Con la publicación del noveno Omnigold dedicado a Los Vengadores, Panini ha superado la mágica cifra de doscientos números de la colección clásica de los Héroes más poderosos de la Tierra reeditados en tapa dura. Es cierto que Spider-Man, Patrulla X o Los 4 Fantásticos también han llegado a estas cifras, pero ello no impide que me parezca un hecho reseñable.
En concreto, aquí se recopilan los números americanos comprendidos entre el 189 y el 211, además de varios complementos y anuales. Se trata de una etapa un tanto oscura para el grupo pues, aunque se trata de grandísimos tebeos de superhéroes, languidecen un poco respecto a lo que se había visto en la octava entrega de estos Vengadores clásicos. A saber, el anterior tomo incluyó de manera íntegra la Saga de Korvac y la Trilogía de Nefaria, dos de los momentos definitorios del grupo.
Pero como no vale de nada mirar al pasado, creo que será mejor que entremos en materia con los tebeos que tenemos entre manos. Puede que estemos ante una etapa de transición en la que a menudo el editor tiraba de agenda y plantilla para completar los equipos creativos de los diferentes números. También es cierto que en este puñado de tebeos hay una ausencia notable de enemigos a la altura de una alineación potente que incluye a: Capitán América, Visión, Iron Man, el Halcón, la Avispa, la Bestia, el Hombre Maravilla, la Bruja Escarlata o Ms. Marvel. Un póker de héroes que nos harán pasar un buen rato, ¿comenzamos?
Desgranando la etapa oscura de Los Vengadores
Los primeros números que nos encontramos viene ofrecidos por Steven Grant y John Byrne. Por un lado tendremos a Ojo de Halcón en modo canallita y molón en un relato la mar de entretenido. Acto seguido, y con el mismo equipo creativo, tendremos a Daredevil de invitado y a Gárgola Gris como villano de la función. Esta historia es una buena demostración de por qué el cuernitos no es un buen jugador de equipo.
A partir de aquí llegaremos a encontrarnos con más de una decena de escritores (y con otros tantos artistas) que nos ofrecerán un puñado de aventuras ligeras cuya única pretensión es hacer pasar al lector un buen rato mientras mantienen viva la cabecera de Los Vengadores, a la espera de una dirección más definida. Spoiler: llegará Roger Stern para firmar una de las mejores etapas jamás realizada en cómic Marvel alguno.
De todas formas, ojo a los nombres que nos podremos encontrar: Tom DeFalco, J.M. DeMatteis, Bob Layton, David Michelinie, Bill Mantlo, Gene Colan, George Pérez o Don Newton. Un plantel de autores suplentes de auténtico lujo. En lo referente a las historias, seremos testigos de la primera aparición del Supervisor o de una muy entretenida pelea que incluirá al Ronin Rojo, un robot gigante traído desde las páginas de Godzilla. Nota: en los ochenta, Marvel Comics publicó una larga cabecera, dentro de la continuidad del Universo 616, en la que un grupo de agentes del gobierno debían seguir de cerca las andanzas del lagarto rey.
No obstante, hay varios momentos de este noveno Omnigold de Los Vengadores que merecen que nos paremos un instante sobre ellos. Para empezar, el polémico número doscientos. No vamos a hacer spoiler, pero digamos que el tratamiento que se hace de un personaje es poco menos que sonrojante. Ahora bien, hay que tener en cuenta que el cómic fue escrito por cuatro guionistas varones (entre ellos, el jefazo Jim Shooter) en los Estados Unidos pre-Ronald Reagan. Menos mal que para quitarnos el mal sabor de boca llegarían un año más tarde unos inmensos Chris Claremont y Michael Golden para redimir al personaje en el décimo anual de la colección. Sí, ese en el que también debutó la mutante Pícara.
En definitiva, tenemos por delante casi seiscientas páginas de entretenidas historias con algunos altibajos que gustarán a todos los aficionados al mayor súper grupo de Marvel y aquellos que disfruten con las historias sencillas de superhéroes.
Como viene siendo habitual, la edición de Panini contiene profusos extras en forma de artículos, textos varios por autores americanos, ilustraciones promocionales, portadas, publicidad y bocetos de páginas seleccionadas.
