón a Janet Van Dyne, su mujer. Con este hecho, el cómic de superhéroes adquirió una dimensión distinta y la viñeta en cuestión pasó a la historia.
Que Pym acabase siendo un maltratador fue una sorpresa para el resto de protagonistas. Algo bastante extrapolable al mundo real cuando se descubre que tal o cual persona que parecía intachable se quita la máscara para descubrir su verdadero ser. Como es lógico, el personaje fue expulsado de las filas de los héroes más poderosos de la Tierra y humillado hasta el punto de dejarse engañar por un villano o de sentirse traicionado por uno de sus amigos.
Con respecto a la Avispa, tampoco sale demasiado bien retratada por parte de Shooter (o del resto de guionistas que escriben estos números). La pobre Janet es retratada como una persona superficial y de una inteligencia emocional cuestionable. Hay algunos momentos que directamente son sonrojantes, como cuando, en medio de una batalla, está más preocupada por la integridad de los modelitos que ha diseñado que por la salud de sus hermanos y hermanas de armas. Lo dicho, una vergüenza. Pero este calado rancio y machista también alcanza a Tigra, que se comporta como si fuera estúpida en más de un momento. Si bien es cierto que no es tan descarado como en el caso de la pobre Janet. Y, sí, hay que tener en cuenta el momento en que fueron publicados estos tebeos. Pero incluso con eso, hay detalles que no se pueden pasar por alto.
Pasando a temas más alegres, el tomo tiene aventuras de todo tipo. Desde un primer número donde aparecen dos seres más propios de un tebeo de espada y brujería (que no va a ningún sitio), pasando por una aventura contra el Hombre Molécula, la aparición de unos nuevos Amos del mal, el anual 11 de la serie (que es un nuevo enfrentamiento contra los Defensores, escrito por J.M. Dematteis), o unos episodios muy divertidos escritos por David Michelinie con el Hombre Hormiga (Scott Lang) y Ojo de Halcón contra el Supervisor.
Como veréis, se trata de aventuras ligeras, sin mayor trascendencia en su fondo. Lo más destacable es que el grupo de Vengadores se reformula, incluyendo a algunos a nuevos y viejos miembros que serían la base de la formación con la que trabajaría Roger Stern meses más tarde. A nivel gráfico, tampoco estamos ante una entrega brillante. Y es que la mayoría de artistas, con Bob Hall a la cabeza, poco más que cumplidores.
Eso sí, el tomo cierra con un caramelito extra: La primera historia protagonizada por la Bruja Escarlata y la Visión por obra y gracia de Bill Mantlo y Rick Leonardi. La miniserie, una de las primeras que publicó Marvel en este formato, es un relato que mezcla con bastante acierto drama, romance, misterio y unas gotas de terror. Sin embargo, más allá de esto, la historia es recordada por el cambio retroactivo que se hizo sobre el verdadero padre de Wanda y Pietro. Revelación que fue toda una conmoción en la época.
Puede que no este no sea el tochal más memorable de los Vengatas, pero oigan, sus aventuras clásicas siguen siendo un tebeo de superhéroes más que notable que garantiza pasar un rato de lo más entretenido.
A modo de extras, el décimo Omnigold de los Vengadores incluye un prólogo de Raimon Fonseca, una introducción de Jim Salicrup, una historia corta de Ojo de Halcón extraída de Marvel Fanfare y una página de What If 34, un número especial dedicado al humor.