El autor Carles Esquembre completa con Los hermanos Machado la, de momento, trilogía sobre poetas españoles. Tras Lorca, Un poeta en Nueva York y Las tres heridas de Miguel Hernández, dedica una obra a los hermanos sevillanos cuyos destinos fueron marcados y separados por la Guerra Civil española. Planeta Cómic sigue apostando por esta serie de novelas gráficas de grandes figuras de la poesía española y por su autor, que ha encontrado el tono perfecto para realizar biografías aunque, a decir verdad, en esta tercera hace un salto al vacío y le da un tono muy diferente y original.
Si leemos la portada, veremos que el título cuenta con un subtítulo y otro sub-subtítulo, que, aunque obvios, dan una visión muy sincera de lo que podemos encontrar en el interior: Los hermanos Machado: Hoy son siempre todavía. Una tragedia en seis actos. Y es que la propuesta de Esquembre está realizada como si fuese una obra de teatro en seis actos, y tiene un componente extremadamente simbólico y figurado. Veremos a los propios hermanos hablar entre sí, una vez muertos, y por ello los tiempos se solaparán haciendo coincidir el pasado y un «presente» metafórico en la misma escena. Repasarán sus vidas, el momento creativo, e incluso compararán con otros autores como Shakespeare.
Para el que no conozca mucho de los dos poetas, comentar que ambos llevaron una vida conjunta pero a partir de la Guerra Civil, Antonio emigró al extranjero pero Manuel fue encarcelado y cuando consiguió que lo liberaran realizó varios poemas de ensalzamiento hacia el régimen franquista que lo condenaron frente a la opinión pública si miramos con perspectiva histórica. Como suele suceder habitualmente, la historia no es tan sencilla como expuesta en un solo titular, sino que las circunstancias y el sentido de supervivencia condicionaron al Machado que se quedó en España. Sea como sea, desde su separación no volvieron a verse, y Manuel se enteró por terceros de la muerte de su hermano y madre en Francia. Ahí precisamente es donde comienza esta obra, con un reencuentro en el cementerio de Colliure.
El punto de partida puede recordar un poco al de La divina comedia de Oscar Wilde, de Javier de Isusi, por aquello del juego metaliterario, pero la obra pronto va tomando su propia identidad y adquiere un tono metafórico que sirve para reflexionar sobre la carrera y vida de ambos autores, con un tono que homenajea claramente a los versos más reconocibles de Antonio Machado. Como en aquel «Caminante, no hay camino» la obra explora el pasado y el presente: un pasado que está escrito, sin que de nada sirva quedarnos anclados en él, y cómo el futuro se abre como un camino que irá escribiendo nuestra historia, y convirtiéndola en pasado, de manera que lo que debe preocuparnos es… el presente. Así ambos hermanos reflexionarán sobre sus vidas, sus errores, las circunstancias que les llevaron a hacer cosas que luego se verían mal, como cuando Manuel se quedó en España, o cuando Antonio tomó por esposa a una niña de 15 años. Todo ello, sin abandonar ese aura de obra de teatro clásico de la antigüedad que impera en todo momento.
En el tono de la obra, el dibujo en blanco y negro de Esquembre aporta mucho. Las grandes masas de negro, el uso de las sombras y los diseños de página con un uso del tempo muy planificado le dan ese toque de teatralidad buscado por el autor. El peso del negro convierte el relato en una obra más propia del expresionismo alemán en la que nos movemos continuamente sobre lo simbólico pero remarcando los eventos biográficos más relevantes. Refleja escenarios reales de las localidades con más peso en la vida de ambos. Eso sí, como sevillano, no puedo pasar por alto un error en la representación de la Torre del Oro en el lado incorrecto del río respecto al puente de Triana. Sí, llamadme tiquismiquis. XD
La obra cuenta además con un prólogo del periodista Víctor Fernández, gran conocedor de la obra de los hermanos Machado y que explica algunos detalles muy importantes para poder comprender mejor el trabajo de Esquembre si no se está familiarizado con la historia de los dos hermanos.
En definitiva, Los hermanos Machado es una novela gráfica que permite hacer justicia con dos figuras muy relevantes de nuestra cultura. Gusten más o menos este tipo de obras, interesen más o menos, considero muy meritorio por parte de editoriales como Planeta Cómic que se sigan realizando apuestas por mantener en la memoria a aquellos que cimentaron nuestra historia a nivel cultural. Un trabajo interesante en el aspecto de la narrativa, con un planteamiento transgresor y arriesgado, que invita a conocer más de los Machado, para comprender mejor algunas escenas.
Lo mejor: Lo valiente de su propuesta de no realizar una biografía «al uso».
Lo peor: Probablemente sea una obra que, por contenido, cuente con menos repercusión de la que merece.