Saludos, queridos lectores. Hoy tenemos un tebeo muy curioso titulado Los perros del mar. Escrito por Joe Hill y dibujado por Dan McDaid, lo encontraréis catalogado como cómic de terror gore. Aunque personalmente pienso que no lo es.

En mi opinión estamos ante un divertimento homenajeando al cómic clásico de terror.

Llegué a esta historia atraido por la preciosa portada de Tiffany Turrill. Para el lector español quizás sea algo que le “suena” pero no identifique inmediatamente el homenaje al Espíriru del 76, cuadro de Willard. Y viendo ese dibujo y leyendo el título pensé en quienes eran los perros del mar y de que nacionalidad y pensé para mí: Hill es un cachondo mental.

Tanto la portada como la sipnosis nos dejan claro que esto va de hombres-perro matando gente en barcos británicos del siglo XVIII. Pero si esperamos un guión lleno de miedo, terror y horror, quedaremos desconcertados. Justo antes de empezar con la historia, tenemos unos dibujos de los personajes, a modo de recortables de las revistas juveniles.

–¿Pero qué me he comprado?, puede que digáis.

Pues una declaración de cariño a los cómics de horror de los años 50. La Warren, por ejemplo.

Desde el propio origen de la obra, que fue publicada a cachitos (como los que dejaría de nosotros una jauría salvaje) en las revistas de la colección editada por el autor, hasta los textos que nos recuerdan al principio de cada capítulo lo que ya ha sucedido; todo nos recuerda a las revistas de hace años.

Este origen revistero hace que el ritmo de lectura sea raro. La leemos de forma rápida, pero sin dejar de pensar en que son capítulos sueltos. La atmósfera histórica se mantiene, pero en ningún momento sentimos la misma opresión que los marineros atrapados en el barco.

Y al igual que en aquellas historias, tendremos giros de guión e incluso subtramas. Algunas las veremos venir como los clásicos de guión que son, mientras que otras nos sorprenderán como un perro negro saltando en silencio por la noche hacia nuestras gargantas.

No os quiero revelar mucho más sobre el argumento, pero aprovecho para comentaros que no he encontrado mucho sobre el Havoc, aunque si que hay algo sobre los Havock :-). Pero no nos preocupemos por nada de eso. Esta no es una obra de terror históricos, si no de aventuras terroríficas.

Pasemos a hablar del dibujo. Al igual  que el guión, nos recuerda a esas viejas historias de terror. Personajes exagerados, muertes horrendas, ojos enloquecidos, tripas por el suelo…

McDaid hace un trabajo excelente al contarnos una historia cruda y llena de brutalidad… sin caer nunca en el gore. Me ha recordado mucho a las historias de 2000 AD (un saludo, señor Acebes) donde tambien podíamos disfrutar de los excesos visuales sin estremecernos de asco u horror.

Me vienen a la memoria aquellas películas de los años 80, donde nos reíamos de las burradas de las peleas más que tener miedo. Esta obra me ha transmitido esas mismas sensaciones.

Pero sin las palomitas, que hay que cuidarse :-).

Y el plano del barco a doble página, con su rosa de los vientos tematizada en forma de hombre lobo me ha robado el corazón.

Este mismo tono de humor negro está reforzado por las suaves paletas de color aplicadas por John Kalisz. Tonos vivos y fuertes, como el fuego de una lámpara en una noche oscura a bordo de un navío de linea. Pero al mismo tiempo evitando el baño visual de la sangre y las vísceras.

Y en las páginas que son casi o totalmente negras, un negro puro que no se mancha al tocarlo.

La edición de ECC es preciosa. Ignoro como será la original USA, pero la española es una maravilla. Tapa dura, guardas y portadillas simulando papel viejo con gotas de sangre, un par de páginas con bocetos (no los leáis hasta el final, que puede haber espoileres de esos que te destripan cono la garra de un doberman), un artículo de contexto y una página dedicada a ese dibujo de la rosa de los vientos que os mencionaba antes.

La traducción se la debemos a Jaime Valero Martínez.

¿Por qué leer Los perros del mar?

Una historia de horror clásico, llena de cariño hacia los tebeos de terror de los años 50. Un dibujo que no cae en el gore sangriento. Los extras.

¿Por qué no leer Los perros del mar?

Buscas un terror más sangriento y explícito. El ritmo de lectura se hace raro, pues simula las historias cortas de las revistas antiguas.