Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Lucifer Integral 2 (de 3)

Lucifer Integral 2 (de 3)
Guion
Mike Carey.
Dibujo
Peter Gross, Dean Ormston y otros.
Tinta
Ryan Kelly.
Color
Daniel Vozzo.
Formato
Cartoné, 680 págs, Color, 16x24 cm.
Precio
53,50€.
Editorial
ECC Ediciones. 2018.
Edición original
Lucifer #21-49 (Vertigo, DC Comics)

Como anunciábamos en la reseña del tomo anterior, en estos tomos ya esperábamos un aumento de páginas, a tenor de los números que sabíamos quedaban por editar. Efectivamente, este Lucifer Integral tomo 2 contiene nada menos que la friolera de 29 números americanos. Como decía también, el tamaño algo reducido, no solo no le sienta especialmente mal, sino que para el manejo de un tomo de estas dimensiones (casi 700 páginas) resulta mucho más manejable que, por ejemplo, la edición Deluxe de Sandman, que teniendo menos páginas, resulta más pesado. Todo tiene sus pros y sus contras: tamaño vs manejabilidad. XD

Resumir 29 números en una sinopsis sencilla se me antoja demasiado complejo, por lo que comentaré que la historia sigue manteniendo esa linealidad tan anómala en una serie de este tipo, y que le sienta tan bien. El hecho precisamente de saber que después de un arco tienes que dirigirte a un punto predecible no solo no le sienta mal a una historia de este tipo, sino que incluso confiere esa necesidad de continuar la lectura para saber qué viene a continuación. Si acaso, hacia el final del tomo sí vamos a ver un pequeño punto de inflexión en el que la historia podría haberse dirigido a cualquier otro punto, y nos cuenta una historia atemporal por su contenido, aunque por la serie de personajes que lo protagoniza nos ayuda a saber en qué punto estamos.

Lucifer Integral 2
La primera parte de este tomo comienza con la interesante trama de la lucha de los Basanos, esos seres creados a partir de las cartas del tarot como una personificación de sus figuras, que intentarán destruir definitivamente a Lucifer. Una historia cargada de interés que está contada en dos arcos: Paraíso (21-23) y Purgatorio (25-27), con un interludio también relacionado en el número 24 (La inscripción en la pared). Así tenemos una historia con su planteamiento, nudo y desenlace, y con los elementos propios de la épica hacia el final de una historia. Son unos números en los que vamos a recuperar a personajes como Jill Presto, Elaine Belloc o Mazikeen y los Lillim. Una trama en la que vamos a ver el desarrollo del personaje de Elaine de un modo inesperado, y que da mucho peso al personaje de Mazikeen, que al liderar a los Lillim va a darle un lugar de verdadero protagonismo en la historia.

El siguiente arco más largo, Infierno (29-32) se basa en la lucha definitiva entre el cielo y el infierno personificados en Amenadiel y Lucifer que deberán enfrentarse a duelo bajo unas ciertas circunstancias concretas… Un arco lleno de giros argumentales, sorpresas y juegos mentales por parte de Lucifer y sus aliados. En estos arcos además, Carey y Gross tienen una narrativa muy específica, en la que van alternando escenas entre los diferentes personajes protagonistas. Siempre van narrados por alguien concreto, pero la acción pasa de un personaje a otro con mucha facilidad. Algo que, lejos de interrumpir la acción, le da una sensación de agilidad que te hace estar pendientes de todas las tramas. Pero sin duda el fuerte del arco es ver cómo Lucifer va siempre un paso por delante de sus enemigos y se rodea de los mejores aliados.

Lucifer Integral 2
En el número 33 tenemos Regalos Envenenados, otro de esos interludios dibujados por Dean Ormston cuya principal peculiaridad es la presencia de Zim’et, otro personaje que adquirirá cierta relevancia, especialmente en arcos posteriores. Una historia de un buen hombre al que le detectan un cáncer y a pesar de ello sigue dando prioridad a la justicia y la compasión. Un número que reflexiona sobre la naturaleza humana, el altruismo y la batalla entre el bien y el mal a todos los niveles, incluso aunque sea en el de un tipo mundano, que no importa a casi nadie. Preciosa historia.

Los números 34 y 35 contienen Llega el Juez, una historia en la que un detective recién llegado a la ciudad investiga la desaparición de Elaine, y que realmente sirve de preludio al gran arco posterior. Números interesantes, con sorpresa que omito revelar.

El siguiente arco es Naglfar (36-40), donde Lucifer reúne una peculiar tripulación para ir en el barco que da título al arco hacia las Mansiones del Silencio. La tripulación la conformarán Mazikeen, Cal (el hermano de Elaine), Jill Presto, David Easterman (difunto padre de Elaine), los querubines Gaudium y Spera, y Bergelmir, gigante de hielo medio hermano de Loki. Aquí volvemos a meternos en otra rama de dioses, en este caso nórdicos. El arco es de los mejores hasta el momento (que ya es difícil), con un papel reservado para cada miembro de la tripulación y una misión paralela del propio Lucifer en la que junto a su hermano Miguel entrarán en contacto con su padre. Todo viene hilado de lo que ha pasado en arcos anteriores, y solo tiene sentido viniendo de leer ese arco… Es lo que siempre repito con respecto a esta obra de su linealidad. Pero el tratamiento de la historia, tan irreal, tan sugerente y con esas referencias constantes, y esos cambios que se van a producir en personajes como Easterman o Cal, abriendo una puerta a realidades alternativas y a versiones de los mismos personajes aporta una complejidad a la historia que me ha resultado de lo mejor hasta el momento de la serie.

Lucifer Integral 2

El número 41 está protagonizado por Elaine y su amiga Mona y dibujado por David Hahn, en un estilo que rompe bastante con la imagen habitual que nos hacemos con Gross y Ormston, con un estilo casi cartoon y un color que, a pesar de ser del colorista habitual Daniel Vozzo, se ve muy satinado y casi con colores pastel. Es un dibujo demasiado diferente y que puede llegar incluso a sacar de la historia un poco.

Por suerte, Gross vuelve en los números 42 a 44 (Compañeros de Armas), con una historia en la que los titanes Gyges y Garamas (saltamos ahora a la mitología griega) intentan ocupar el vacío dejado tras la ida de Yahvé. Un arco argumental narrado por Beatrice Wechsler, la camarera del Lux, enamorada de Mazikeen. Aquí precisamente es donde decía que se genera un punto de inflexión en el que la historia parece llegar a un punto de tranquilidad, sin ninguna misión imprescindible inminente. Una historia que, a pesar de parecer una historia más de lucha entre el bien y el mal, sirve como conflicto entre Samael y Miguel con una reflexión sobre el poder y la importancia tanto de la propia figura de Dios como la necesidad del orden.

Del siguiente fill-in, Terreno Neutral, destacar que lo dibuja Ted Naifeh, con un estilo más cercano a Ormston y que puede llegar a recordar a Camuncoli, y al que le tengo especial cariño gracias a su serie de Courtney Crumrin.

Lucifer Integral 2
Los números 46 a 49 tienen la peculiaridad de incluir dos arcos argumentales de dos números, alternos entre sí: El tobogán de cristal suturado (46 y 48) y Zarza, armón, cerradura, alambrada (47 y 49). El primero hace referencia a Thole, el tejedor de cristal suturado, una especie de araña que teje redes emocionales para atraer a las enormes hembras, y que por culpa de uno de los múltiples portales abiertos por Lucifer, contactará con un niño de la Tierra. El segundo gira en torno a la evacuación del mundo de Lucifer de las criaturas inmortales. Elaine organiza tres grupos para asegurarse de que no queda ninguna de esas criaturas en el mundo: Mona y Gaudium, Spera y Elokim Shaer, y Elaine y Mazikeen. Unos arcos con un giro narrativo con esa mezcla de arcos pero conformando una historia simultánea, que suponen una innovación narrativa por parte de Carey. Realmente las historias se van entrelazando, vamos a ver secuencias de ambos arcos en todos los números. Importante también para la serie este punto en el que Lucifer intenta romper con todo lo que huela a adoración y divinidad, como un intento de buscar el agnosticismo.

Y si en el tomo anterior alababa las portadas de Fegredo, no puedo despedirme sin hacer lo propio con el que sería el portadista más prolífico de la serie: Christopher Moeller, con un estilo pictórico absolutamente fabuloso.

En definitiva, Lucifer Integral 2 (de 3).

Mike Carey es un autor que lleva décadas haciendo tebeos colosales, pero al que parece que no le llega el reconocimiento de los grandes. Autor de series como esta, The Unwritten o su etapa en Hellblazer (de las mejores)… pero que no parece llegar a ser uno de los pesos pesados para los lectores. Esta obra es muy grande. Con una complejidad muy difícil de encontrar en el cómic, Carey sigue haciendo una reflexión sobre las creencias religiosas, contando esta historia de competición continua entre hermanos, que intentan ganarse el respeto paterno, bien sea intentando emularle o bien sea haciendo todo lo contrario a lo que les ha enseñado para mostrar su personalidad y carácter. Y sobre todo, es una obra que se llama Lucifer pero que dista mucho de ser una serie con un solo protagonista. Como ocurría ya en Sandman, en esta serie también es fundamental el papel de los personajes «secundarios». Lucifer siempre ha sido considerada como el spin-off de Sandman, pero puede mirar a los ojos a su hermana mayor sin tener que levantar la cabeza en ningún momento.

Lo mejor: La complejidad de sus guiones. El equipo Carey-Gross-Kelly. La profundización en el enorme catálogo de personajes secundarios.

Lo peor: Verla como una serie menor de Vertigo y perdértela.

Para los que quieran leer el mejor Vertigo. Para los que sabemos que Carey está en el Olimpo de los guionistas top. Para disfrutar leyendo.