Todo llega, y asistimos en este tomo a la salida oficial de Chris Claremont de Los Nuevos Mutantes . Ante la avalancha de trabajo que llevaba el guionista mutante por excelencia y el esfuerzo que le había llevado orquestar el crossover La masacre mutante , la editora Ann Nocenti pidió a Louise Simonson que cubriera la colección durante seis meses para dar tiempo a Claremont a recuperarse. Simonson era amiga personal del guionista y probablemente la única a la que había dado el visto bueno para meterse en «su terreno» tras el paso de Bob Layton por Factor-X con un ninguneo absoluto por parte del bueno de Chris. En el tomo de Panini Marvel Gold Los Nuevos Mutantes 4. La caída de los mutantes entramos en esa etapa que acabaría siendo mucho más larga de seis simples números.
Y es que hubo dos grandes hallazgos de esta etapa que gustaron especialmente en la editorial: por un lado, la serie contó con Bret Blevins para los dibujos y se acabaría convirtiendo en el dibujante regular, dotando a los personajes de ese aspecto adolescente que debían tener y que entre tanto salto de dibujante en los números anteriores y las tramas más profundas de Claremont, se habían perdido un poco. Pero lo más importante para la editorial resultó ser el tono que le dio Simonson a las historias. Entre el dibujo de Blevins y el tono más juvenil de las tramas, recuperaban un poco ese concepto original de tener una serie mutante dirigida a lectores más jóvenes, que se identificaran con sus personajes y, sobre todo, con los errores propios de su inexperiencia.
Aunque precisamente ese «acierto» es lo que hace, en mi opinión, que estas historias envejezcan mucho peor. Simonson se dedica a hacer arcos argumentales bastante largos en los que da mucho peso a las relaciones interpersonales entre los jóvenes mutantes y a marcar la distancia a la que se encuentran sus métodos de los de su mentor Magneto. Comienza el tomo con la búsqueda y posterior adopción en el grupo de Chico Pájaro (Cabeza de chorlito), después de que los némesis por excelencia del grupo, los Infernales, fueran detrás del joven. El personaje no deja de ser un trasunto del propio Warlock, quien había abandonado la serie junto a Mancha Solar para ir a formar parte de Los Ángeles Caídos. Era el típico personaje que no conoce las costumbres y normas sociales de los humanos y sus compañeros pasarán todo el rato intentando que no llame la atención.
El personaje será también el motor de la participación de los Nuevos Mutantes en el nuevo crossover que sirve para dar título a este tomo: La caída de los mutantes . Se trató de un crossover de lo menos convencional, puesto que tenía lugar dentro de las tres grandes colecciones mutantes (La Patrulla-X , Factor-X y Nuevos Mutantes ) pero que no llegaba a confluir realmente demasiado, sino que compartía la premisa de que uno o varios personajes de cada franquicia acababa muriendo. Así, la propia Patrulla-X «moría» para dar paso a la etapa australiana, y Ángel acabaría convirtiéndose en Arcángel y pasar a ser uno de los jinetes de Apocalipsis. La muerte de esta serie fue mucho más impactante que las demás y la única que se mantendría en el tiempo (o por un tiempo, al menos).
Tras el fallido experimento de Fallen Angels , Bobby y Warlock acabarían volviendo al grupo y los siguientes números se centrarán en la cada vez más descontrolada Magik y cómo los habitantes del limbo al que tiene acceso con sus portales van haciéndose más fuertes. Evidentemente Simonson estaba preparando el terreno para Inferno , que veremos recogido íntegramente en el noveno Marvel Gold de la Patrulla-X.
También se recoge en este tomo el anual de la serie que formó parte de La guerra de la evolución , que Panini y SD han recopilado recientemente en un Marvel Limited Edition. Si bien esta historia es autocontenida y se puede leer sin saber nada del resto del crossover, habría estado bien algún pequeño artículo contando qué sucedía o de dónde veníamos. Sea como sea, tiene todo el sentido incluir este especial aquí porque es precisamente en este anual donde los poderes de Danielle Moonstar evolucionan, y permite al lector saber por qué. Los últimos números del tomo son otro arco argumental en el que Lila Cheney vuelve a tener gran protagonismo en la serie.
Echando un vistazo de manera global al trabajo de Simonson, creo que envejece mucho peor que los números de Claremont. Utiliza una serie de recursos algo torpes, como las continuas regañinas de un Magneto que no hace más que dejar a los chicos solos para ir a encargarse de otros asuntos y castigarlos al volver y darse cuenta de que han causado problemas, volviendo a repetir su estrategia una y otra vez, aún sabiendo que van a volver a escapar a espaldas de sus órdenes. Como comenté también al principio, creo que alarga en exceso las historias, y a veces eso pesa demasiado sobre una lectura de continuo en un tomo con más de 15 números.
Y volvemos a un tema recurrente como es el cambio de papel. Si en el tomo de Doctor Extraño , comenté que el cambio de papel tampoco se notaba mucho más allá del grosor del tomo y el aumento de precio en relación al número de páginas, este material tiene un problema diferente, y es que el dibujo contiene muchísimo blanco para los fondos de viñetas, y eso provoca que se transparente bastante el dibujo de la contrapágina que estamos leyendo. ¿Imposibilita su lectura? No, pero es comprensible que haya a quien le moleste el cambio de material, especialmente cuando estamos pagando lo mismo que el tomo anterior pero con más de 200 páginas menos.
En definitiva, Marvel Gold Los Nuevos Mutantes 4. La caída de los mutantes es un tomo divertido, pero con un pequeño bajón en calidad y en entretenimiento con respecto al material anterior. Blevins se encarga de la gran mayoría del dibujo del tomo, con un aspecto más juvenil, aunque con algunos problemas de proporciones en cuanto a los personajes. Lo mejor de este tomo es ver cómo todos estos últimos crossovers que hemos leído van dirigiéndose al siguiente, donde uno de los miembros de este grupo va a tener mucha relevancia. Posteriormente nos quedarán 27 números antes del cambio de cabecera a X-Force .
Lo mejor: Historias entretenidas y un tono mucho más acorde a la edad real de los personajes. Incluso aún viéndole las costuras a Blevins, el hecho de tener un dibujante regular.
Lo peor: Son historias un poco alargadas y que soportan algo peor el paso del tiempo.