Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Marvel Gold La Imposible Patrulla-X 6: El juicio de Magneto

Marvel Gold La Imposible Patrulla-X 6: El juicio de Magneto
Guion
Chris Claremont, Louise Simonson.
Dibujo
John Romita Jr., Paul Smith, June Brigman, Arthur Adams, Barry Windsor-Smith, Rick Leonardi.
Tinta
Bob Wiacek, Dan Green, Steve Leialoha, Barry Windsor-Smith, Terry Austin, Alan Gordon, Mike Mignola, Arthur Adams, Whilce Portacio, Al Williamson, P. Craig Russell.
Color
Glynis Oliver, Bob Sharen, Barry Windsor-Smith, Christie Sceele, Petra Sentese.
Formato
Cartoné, 784 págs, color.
Precio
47,95€.
Editorial
Panini Cómics. 2019.
Edición original
X-Men And Alpha Flight #1-2, Power Pack #12, The New Mutants Special Edition #1, Marvel Fanfare #33, The Uncanny X-Men #193-209 y Annual #9 (Marvel).

Si tuviera que elegir mi top 3 de dibujantes de La Patrulla-X de todos los tiempos tengo claro que incluiría a John Byrme, Marc Silvestri (en dura pugna frente a Rick Leonardi) pero el otro hueco no tendría ninguna duda de dárselo a John Romita Jr. Los números contenidos en este extensísimo Marvel Gold La Imposible Patrulla-X 6: El juicio de Magneto abarcan buena parte de la etapa de Romita Jr, y ha sido toda una experiencia volver a deleitarme con ellos. Estamos ante, probablemente uno de los Omnigold (si no el más) extenso de los que ha editado Panini, y tiene su explicación. A mediados de los ochenta, La Patrulla-X era la colección más popular de Marvel y el tipo de guiones que escribía Claremont, con múltiples cruces con otras de sus series y referencias, hacen que se tengan que incluir muchos números en el tomo.

No me hubiera gustado estar en la piel del responsable de seleccionar el material por la dificultad que ello entraña. Estamos con un material que, debido a las numerosas conexiones entre distintas series y las ediciones integrales que realiza Panini, obliga a repetir material y a decidir dejar fuera otro que bien podría haber entrado. Me refiero, por ejemplo, a los números relacionados con Secret Wars II, que ya se incluyeron en los Marvel Héroes de dicha colección, pero que es obligatorio volver a incluir en esta cabecera, o los dos especiales de Las guerras asgardianas, que también se incluyen en el segundo Marvel Gold de la edición integral de este otro grupo. Sin embargo, se queda fuera la miniserie de Rondador Nocturno, que habría quedado genial en este tomo y que hubiera sido una oportunidad fabulosa de recuperarla. Si algún día Panini decide sacar una edición en Marvel Héroes o Marvel Gold de Power Pack (aprovechando su reciente edición americana), también editará los dos números que hacen de crossover entre ambas formaciones y que están incluidos en este. Sin embargo, con acierto ha sustituido los cruces de Secret Wars II con sendos artículos a cargo de Raimon Fonseca. Una manera muy inteligente de poder orientar al lector que no tenga fresca dicha colección sin necesidad de meter más material en un tomo de por sí apretado.


El tomo abre con los dos números especiales de cruce entre La Patrulla-X y Alpha Flight, y que sirvieron de preludio para el posterior cruce entre Nuevos Mutantes y Patrulla-X conocido como Las guerras asgardianas. Se trata de unos números de 52 páginas, dibujados por Paul Smith, que volvía a la serie después de una añorada etapa y con ese estilo limpio que tan bien funcionaba con el entorno escogido para la historia. Ambos grupos se unían para investigar una misteriosa ciudadela perdida a la que habían ido a parar Scott Summers y Madelyne Prior. Evidentemente, si decimos que se puede considerar el preludio a Las guerras asgardianas, no es demasiado spoiler comentar que el Dios de las mentiras está metido de por medio.

Aunque en el tomo estén incluidos más adelante, aprovecho para comentar los dos anuales que completan la historia, el de los Nuevos Mutantes, que se editó como The New Mutants Special Edition, y el noveno anual de la cabecera de La Imposible Patrulla-X. Sin ahondar excesivamente en la trama, destacaría el espectacular dibujo de un Arthur Adams en estado de gracia, con su dosis de monstruos que tanto le gusta dibujar, y con una narrativa que roza lo impecable, aprovechando esos guiones de Claremont tan recargados y con tanto monólogo interior para realizar páginas con muchas pequeñas viñetas que hacen su lectura menos recargada de un primer vistazo, por estar tan repartido el texto entre tantas viñetas. Pocos dibujantes hacen rostros tan bellos como los de Adams…


Tras los dos especiales de Patrulla-X y Alpha Flight viene otro número especial, el 193 de la serie, que supone el número 100 de la nueva y popular encarnación del supergrupo mutante. Para ello, Claremont tira de referencias pasadas y enfrenta al grupo al hermano del difunto John Proudstar, quien culpa a Xavier de la muerte del Sendero de Guerra original. Es una de las señas de identidad de Claremont en la serie. Al igual que realiza muchos cruces con otras colecciones que escribía (Nuevos Mutantes), vuelve una y otra vez a números anteriores suyos y hace que tengamos toda su etapa muy fresca, siendo difícil olvidar lo que ha pasado hace un par de años, porque ya se encarga de recordarlo. Al igual que este 193 el número 200 también tendrá una longitud extra, por lo que con tanto número especial era difícil no incluir todos estos números y tener un tomo menos grueso que el que les ha salido.

A continuación tenemos la presentación de Nimrod, el centinela del futuro, el cruce con Power Pack y su enfrentamiento con los Morlocks y el primero de los cruces con Secret Wars II, y en el que Claremont aprovecha para dar una nueva vuelta de tuerca a la marginación mutante y esa analogía con el racismo que impera en gran parte del mundo. Es muy interesante ver esa escena en la que Kitty se enfrenta a un anti-mutante de raza negra al que precisamente increpa por pecar de lo que tanto ha tenido que sufrir por su color de piel. Seguiremos recuperando en estos números a villanos clásicos como Juggernaut, Arcade, el Dr. Muerte, Club de Fuego Infernal o la Hermandad de Mutantes Diabólicos.

Pero entre número y número de acción, Claremont iba introduciendo pequeñas joyas a modo de fill-in, como esa historia de Ororo, Vidamuerte 2, que continúa aquel número 186, también dibujado por Barry Windsor-Smith, al igual que ese otro número, dibujado por el mismo autor en el que Lobezno tiene que enfrentarse a Dama Mortal (ESPECTACULAR) o el de la pugna por el liderazgo del grupo entre Cíclope y Tormenta dibujado, en esta ocasión, por Rick Leonardi. Eran números que servían para desarrollar aún más a cada personaje, y dar un respiro entre tanta pelea.

También cabe destacar de este tomo, el número 200, El juicio de Magneto, en el que los otrora miembros de la Hermandad de Mutantes Diabólicos se reconvierten en agentes federales pasando a ser la Fuerza de la Libertad y apresan a su ex-líder para que se le juzgue por sus crímenes. Aparte de muchas peleas, lo más reseñable es el cambio radical que supone que el eterno némesis del grupo pasa a cubrir el cargo que hasta ahora ha ocupado el Profesor Xavier.  En cuanto a los números de Secret Wars II, hay que decir que, en lugar de ser los típicos tie-ins que aportan poco más que alguna pelea y un cameo del Todopoderoso, son probablemente los cruces más determinantes de la serie principal.

Analizando a los autores tenemos que detenernos en dos nombres propios: El primero, lógicamente, Chris Claremont, que a estas alturas tenía un estatus de intocable en la editorial y que como ya hemos dicho, gustaba de recalcar mucho los hechos pasados y tirar de monólogos interiores. Eso hace que la lectura de estos números pueda llegar a hacerse repetitiva en algunos momentos, por la cantidad de texto redundante que puede llegar a tener. Sin embargo, ese posible defecto queda enterrado en el magnífico tratamiento de los personajes que hace. De los números aquí incluidos, hay que destacar lo que hace con el personaje de Rachel Summers, con un conflicto perfectamente construido que acaba posicionándola como la protagonista de los números de Secret Wars II, y con una evolución del personaje más que interesante. Pero no solo ella: Tormenta, Cíclope, Rondador, Pícara, Lobezno, Kitty,… todos tienen su conflicto, su lucha interna y su evolución en todos estos números, aunque se aproveche la mitad de una pelea para incluir un pensamiento que corrobore la dificultad del personaje para superar su conflicto personal. A eso le sumas la interacción entre ellos y te das cuenta de que Claremont ha construido un drama que maquilla perfectamente como cómic de superhéroes.

El otro gran nombre propio es el de John Romita Jr. que si bien en sus  primeros números (que se vieron en el tomo anterior) se veía un poco falto de soltura y salvado por la falta de acción, en estos ya se va soltando cada vez más llegando a mostrar una de sus mejores caras. La acción que desarrolla es sorprendente, y siempre incluye algún giro impactante visualmente: Coloso levantando del suelo a Mole desde debajo del asfalto, la pelea de la Patrulla contra la Fuerza de la Libertad bajo la lluvia, o todo ese número Fantasmas, con la pesadilla de Rachel y que supone todo un derroche visual. Se nota que Claremont cada vez confía más en él y entre ambos desarrollan números de peleas en grupo que pocos autores han sabido hacer tan interesantes.


En definitiva, Marvel Gold La Imposible Patrulla-X 6: El juicio de Magneto.

Una gran parte de los lectores de cómics de mi generación crecimos con estos cómics, nos vimos absolutamente enganchados a ellos y, a diferencia de otros que pierden con el tiempo, esta etapa se puede disfrutar hoy día casi con la misma intensidad que muchos vivimos antaño. Sin duda se debe a una construcción inteligente de los personajes, a un respeto y cariño por ellos y a un darle a cada uno su momento, sin descuidar a nadie. Resulta apasionante leer un tomo de casi ochocientas páginas con una sonrisa de principio a fin. Como colofón, se incluyen artículos de Claremont, y un montón de bocetos, tintas, portadas alternativas, y artículos de la revista Marvel Age de la época que completan una experiencia lectora única.

Lo mejor: No han perdido ni un ápice con los años, siguen siendo altísimamente disfrutables. La evolución de Romita Jr. Arthur Adams está soberbio.

Lo peor: Me hubiera gustado que se incluyese la miniserie de Rondador Nocturno. A pesar de sus 784 páginas… se hace corto.