La historia de Marshal Blueberry es casi tan convulsa como el salvaje oeste en el que se desarrolla. Bueno, tal vez esto sea un tanto exagerado, pero Blueberry había perdido sólo un par de años antes a Jean-Michel Charlier, su creador literario y se encontraba en una época de constantes cambios editoriales. Bajo el manto de la editorial suiza Alpen Publishers de Fabrice Giger, Marshal Blueberry era la tercera serie de nuestro teniente de caballería favorito. A Jean Giraud le fue imposible hacerse cargo del dibujo, pero sí tomaría las riendas del guión dejando el arte para otro viejo conocido de la escena francobelga, William Vance. El célebre dibujante de XIII no obstante sólo dibujó dos de los tres álbumes que fueron publicados antes de cerrar. Al parecer, surgieron problemas entre el dibujante belga y la editorial, al que según puede leerse en algunos sitios, le pedían completar un álbum en cuatro meses.
No serían cuatro meses sino 7 años lo que tendrían que esperar los fans de Blueberry para ver el tercer álbum. Para esta tarea contarán con Michel Rouge, un antiguo aprendiz de Giraud, que se ya tenía experiencia en western tras sustituir a Hermann en Comanche. La serie ya partió con el recelo de los lectores, que veían cómo las aventuras del teniente cambiaban de manos en guión y dibujo y, finalmente, la tercera sería la última entrega de la serie.
Para bien o para mal, la corta vida de esta serie permite que Norma nos la traiga completa en este integral, al igual que ha hecho Dargaud en su país de origen. Los acontecimientos de Marshal Blueberry nos llevan a 1868, en la época en la que Blueberry servía en Fort Navajo. Tomando la semilla plantada en La mina del alemán perdido, nos sumergen en una trama de tráfico de armas tras cuya pista enviarán al teniente, que tendrá que tomar el manto de marshall en un pueblo llamado Heaven. Con este hilo conductor, cada uno de los tres álbumes tiene su propia entidad. Así en Por orden de Washington, tendremos una asedio a lo Río Bravo, en Misión Sherman llegaremos al pueblo de Heaven con su nuevo sheriff y será en Frontera sangrienta donde concluyamos toda la trama de las armas.
Si bien en su día las críticas tildaron esta obra de excesivamente ligera y superficial con respecto a la línea del Blueberry de Charlier, cerca de treinta años después no son pocos los aciertos que podemos ver en ella. Incluso para aquellos que nunca se hayan acercado a las aventuras de Mike Steve Donovan, alias «Blueberry«, con tan sólo unas páginas ya estaremos ubicados en ese salvaje oeste con énfasis en salvaje. Los personajes que pululan por estas páginas viven como cotidianas la muerte, la violencia y la corrupción en una absoluta ley de la jungla.
No obstante, incluso con su cinismo, Mike Blueberry se nos presenta como claramente adelantado a su época. Es él quien negocia con los indios, quien supera los prejuicios con las mujeres, quien lleva a cabo su misión por encima de intereses personales y, en definitiva, el héroe. pero no nos confundamos Blueberry sigue siendo Blueberry con todo su cinismo y sigue viviendo en ese salvaje oeste donde sólo están los corrompidos y los que aún no lo han sido. Pero incluso siendo la figura heroica, este teniente inspirado en Jean Paul Belmondo hará las cosas a su modo. En el mundo de Blueberry no hay lugar para débiles. Como él mismo dice, no ha venido a ayudar a viejecitas.
En su día también hubo voces en contra de Vance, cuyo estilo consideraban poco adecuado para el western y, por mucho que Rouge sea discípulo de Giraud, queda lejos del sentido visual de sus maestro. En cualquier caso, vistos hoy día con perspectiva, ambos hacen un trabajo más que digno en este Marshal Blueberry. Si acaso, Rouge se ocupa de que la transición sea suave y da la sensación de que consiguiera aunar los estilos de Vance, Giraud e incluso añadir su pequeño toque.
Podría concluirse que a Marshal Blueberry lo ha tratado bien el tiempo, lejos de las polémicas y movimientos convulsos que sufrió en sus época. Pese a que no estamos ante lo mejor de la saga, este tomo bien podría ser una recomendación perfecta para aquellos que quieran acercarse a las aventuras del teniente por primera vez.