Seguimos hablando de una de las series más sorprendentes e inesperadas de los últimos meses. Lost Lad London 2 sigue explorando ese misterioso asesinato del alcalde de Londres en el metro, y va encaminando la trama hacia su resolución final, aportando con cuentagotas detalles que abren nuevas vías de investigación. Al ser una serie de solo tres tomos, en este tomo central vamos a ver un relativo estancamiento de la acción, que había comenzado a muy buen ritmo, y se permite explorar mejor a los protagonistas e ir revelando algunos detalles que ayudan a darles tridimensionalidad. La edición de Distrito Manga se presenta, como viene siendo habitual, en un tomo rústica con sobrecubierta.
Como decía, este tomo sigue de cerca la investigación del inspector Ellis en colaboración con Al, un chico que guarda una relación muy estrecha con el alcalde. Todo indica que era el propio alcalde el que seguía de cerca a Al, pero a los ojos de un investigador, especialmente si no sabe la relación que les unía, puede parecer todo lo contrario, incluso aunque no sepa que el arma homicida apareció dentro del chaquetón del joven. El compañero de Ellis en la comisaría interrogará a Al y se convertirá en su principal sospechoso. Comienza una carrera contrarreloj para descubrir qué sucedió realmente, puesto que la policía ya lo está siguiendo de cerca y si llega a enterarse de que el propio inspector Ellis le está ayudando, con la intención de esclarecer lo sucedido… poco va ayudar a demostrar su inocencia.
Una de las cosas que más me está gustando de esta obra es la exploración de los personajes. A priori, con un manga corto (solo tres tomos), una premisa tan potente como ese asesinato que arrastra un secreto del pasado y una investigación que vaya esclareciendo poco a poco lo sucedido, lo normal es que hubieran tirado por personajes muy estereotipados, con pocos matices. Pero no, Shima Shinya nos presenta a un inspector de policía muy interesante, que ha tomado una decisión, a priori, poco comprensible (ocultar pruebas de una investigación por una corazonada), y a medida que vamos conociendo más de él vamos entendiéndole mejor. Eso lo permiten esos detalles secundarios como aquel caso que le marcó (y del que aquí ya vamos a saber los detalles) o su propia vivencia como inspector negro en un cuerpo de policía de mayoría étnica blanca. Hay un diálogo entre Ellis y la nueva inspectora que llega, de origen japonés, que resulta muy explicativo y nos ayuda a comprender al personaje.
Entre ese estilo tan atípico, que puede recordarnos a Ken Niimura o al Jordi Lafebre de Soy su silencio, y su trama tan policíaca, convierten la lectura de este manga en la típica recomendación que podemos hacer a aquellos lectores que no terminen de conectar con el estilo de dibujo e historias que suelen predominar en el manga. Shinya tiene un trazo muy abocetado, que parece realizado a vuelapluma y no esperéis ver las típicas líneas cinéticas o expresiones hiperbólicas (bueno, alguna hay, pero demasiado pocas para lo que es un shonen habitual). Podría pasar perfectamente por un cómic independiente o incluso europeo.
En definitiva, Lost Lad London 2 deja encarrilada la serie para su desenlace con un tercer y último tomo que se antoja apasionante. Muchas incógnitas abiertas y situaciones de inestabilidad que pueden provocar que todo se derrumbe en cualquier momento. Como he dicho antes, esta serie me parece, por su frescura y originalidad tanto gráfica como de guion, una buena recomendación para lectores sin experiencia en cuanto a manga y con ganas de probar algo diferente. A morderse las uñas hasta mayo, que salga el último número…
Lo mejor: Incluso siendo este un tomo en el que baja el ritmo, sigue manteniendo la tensión de manera genial. La caracterización tan sutil de Ellis.
Lo peor: Tener que esperar aún dos meses hasta poder leer el final.