Con Los Vengadores de Jonathan Hickman 4 llega la segunda parte de Infinito, y con ella el fin de lo que podríamos considerar el primer ciclo de Hickman a cargo de los héroes más poderosos de la Tierra, con lo que nos aguarda todo lo que se espera de un fin de fiesta.
Con la amenaza de los Constructores y Thanos, casi consiguen que se nos olvide que el peligro de las incursiones podría traer el fin de todo el universo, pero al final del tomo, a modo de epilogo, se encargarán de recordarnos que lo más gordo está por venir. Pero antes de este punto, Los Vengadores de Jonathan Hickman 4 saca del almacén toda la pirotecnia de la que dispone para cerrar la gran guerra intergaláctica contra los Constructores y la traca final con los todos los Vengadores de vuelta en la Tierra contra Thanos y sus huestes. Por el camino dejaremos un hito en el destino de los Inhumanos, un nuevo orden universal para los Kree, Shi’ar y Skrull y algunas de las escenas de acción más potentes de los últimos años.
No deja de ser este Vengadores de Jonathan Hickman 4 un caso curioso en la carrera del guionista sureño. La gran especialidad de Hickman es crear expectativa y rodear de misterio la amenaza que se avecina. Tanto es así que incluso pasado el ecuador de esta saga de infinito que comenzó en el tomo anterior, se permite prácticamente la mitad de éste para seguir subiendo las apuestas, elevando la escala del peligro que se cierne sobre todo y todos. Vencen un obstáculo solo para destapar otro mayor. ¿Pero qué ocurre cuando llega ese momento en el que el tamaño de la contingencia no puede crecer más? ¿Cómo se desenvuelve Hickman cuando llega el momento de la verdad?
Puede que tener de su lado a Jim Cheung, Jerome Opeña, Dustin Weaver, Leinil Francis Yu y Mike Deodato Jr. pueda tener algo que ver, pero Hickman demuestra que nos puede llevar a una gran batalla final donde no sólo la pirotecnia y la épica brillan, sino que es capaz utilizar la acción para contarnos cosas que van más allá de los puñetazos y las explosiones. Es cierto que recurre a al viejo truco de dividir la acción en varios frentes para favorecer las elipsis y poder mostrar solo los momentos donde la acción está en su punto más alto. Tal vez cuando inevitablemente llega el momento de las explicaciones pueda flaquear y recurrir ocasionalmente a la exposición, como si entre toda esta sucesión de trances sobrecogedores no hubiera tiempo de hacerlo de otro modo . Ya comentamos también que la caracterización de los personajes no termina de ser lo suyo más allá de su estricto papel como engranajes de la historia, pero todo esto tal vez es un pequeño precio a pagar por la colosal magnitud de sus historias.
Pero no hay blockbuster sin toda la carne en el asador visual y puede que Marvel no pusiera en Los Vengadores de Jonathan Hickman 4 a sus narradores más experimentados o sus profesionales más pulcros, pero no hay duda de que pusieron a lo mejor de su arsenal a la hora de crear un gran espectáculo. Incluso con dibujantes de trazo similar como Opeña, Weaver y Yu hay diferencias de calidad, pero consiguen una coherencia inusual en obras dibujadas a varias manos y todos y cada uno de ellos parecen empaparse de la dimensión de lo que Hickman quiere contarnos como objetivo al que apuntar.
Son ya cuatro tomos de estos Vengadores de Hickman y los cálculos indican que quedan otros cuatro más. Han pasado ya 5 años desde la primer publicación de estos comics y ya casi todos sabemos cómo acabará esta gran epopeya. De hecho saber el final despeja cualquier duda de que, sea cual sea la magnitud de lo que se nos está dando y tal como se nos promete, lo mejor está aún por llegar.
