Sirviendo de homenaje a Steve Ditko con motivo de su reciente fallecimiento, Panini acaba de editar un volumen dedicado a la carrera del autor dentro de Marvel Comics. No está representada toda su carrera, de la cual faltaría material de su paso por DC, Charlton y el mundo de la autoedición, pero sí hay una buena selección del material del cual Panini tiene los derechos, que, dicho sea de paso, es el más conocido del autor.

Steve Ditko nació en Pensilvania, en una familia de inmigrantes eslovacos. Entró en contacto con el mundo del cómic de niño, a través de su padre, que leía con regularidad las tiras de prensa del Príncipe Valiente de Hal Foster. La aparición de Batman y del Spirit de Will Eisnerle inspiró su futura carrera en el medio, formándose en lo que acabaría siendo la Escuela de Artes Visuales de Nueva York, con Jerry Robinson, cocreador del Joker y Robin. En esa academia fue descubierto por Stan Lee, gracias al cual entró a trabajar para Atlas, la primigenia Marvel, siendo su primer trabajo para la editorial el nº 33 de Journey Into Mystery.

Aproximadamente una década después, Ditko abandonaría Marvel, guiado por una fuerte personalidad individualista, quizas derivada por su convicción en el Objetivismo de Ayn Rand, ideología compartida por otros autores como Peter Bagge o Frank Miller. Durante toda su vida fue muy celoso de su intimidad, no teniendo ninguna aparición pública en los últimos años de su vida. Para saber más sobre él, es muy recomendable el visionado del documental de la BBC In Search Of Steve Ditko, que se puede encontrar en youtube sin demasiados problemas.

En este tomo de Panini nos encontramos con una muestra de las tres principales áreas del trabajo de Ditko durante su primera temporada en Marvel. Años después volvería a trabajar para la editorial, y en esta segunda etapa crearía personajes como Speedball o la Chica Ardilla, aunque ya no volvería a tener el reconocimiento popular ni la fama que tuvo en sus primeros tiempos.

Amazing Adult Fantasy

La primera parte del tomo está dedicada a la época en la que Ditko trabajaba para Atlas, antes de convertirse en la Casa de las Ideas. Tenemos aquí cinco historias cortas, de entre cuatro y seis páginas, editadas todas ellas en el contenedor genérico Amazing Adult Fantasy, que fue Amazing Adventures hasta el número 6 y se convertiría en Amazing Fantasy en el 15, que acabaría siendo el último.

Se trata de historias de ciencia ficción totalmente fantasiosas, muy de la escuela de las revistas de la EC, pero sin el toque macabro que solían tener las publicaciones de William Gaines. El estilo gráfico de Ditko recuerda mucho al que se veía en estas revistas, y el guión mimetiza la estructura de aquellas historias cortas, teniendo planteamiento, nudo, desenlace y sorpresa final en una limitadísima cantidad de espacio. No es lo más memorable de la carrera de Ditko, pero sí que es una adición muy interesante al tomo para tener una muestra de los primeros tiempos del autor.

Spiderman

La creación más conocida de Steve Ditko es, sin duda, Peter Parker, el asombroso Spiderman. La autoría del personaje, más de cincuenta años después de su creación, sigue siendo motivo de disputa. Presentado originalmente como una creación de Stan Lee (como casi todo lo de la editorial), años después Jack Kirby dijo que Spiderman era una creación suya. Parece ser que lo que creó Jack Kirby fue el nombre, y que su personaje pasó a llamarse Silver Spider y posteriormente The Fly. Cuando en los primeros tiempos de la era Marvel Stan Lee preguntó a Kirby si tenía algún personaje en mente que pudieran presentar, el Rey sacó del baúl de los recuerdos ese nombre no usado. Lee encargó a Kirby unos bocetos que no convencieron al guionista, y pidió una segunda propuesta a Ditko, que presentó la imagen del personaje que aún hoy en día sigue siendo icónica.

Viendo la propuesta de Kirby y la de Ditko se pueden ver dos cosas. La primera, que de la idea de Kirby sólo se acabó usando el nombre. La segunda, que la propuesta de personaje de Stan Lee que produjo dos bocetos tan dispares tenía que ser tremendamente vaga. Con el tiempo, ha ido saliendo a la luz información que dice que el creador de Spiderman (más allá del nombre, que fue cosa de Kirby) fue Steve Ditko, y que el guionista era también el propio Ditko. ¿Qué papel tuvo entonces Stan Lee en la génesis de Spiderman? Como se está viendo cada vez más frecuentemente en los últimos años, parece que su importancia en el proceso fue mucho menor de lo que nos habían contado. Parece innegable que era el responsable de escribir los diálogos en las páginas terminadas que recibía de Ditko, pero no participó ni en el diseño del personaje ni en la escritura de las tramas.

Sirva de ejemplo la escena de las protestas estudiantiles del número 38, último de Ditko en la serie. En este número, escrito por el muy libertario Ditko, los manifestantes son representados de una forma ridiculizada. Según Ayn Rand, cada hombre debe luchar sus propias batallas y no hacerlo de forma colectiva. Así, los jipis eran un grupo deplorable para el dibujante/guionista.

En años posteriores, cuando Stan Lee tuvo un mayor peso en los guiones de la serie (aunque escribiera guiones de una frase en servilletas de papel, como comentó en alguna ocasión John Romita), la actitud de Parker con los manifestantes fue mucho más cercana. Tanto es así que en alguna charla en público, Lee reconoció que este planteamiento un tanto reaccionario era cosa exclusiva de Ditko.

De este personaje tenemos aquí cinco cómics, siendo la parte más extensa del tomo. El imprescindible Amazing Fantasy nº15, con la primera aparición de Spiderman, Peter Parker, el tío Ben, la tía May, Liz Allen, Flash Thompson y demás mitos fundacionales, el primer anual de la serie, con la primera aparición de los Seis Siniestros, la trilogía formada por los números 31 al 33 de Amazing Spider-Man, en la que Spiderman busca contra reloj una cura para el envenenamiento radiactivo que tiene la tía May y que resulta ser la cumbre de estos primeros años del personaje, y el segundo anual de la serie, en el que Spiderman hace un team-up con el segundo personaje más famoso en el que trabajó Ditko: El Doctor Extraño.

Doctor Extraño

Así como en Spider-Man Ditko dio rienda suelta a su faceta más aventurera y a sus inquietudes socio-políticas (Peter Parker tiene en sus primeros años mucho del característico individualismo randiano), en la serie del Hechicero Supremo, con la excusa de la presencia de magia y de otros planos de la existencia, se dedica a intentar forzar los límites de su arte. Así, en estas historias veremos experimentos con figuras geométricas, perspectivas y narrativas, inusuales en la época en la que se produjeron estos cómics. Y fijándonos un poco podemos ver que era un entintador bastante por encima de la media de aquellos tiempos.

Además del  team-up con Spiderman, en este tomo tenemos los números 110, 115, 126 y 127 de Strange Tales, conociendo aquí a Stephen Extraño, al Anciano, a Clea y a Dormammu.

En resumen…

Los lectores más completistas de la Silver Age y la Marvel clásica ya han (hemos) leído la mayor parte del material que se incluye en este tomo, pero para los que no tienen tiempo, espacio o presupuesto para hacerse con los Omnigold que Panini ha dedicado a los primeros tiempos de la editorial, este tomo es una más que competente selección de material de un autor que ha hecho historia dentro del género superheroico. Quizás sirva, esperemos, para dar a conocer su figura a nuevas generaciones de lectores, que a partir de aquí se dediquen a indagar un poco más en su obra.

Y los más veteranos nos hemos quedado con las ganas de paladear más de esas pequeñas joyitas de Amazing Adult Fantasy. Esperemos que, habiendo escarbado en el fondo editorial de Marvel, Panini se decida a editar el Omnibus que Marvel sacó hace unos años de Amazing Fantasy…