Por fin llegamos a nuestra cita bienal con la edición en Marvel Gold de la serie en la que Spiderman comparte cabecera con otro personaje de la editorial. Con Marvel Gold Marvel Team-Up 3: ¡Pesadilla en Nuevo México! alcanzamos el número 60 de la colección y es un tomo en el que la serie da un giro muy importante en su propia naturaleza, puesto que entran una serie de guionistas que aportan aire fresco. Tal vez os suenen de algo esos nuevos guionistas a los que me refiero: son unos tal Bill Mantlo y poco después Chris Claremont. La edición de Panini mantiene el formato de tomos omnibus de 600 páginas, con papel offset y una reproducción de materiales sensacional.

Pero, ¿a qué me refiero con eso del aire fresco? Pues si habéis leído mis reseñas de los tomos anteriores (aquí y aquí) recordaréis que comentaba que esta es una serie que no se beneficiaba mucho de la edición en tomos de muchas páginas. Hasta este momento, se trataba de una serie en la que cada número contenía una historia autocontenida que comenzaba y acababa en cada uno de los números. Sí, ya Gerry Conway comenzó a dar muestras de querer cambiar algo en el tomo anterior, pero donde se aprecia un verdadero giro radical es con la llegada de Bill Mantlo como autor regular. Mantlo comienza con una historia que se desarrolla en un arco argumental de 4 números en los que a cada uno de ellos se va sumando un personaje nuevo. Eso permite mantener un poco esas portadas con personajes diferentes, acompañando al de Spiderman, en cada número, pero sin embargo el guion se puede desarrollar mucho mejor en varios números y elaborar alguna historia sin esa necesidad apremiante del espacio limitado a sus 18 páginas (porque encima estos números tenían menos páginas). De hecho, realmente la historia continúa más allá de los cuatro núneros en dos más de esta cabecera y otro más de la serie Marvel Two-in-one, en un intento de captar lectores de otras series. Esos tres números se desarrollan en los intentos de Spidey de volver a su época tras la historia vista antes en la que acompañaba a la Bruja Escarlata a la Salem del siglo XVII.

No me malinterpretéis, la serie hasta este momento, era lo que era, un contenedor de historias muy variadas, con héroes y villanos muy locos y un divertimento sin pretensión alguna. Como lectura para ir intercalando con otras, funcionaba bastante bien, pero si te quieres leer el tomo entero antes de pasar a otra… no era especialmente recomendable. Nada que ver con lo que se empieza a ver con Mantlo: historias que saltan de un personaje a otro pero manteniendo un hilo narrativo identificable, en el que el cambio de equipo era algo casual. Tengo que decir que, habiendo ido con la idea previa de ir leyendo este tomo poco a poco, no he sido capaz de hacerlo y me lo he leído mucho mejor que los anteriores, sin necesidad de hacer descansos con otro tipo de lecturas.

Tal vez parte de la culpa sea también de los equipos creativos. Aunque veáis en la ficha de la reseña muchos nombres, se puede decir que el 80% de los cómics que se incluyen en este tomo están escritos por Bill Mantlo y Chris Claremont y dibujados por Sal Buscema y John Byrne. Menudo dream-team. Y es que Buscema encaja muy bien con este tipo de series tan variopintas y llena de acción, pero es que la llegada de un por entonces novato John Byrne acaba de ponerle la guinda al pastel que conforma este tomo, especialmente cuando ya es entintado regularmente por Dave Hunt.

Otra de las curiosidades que contiene este tomo es la cantidad de personajes importantes para la editorial que se dejan ver por aquí por primera vez, como la capitana Jean DeWolff o el Jardinero, portador de la gema del alma. También era una cabecera en la que se intentaba promocionar a personajes de nuevo cuño, como en el caso del Dios del bosque, que había debutado seis meses antes en Marvel Premiere y al que, ni las buenas intenciones de Mantlo consiguieron hacerlo interesante como personaje. También servía para ver tramas llegadas de otras series, como en el caso del número con el Capitán América, que recuperaba cosas de la Saga de la bomba loca; o el ejemplo más claro, esos números finales de este tomo en los que Claremont y Byrne completaban lo que habían estado haciendo en la serie de Puño de Hierro, que cancelaron antes de poder terminar la historia que estaban contando y darle un cierre en condiciones, aunque fuera en otra cabecera.

El tomo se completa con los calendarios de 1976 y 1977, una inciativa de Marvel para conmemorar el bicentenario de Estados Unidos y los primeros 15 años de historia de Marvel. Se trataba de unos calendarios escritos por Tony Isabella y Roy Thomas en los que servía de memorabilia de fechas destacadas relacionadas con la editorial, bien sea por los cumpleaños de sus autores o apariciones de personajes en series, frases, juegos…

En definitiva, Marvel Gold Marvel Team-Up 3: ¡Pesadilla en Nuevo México! es un punto de inflexión en la serie, cargado de historias muy interesantes y con un apartado gráfico sencillamente delicioso, a cargo de Sal Buscema y un John Byrne en su fase de explosión total como dibujante. Si los primeros dos tomos os dejaban con la sensación de ser historias muy sencillas, de leer y olvidar, os animo a que volváis a darle una oportunidad a la serie, porque aquí cambia todo a mucho mejor. Iron Man, Hulk, Viuda Negra, la Patrulla-X o Adam Warlock son algunos de los muchos personajes que se dejan ver por estas páginas. Una absoluta maravilla.

Lo mejor: Mantlo cambiando la dinámica de la serie con historias más desarrolladas en arcos argumentales. Buscema y Byrne, espectaculares. Los artículos de Raimon Fonseca.

Lo peor: Que alguien pensara que el Dios del bosque era un buen personaje para Marvel.