Hace ya casi seis años que vimos por primera vez a Viajera, en una estatua en la desconcertante imagen final de Marvel Legacy: Alfa. Meses después, conocimos su historia completa en la espectacular Vengadores: Sin rendición, posiblemente la mejor historia de Los Héroes Más Poderosos de la Tierra desde el épico final de la etapa de Jonathan Hickman. Funcionó tan bien esa historia, escrita a seis manos por Mark Waid, Jim Zub y Al Ewing, que menos de un año después de su finalización tuvo una secuela titulada Sin Camino de Vuelta en forma de serie limitada de diez números, también de publicación semanal y con los mismos escritores, que ahora recopila Panini en un tomo de la línea Marvel Deluxe.
De la misma forma que ocurrió en Sin Rendición, tenemos aquí a un puñado de Vengadores que se enfrentan a un suceso catastrófico y a adversarios muy por encima del nivel de poder de la práctica totalidad de la Tierra. Si en la historia original dos Primigenios del Universo habían secuestrado la Tierra, aquí los problemas a los que se enfrentan los héroes de turno no son menores. Por un lado, la luz ha desaparecido del universo. Y por si eso fuera poco, los Dioses Olímpicos han sido asesinados, y sólo parece quedar vivo de todos ellos Hércules, que emprende una misión de venganza. A un lado, tenemos a Nyx, una entidad surgida en la oscuridad primigenia y exiliada por la llegada de los Olímpicos. Al otro, una extraña alineación de héroes formada por la Visión, Ojo de Halcón, la Bruja Escarlata, Spectrum, Mapache Cohete, Hulk en su encarnación Inmortal -Al Ewing es uno de los escritores de esta serie-, y, por supuesto, Hércules. Y como nexo de unión con Sin Rendición tenemos a Viajera, en un papel mucho más secundario que el que tenía en la historia en la que debutó.
La sensación que nos deja Sin Camino de Vuelta es positiva, pero con matices. Es innegable que los personajes están caracterizados de una forma impecable, como es de esperar con escritores como Waid y Ewing expertos en ese tema. También hay una trama metalingüística bastante interesante que culmina con la aparición de la Casa de las Ideas, que a lo largo de los años ha ido apareciendo de una u otra forma en publicaciones de Marvel. Y, por supuesto, la acción superheroica tiene momentos palomiteros que harán las delicias de los fans del género. Pero también es cierto que tiene detalles que pueden resultar un tanto forzados. Que sólo la alineación de héroes que tenemos en estas páginas acuda a combatir a Nyx puede resultar un tanto incomprensible. Pensando en las consecuencias de un apagón global, uno no puede evitar preguntarse dónde están otras entidades sobrenaturales del planeta y el resto de los cientos de héroes que han pasado por los Vengadores.
Y luego está Conan.
Conan el Bárbaro dejó Dark Horse en 2018, donde vivió una época brillante a nivel creativo, para volver a Marvel Comics en 2019 y darnos unos tebeos de calidad discretita. Pero en esta segunda etapa en Marvel, Conan quedó totalmente integrado dentro de su universo superheroico, debutando como tal precisamente en esta serie limitada, dejándonos claro que la Era Hyboria es el pasado remoto del Universo Marvel actual. Evidentemente, de la alineación de héroes presente, la elección más coherente para hacer un team-up con el bárbaro de Robert E. Howard no es otra que la Bruja Escarlata. Aún así, resulta una inclusión un tanto forzada que tampoco duró demasiado. Tres años después, en 2022, Conan abandona de nuevo la editorial, siendo su última aparición en la serie Salvajes Vengadores.
En el plano gráfico, tenemos a dos de los ilustradores que ya participaron en Sin Rendición, Paco Medina y Sean Izaakse, con el apoyo puntual en un número de Carlo Barberi. Medina hace un muy buen trabajo, destacando bastante por encima de sus compañeros, pero Izaakse está en la línea de lo que le hemos visto en otras ocasiones. Es un autor correcto, al que no se le puede achacar ningún defecto, pero no consigue emocionar ni destacar en prácticamente ninguno de sus trabajos. Sí se echa de menos, en cambio, al artista que nos dejó con la boca abierta en Sin Rendición: el madrileño Pepe Larraz.
La edición de Panini está en la línea de otros tomos de la línea Marvel Deluxe. Tenemos los diez cómics originales con las portadas originales, y como extras, las páginas de la sección La Reunión en la que los autores nos cuentan parte del proceso creativo de la serie, aparecidas originalmente en cada número en grapa y aquí reunidas todas juntas al final del tomo.
Sin Camino de Vuelta es una historia simpática que se deja leer, pero no mucho más. Tanto la estructura como los autores implicados dejan claro que es una secuela espiritual de Sin Rendición, intentando replicar el éxito de crítica y público que tuvo la parte original pero quedándose muy lejos tanto en interés como en frescura de aquella. Aún así, es un tomo que nos da una historia de sabor clásico autocontenida, que gustará, sin estridencias, a los seguidores de las etapas más tradicionales de los Vengadores.
