Es la hora de las tortas!!!

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Marvel Gold La Imposible Patrulla-X 10: Disolución y renacimiento

Marvel Gold La Imposible Patrulla-X 10: Disolución y renacimiento
Guion
Chris Claremont, Sally Pashkow, Terry Austin, Jim Lee.
Dibujo
Marc Silvestri, Jim Fern, Rob Liefeld, Mike Vosburg, Jim Lee, Rick Leonardi, Kieron Dwyer, Bill Jaaska, Mike Collins, Homage Studios.
Tinta
Dan Green, Josef Rubinstein, Mike Vosburg, Steve Leialoha, Kent Williams, Scott Williams. Homage Studios.
Color
Glynis Oliver, Gregory Wright, Tom Vincent, Mike Rockwitz, Nel Yomtov, Brad Vancata.
Formato
Cartoné, 688 págs, color.
Precio
56€.
Editorial
Panini Cómics. 2023.
Edición original
The Uncanny #X-Men 244-267 y Annual #13 (Marvel).

Con este tomo nos quedamos a apenas 12 números de la salida de Chris Claremont de la franquicia que le encumbró como guionista y en la que permaneció durante más de 15 años. Este Marvel Gold La Imposible Patrulla-X 10: Disolución y renacimiento nos presenta algunos personajes nuevos que acabarían conquistando los corazones de muchos lectores, como Júbilo o Gambito, aunque también muestra un bajón importante en las habilidades de un, tal vez, sobrecargado Claremont. Este tomo de Panini incluye los números 244 a 267 de la serie, junto con el Anual #13 y, a modo de extras, bocetos, fichas extraídas de The Official Handbook of Marvel Universe y portadas alternativas.


La aparente muerte de la Patrulla-X había llevado al grupo a ocultarse en Australia, donde seguían actuando a espaldas del resto del mundo. Con esta premisa, Claremont comienza mostrando aventuras de las chicas en solitario, y luego de los chicos. Números de relax tras lo vivido con Inferno, para dejar paso al anual donde se nos presentará a Júbilo acompañando al crossover con Atlantis Ataca. A partir de ahí, el grupo tendrá que enfrentarse a enemigos de la talla de Molde Maestro, los Cosechadores o Zaladane, con consecuencias para algunos de sus miembros que supondrán todo un shock para los lectores.

El problema principal que le encuentro a estos números es precisamente el exceso de ambición de Claremont a la hora de abarcar personajes. Son tantos los personajes que aparecen en estos números, incluyendo la facción que permanece en la Isla Muir o en Genosha, que el guionista comienza a dejar demasiados cabos sueltos. Es lo que sucede, por ejemplo, con Pícara, que se encuentra dividida por la mente de Carol Danvers y que desaparece del mapa sin dar ninguna explicación ni saber más nada de ella en el resto del tomo. O Longshot que abandonará el grupo sin más. Pero igual sucede con un Coloso que perderá su conciencia y comenzará todo un nuevo recorrido, Dazzler o Tormenta. Suceden eventos importantes para ellos y desaparecen durante unos cuantos números para reaparecer, en algunos casos, 10-12 números después.


Tampoco es especialmente lógica la adhesión de Júbilo al grupo, con una evolución que, si nos paramos a pensarlo, se ve bastante impostada y sin excesiva coherencia. Y luego está Mariposa Mental… En este tomo se incluye el crossover con Actos de Venganza, en el que el Mandarín y La Mano se cruzarán en el camino de Betsy Braddock para convertirla en una ninja con aspecto oriental, una saga muy recordada y que, personalmente a mí, nunca me gustó en exceso, tal vez por el sinsentido que supone cambiar por completo al personaje… incluso de raza. Pero es innegable que marcó un antes y un después en la biografía de Mariposa Mental.

Y si nos centramos en los números que vienen a continuación, pues creo que se le va aún más de las manos a Claremont, con tramas bastante alargadas y saltos entre personajes haciendo que la serie pierda mucha de esa frescura que nos tuvo enganchados a tantos lectores en los años ochenta. Ojo, son números entretenidos, con personajes clásicos como el Rey Sombra o de nuevos como la llegada de Gambito, la recuperación de Fortachón (que había debutado en Nuevos Mutantes) o la vuelta de Máscara y los Morlocks. Pero mi impresión personal es que la serie se desinfla y pretende abarcar tanto que acaba por perder un poco el control sobre ella.


Ya se ha comentado en tomos anteriores, pero otra cosa que ha envejecido bastante mal es el abuso de bocadillos de pensamiento sobreexplicativos, que cuentan en todo momento lo que los personajes pretenden hacer (y les vemos hacerlo) o cómo se sienten por hacerlo. Puede ser que haya envejecido mal… o que en ediciones omnibus como esta, con más de veinte números y con las que tendemos a hacer maratones de lectura, se resienta bastante, pero hay momentos en los que la tendencia natural es a saltarse algunos diálogos o bocadillos de pensamiento cuando ya sabes que lo que va a decir es lo que estamos viendo que hacen los personajes o una repetición de algo que ya se ha dejado claro antes.

En el apartado gráfico, probablemente lo más destacado es el trabajo de Marc Silvestri, en un momento muy brillante de su carrera y que supone uno de los mayores atractivos del tomo. Pero eran tiempos revueltos en los que hubo mucho fill-in y el apartado de dibujantes de la ficha de este tomo está repleto. Si uno echa un vistazo a esa ficha, se encontrará con nombres como Rick Leonardi, Whilce Portacio o Jim Lee. Probablemente el último sea el que más merece la pena, con un dibujo que busca la vistosidad pero sin supeditar la narrativa, como creo que le ha pasado en sus últimos trabajos. Aunque, por otro lado, hay algunos dibujantes que bajan especialmente el nivel del tomo, como Mike Collins, que nos presenta a un Gambito que nos costará reconocer, o el número de Rick Leonardi con un Kent Williams y su entintado tan a lo Sienkiewicz que hace el cómic algo confuso. Lo mismo me sucede con el número dibujado por Portacio, especialmente disperso.


En definitiva, Marvel Gold La Imposible Patrulla-X 10: Disolución y renacimiento nos una de cal y una de arena. Por un lado, contiene historias muy emblemáticas de la franquicia, fundamentales para el buen fan mutante, por presentar personajes clave o por producir algunos cambios en los ya conocidos que condicionarían muchos años posteriores. Pero por otro lado, creo que Claremont intenta abarcar demasiadas líneas argumentales y va dejando atrás cada vez más cabos sueltos, y deja en espera algunas tramas por, tal vez, demasiado tiempo. No obstante, es un verdadero disfrute el trabajo de Marc Silvestri en la mayor parte de los números aquí contenidos, y sigue siendo atractivo volver a recuperar estas historias que a algunos nos marcaron nuestra adolescencia.

Lo mejor: Marc Silvestri. Ver debutar a Júbilo, Gambito o la Mariposa ninja.

Lo peor: Algunos de los dibujantes. Claremont cumple aquello de “quien mucho abarca, poco aprieta”.