¿Había ganas, eh? Me refiero a pillar por banda la recopilación de Lobezno en Omni Gold. Mira que Panini anunció en su momento que la publicarían cuando tocase cronológicamente, que primero iban a lanzar “Nuevos Mutantes”, “Factor-X” y “Excalibur”… Pero da igual. El mutante con las garras de adamantium siembra pasiones por donde pasa y, aunque no fue el primer miembro de la Patrulla X en conseguir serie propia (ese honor lo tuvo Dazzler), su colección era una de las más ansiadas por los lectores.
Estas expectativas se entienden si tenemos en cuenta que se trata de un material muy complicado de encontrar en castellano. Hasta el momento, estos primeros pasos de Lobezno habían visto una reedición de su serial de Marvel Comics Presents en un volumen de la primera etapa de Marvel Héroes, y su serie regular fue parcialmente recopilada en retapados de tapa dura (sí, existieron) y en la Biblioteca Marvel: Lobezno consistente en grapas triples. Por supuesto, ésta última se encuentra totalmente descatalogada.
Así llegamos hasta este tochal de Lobezno, más de 500 páginas de furia mutante que recopilan los extractos protagonizados por Logan en los diez primeros números de la mencionada antología “Marvel Comics Presents” y los dieciséis primeros números de “Wolverine”. Se trata de un material publicado originalmente entre 1988 y 1989. Una etapa extraña, casi de transición, para la franquicia del Homo Superior, que fue muy bien aprovechada por el patriarca Chris Claremont para que Lobezno brillara con más fuerza que nunca.
Tras los sucesos de “La caída de los mutantes”, el núcleo principal de La Patrulla X fue dado por muerto. Los Hombres y Mujeres X se instalaron en Australia para vivir nuevas aventuras. Esta circunstancia fue aprovechada por Lobezno para marcharse a Madripur donde bajo el alias de Parche, cuyo disfraz consistía en llevar traje y parche (sí, como suena) se mantendría al margen de sus antiguos compañeros.
Chris Claremont demostró en estos tebeos de Lobezno que era capaz de crear historias donde los superhéroes fueran algo secundario. No en vano, dentro de Marvel había guionizado otro tipo de historias de terror o ciencia ficción, por lo que cambiar de tercio no le costó lo más mínimo.
Como si de la Casablanca de Humphrey Bogart se tratase, las páginas de este primer omnigold de Logan rezuman un cargado aroma a serie negra. Un género que a un personaje como nuestro protagonista le sienta de maravilla. Recordemos que Logan es un tipo duro, de pocas palabras, que prefiere la acción directa y cuyo sentido de la lealtad es inquebrantable. Estos elementos, unidos a la propia Madripur (casi un personaje más de la trama) le otorgaron una atmósfera muy especial a esta andadura en solitario.
El guionista nutre las páginas de la serie regular de Lobezno de un rico surtido de secundarios, con especial protagonismo para las mujeres fuertes, decididas y divertidas. Tygre Tigre, Jessica Drew, Lindsay McCabe o Karma serán algunas de las caras que asoman en estas viñetas, así como viejos conocidos como Puños de Navaja o el Samurái de Plata. También se dejará caer Mr. Mixit, protagonizando una pequeña aventura muy alocada con Parche. Curiosa colaboración de dos personajes clásicos bajo una nueva identidad.
He mencionado la presencia de varios villanos clásicos (también habrá nuevos como Camorra y Hemorragia) cuya presencia es necesaria por aquello de recordarnos que estamos leyendo un cómic Marvel. No obstante, la resolución de las tramas o conflictos rara vez se limita a la típica pelea para ver quién la tiene más larga. Los subterfugios, chantajes, traiciones, cambios de poder, cadenas de favores son los elementos decisivos que llevan la voz cantante a la hora de finiquitar las diferentes historias que irán transcurriendo en este Omnigold.
Chris Claremont escribe unos guiones densos, repletos de diálogos internos. En alguna ocasión esta manía del guionista me ha resultado algo cansina, pero en Lobezno quedan a la perfección para otorgar a la historia ese aire de cine noir clásico. De todas formas, en contraposición a esto nos encontramos con un cambio de guardia en el número once de la colección con la entrada de Peter David en la parte literaria durante tan solo media docena de episodios.
El eterno guionista de “Increíble Hulk” no se complica demasiado, optando por cambiar un poco el tono de la colección para darle un aire aventurero en la línea de los filmes de Indana Jones. El resultado fue una divertidísima historia de seis entregas titulada “La joya Gehenna” con nuevos villanos, vampiros, acción loquísima y toques de humor del gusto del escritor. Un arco que al igual que “La búsqueda de la gema de sangre” del Capitán América de Mark Gruenwald, sirvió para demostrar que dentro del cómic de superhéroes puede haber cabida por otro tipo de historias más deudoras de las revistas Pulp que de otras cosas.
Este primer integral de Lobezno también tiene garantizada la calidad gráfica con los lápices del magnífico John Buscema, que realiza un trabajo a la altura de su etapa en Conan. Su Lobezno es fiero o refinado, crudo o sutil según lo requiera el guion. Ahora bien, la presencia de entintadores con tanta personalidad como Klaus Janson, Bill Sienkiewicz o Al Williamson provoca que algunas veces parezca que es otro el artista que dibuja las páginas debido a la disparidad de acabados.
En definitiva, la espera ha merecido mucho la pena. Las historias clásicas de Lobezno en solitario suponen un soplo de aire fresco ante el dramatismo imperante en toda la línea mutante. Ganazas ya de que empiece a llegar la etapa de Larry Hama, pese a todos los fregados relacionados con el pasado del personaje en los que se metía tan a gusto.
Cabe destacar que no era la primera vez que James Howlett contaba con algún título, puesto que ya había protagonizado “Honor” y “Lobezno & Kitty Pryde”, miniseries dibujadas por Frank Miller y Al Milgrom respectivamente. También había sido el coprotagonista de un one-shot junto a Spider-Man. Todo este material puede encontrarse publicado cronológicamente en la colección de Marvel Gold dedicada a recopilar toda la trayectoria de Chris Claremont en “The Uncanny X-Men”.
Como siempre, la edición de Panini de la línea Marvel Gold en tapa dura está a la altura de las circunstancias con cuantiosos extras de la más diversa índole. Lástima que el color se vea más degradado en algunas páginas, pero según comentó la editorial, así estaba en los Epic Collection que se han usado como base.