Otra de las entrevistas que pudimos hacer en Heroes Comic Con Madrid, gracias a la colaboración de Astiberri, fue con la autora de Gazpacho Agridulce y Andaluchinas por el mundo, Quan Zhou Wu, una gaditana que, como ella misma nos cuenta, ha entrado en el mundo del cómic por la puerta de atrás, y por casualidad. Simpática, locuaz y siempre saltando de una cosa a otra, nos cuenta un poco sobre sus dos novelas gráficas y sobre lo que le ha tocado vivir por ser una «andaluchina». Tenemos el video con la entrevista y, si preferís, la versión transcrita a continuación.
1. ¿Cómo surge Gazpacho Agridulce?
Pues a mí es que me encanta hablar de mí y digo “Bueno, pues yo te cuento movidas de chinos y tal” y ya pues, chascarrillos con amigos tipo “Mi madre me ha vuelto a decir que me case con un chino”, pues estas cosas… Entonces, en una comida, una colega me dijo “Chica, que esto está muy de moda ahora, hacer un cómic autobiográfico. Hay una lesbiana que luego han hecho un musical en Broadway”. Y yo: “Hostia, tía…” “¿Y por qué no hace un webcómic?” Y yo le dije: “Pues podría estar bien…”. Y así sin más, sin ninguna pretensión. Lo que pasa es que de repente lo petó, empezó a gustar mucho, era algo que no estaba hecho en este país todavía. No había ninguna primera generación que hayamos nacido aquí… Nadie lo había hecho. Y de repente… buah, dos novelas gráficas. Ha sido una cosa que ni en mis mejores sueños.
2. Si he echado un poco en falta en una obra autobiográfica como esta saber más de la Quan dibujante. Es cierto que te vemos en la Escuela de Diseño, pero no sales dibujando… ¿Por qué has dejado esto de lado?
¡Es que yo ni dibujaba ni leía cómics! O sea, yo soy super-outsider… He venido después y de repente digo “¡Chico, chico! ¡Que todo es nuevo!” Es que yo había dejado de dibujar. Dibujaba de niña, hice el bachillerato de Artes pero como lo veía super inútil digo “Con esto me voy a morir de hambre”. Lo dejé y hasta que no me puse ese día a volver a dibujar no tenía background. A veces me preguntaban por referencias y digo: “Pues es que… Pokemon”, que era lo que veía…La familia crece… Jajajaja. O sea, no tengo ninguno, qué vergüenza, jajajaja. Y por eso no hablaba. O sea ha venido todo a posterior. Lo he hecho todo al revés: He publicado y a raíz de publicar, he empezado a leer y culturizarme.
3. Cuentas tanto en Gazpacho Agridulce como en la recién publicada continuación Andaluchinas por el mundo la historia de tu familia. ¿Cómo hacías las partes contadas por tu familia? ¿Les pedías que te escribieran un guión? ¿Lo hablabas con ellos y tú lo adaptabas…?
Lo hacíamos juntas. Al principio digo: Chicas, tengo esta idea de hacerlo en primera persona. ¿Qué historia queréis contar? ¿Qué moraleja? Porque cada capítulo concluye y te queremos contar una cosica. Entonces ellas decían “Pues mira, así, así y así”. Entonces yo las llamaba al whatsapp, no me contestaban, pasaban de mí, yo me enfadaba… Jajaja. ¡Es que con mi hermana mayor había además seis horas de diferencia! Era como “¡¿Me quieres contestar ya que tengo que seguir?!” Y mi hermana pequeña me decía “Quita esto, es que yo no hablo así…” Y fue muy gratificante porque me decía “Es que yo quiero leerlo y ser yo, y que no sea tu visión de mí”. Entonces ha sido duro, pero muy guay. Porque encima trabajar con otras personas que encima son tus hermanas y luego decir “Oye, ¿te ha gustado cómo ha quedado?”
Y les ha gustado…
Buah, les ha encantado. No es un libro mío. Lo vemos como nuestro. Que luego yo he sido la que lo he armado todo y he contado la historia de dibujar y tal, pero es nuestro. Estuvieron en una presentación que hicimos en Madrid y fue tan bonito… Nos hemos redescubierto las unas a las otras y eso que… siendo hermanas, pues pensábamos que lo sabíamos todo las unas de las otras.
4. Contabas en una entrevista la mala experiencia en redes sociales que te había impulsado a hacer esta segunda obra? ¿Qué pasó exactamente?
Fue porque salimos en un reportaje del país. Salíamos segundas generaciones y salía una chica de Cabo Verde, había un chico que creo que era ecuatoriano, una chica musulmana, estaba yo. Y entonces tuvo tantísimo éxito que lo sacaron en la portada de El País papel. Y hubo muchísimos comentarios, ¡y muchos negativos! O sea que lo que venían a decir es que “si tú eres española…” Como si yo me sintiera menos española. Gente un poquito limitada… Entonces, yo creo firmemente que si somos buenas personas, rascas un poco y no somos tan distintos. Por eso lo hicimos tan íntimo, tan contado en primera persona, porque si tú cierras los ojos y hablas conmigo un rato, te darás cuenta que no somos tan distintos.
5. Y más con ese acento, fíjate, un sevillano entrevistando a una gaditana. Jajajaja. Si ya como andaluz, solemos llevar una fama de Despeñaperros para arriba tremenda…
Mira el graciosillo, nosecuantos… Jajajaja…
… siendo una andaluchina como tú te llamas no me imagino por lo que habrás pasado… ¿Puede ser que te hayas quedado incluso corta en tus dos obras?
¡Uy, un montón! Porque yo no puedo estar todo el rato poniendo tópicos porque me encima me pierdo pero todo el rato… “Ay qué graciosa que habla andaluz.” Y es como “tío, qué coñazo ya…”
“Cuenta un chiste”, ¿no?
Cuenta un chiste y también me dicen “Pues yo conozco a un chino que también es de Cádiz, ¿lo conoces?” Y yo, cómo lo voy a conocer, si es que somos muchos… Yo qué voy a saber…
6. ¿Sientes realmente que hay más racismo en España del que pensamos?
Yo creo que sí. Tristemente, creo que sí. Pero no es porque “Ay, los españoles, qué malos que somos…” sino porque todavía no ha habido tanta inclusión. Ahora, por ejemplo, si un colegio está lleno de inmigrantes, tú automáticamente piensas que es un colegio malo, en plan te van a pegar, te van a dar una puñalada a la salida, te van a pasar drogas porque… los asociamos a barrios conflictivos, a inmigrantes mal pagados, trabajos malos y todo. O sea, de verdad que no creo que sea maldad de la gente sino que hay poca educación todavía. Pero porque, ya ves, yo soy la primera generación que ha nacido aquí, danos dos más. En Australia, por ejemplo, es de muy mala educación preguntarle “Pero, ¿de dónde eres realmente?” No, tío, como son todos de fuera y todos han llegado allí… Y bueno, aparte de mucho trasfondo cultural y lo que pasaba que llegaban y los soltaban de la cárcel allí… pero que no hay educación. Que cada persona es de donde es y punto. Porque la identidad no la da un pasaporte.
7. ¿Tienes algún proyecto pendiente? ¿Más Gazpacho agridulce o quieres cambiar de registro ya y pasar a la ficción, etc?
Uyuyuyuy… Pues voy a publicar un libro de ilustración para niños. Lo hago con una escritora que esta vez solo soy ilustradora, no he hecho nada de guión… bueno, un poquito, miento, y va a salir creo para enero o febrero. Se llama “El gran libro de los niños extraordinarios”.
¿Con qué editorial?
Silonia. Y va sobre las diferencias, pero que luego si rascas un poquito somos todos muy parecidos.
¿Y después?
Yo creo que vivir unas vacaciones. ¡Me voy a ir a China de vacaciones! Es que es mucho curro, y aparte que como yo lo compagino con el diseño gráfico… es decir adiós a tu vida.
Ha sido todo relativamente seguido, ¿no?
Dos años, ¿eh? ¿Y a que se ha notado la diferencia? Jajaja.
8. Decía en mi reseña que echaba un poco en falta saber más de tu hermano. A las hermanas se os ve con una relación completamente diferente. ¿Es así?
Es totalmente cierto. Pero a ver, para trabajar guión a la otra persona le tiene que apetecer involucrarse y tal. Entonces, yo lo hablé con mi hermano y el día que le apetezca pues seguiremos más. Lo bueno que ha tenido esto es que me dijo una chica “Hay poca narrativa de literatura en que se hable de relaciones entre mujeres y que se hable bien, que no sea ni madres de, ni una hijadeputa de… o lo que sea”. Y dije “Jo, es muy bonito”. Y es verdad… qué de cosas aprendo… Jajajaja.