Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Antonio Machado. Los días azules. De Cecília Hill y Josep Salvia.

Antonio Machado. Los días azules. De Cecília Hill y Josep Salvia.
Guion
Cecília Hill.
Dibujo
Josep Salvia.
Formato
24 x 17 centímetros · 128 páginas. Tapa dura. Color.
Precio
17,95 euros.
Editorial
Diábolo Ediciones.. 2019.

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar:
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…»
golpe a golpe, verso a verso…

Saludos, queridos lectores. La reseña de hoy nos va a salir algo tristona y melancólica, me temo. Los días azules trata sobre los últimos años de Antonio Machado, principalmente de sus últimos meses de vida.

Al final de la Guerra Civil hubo un montón de gente que huyó al extranjero para salvar la vida. Quién más, quién menos sabe que Antonio Machado estaba entre ellos. Pero menos gente sabe que no lo hizo solo, sino con su madre, uno de sus hermanos y la esposa de éste. A diferencia de la mayoría de españoles, que terminaron en campos de internamiento, los Machado tuvieron la suerte de llegar a un pueblecito llamado Collioure. Pero Antonio (permitidme que lo tutee) era ya un hombre roto y enfermo.

Esta es la historia que Cecilia Hill y Josep Salvia nos van a contar.

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…»
golpe a golpe, verso a verso…

El guión se centra principalmente en el viaje a Francia y  los meses allí. Pero empieza antes, con escenas donde vemos a un Machado físicamente cansado… y herido en el alma.

Esa viñeta donde lo vemos escuchar a su hermano Manuel apoyando a Franco…¿Cómo no recordar aquellos versos, convertidos ahora en premonitorios?

La historia se tranquiliza y vuelve más costumbrista cuando llegamos a ese pueblo anónimo de la costa francesa. Con pocas viñetas, unas simples pinceladas, podemos ver la vida diaria de nuestro protagonista. Una historia corta y que leemos conociendo su desenlace.

Y, aún así, la leemos con agrado. Sin caer en política, la autora nos muestra a personas, seres humanos. No veremos aquí a un poeta que nos mira con superioridad moral. Veremos a un hombre que piensa en su familia, en sus sobrinas, que recuerda la felicidad al lado de una esposa que ya no está.

Veremos a un hombre. A uno de nosotros.

Seremos compañeros invisibles de Antonio y su hermano José. Una vez que con ellos dejemos España, España no aparece más. Ahora estamos en Francia, y este pueblo es todo lo que tenemos y vemos. Me ha parecido una forma muy interesante de centrar la atención del lector en lo importante, sin distraernos con un plano más general del mundo.

Quisiera hacer mención especial a una viñeta. Basada en el hecho real. Una madre enferma pregunta, mientras viaja en dirección contraria: ¿Falta mucho para Sevilla?

Si no tienes que parar la lectura y secarte una lágrima, no tienes alma.

Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…»
golpe a golpe, verso a verso.

El dibujo nos recuerda a un litro de ilustraciones. Tranquilo, relajado, lleno de metáforas  y elementos de narrativa visual, onírico a veces. Pero siempre con un trazo claro y limpio, que me recuerda a la linea clara valenciana.

Al igual que con el guión, podemos observar dos fases. Durante el viaje y lo relativo a los años anteriores de la guerra, el dibujo es más libre, más poético y lleno de experimentación. Pero al llegar a Colliure adapta un estilo más clásico, más costumbrista. No dudo de que en ambos casos es algo buscado. Y la verdad es que queda muy bien. Nos lleva desde un caos a algo más conocido y donde ponemos sentirnos tranquilos y confortables. Que es cómo debían sentirse los Machado.

Algo que me extrañaba era por qué el dibujante habría escogido mostrarnos a un Antonio Machado alejado de su aspecto real. Pienso que es porque ese Antonio es un exiliado. Uno más entre ellos. con los rasgos genéricos que cualquiera de ellos tendría.

Y dejadme que haga, queridos lectores, una mención especial a las páginas finales. A esa forma elegante de mostrarnos esos últimos versos y esa última carta recibida…

Posiblemente hayáis notado que  una vez he escrito Collioure y otra Colliure. La primera es el nombre en francés y la segunda en castellano. Por  si os interesa, en catalán este pueblo se llama Cotlliure.

La edición de diábolo incluye 2 artículos a modo de prólogo. Incluye tambaién una breve cronología de la vida de Machado, de Don Antonio. Hemos de comentar que en las últimas entradas se ha colado un gazapo, Antonio Machado muere un 22 de febrero, no de enero. Doy por supuesto que el corrector automático de la imprenta ha vuelto a hacer de las suyas y que en la siguiente edición estará corregido :-).

Y le dedico un párrafo propio a la sección de apuntes históricos, donde se comentan algunas de las viñetas que hemos visto en esta lectura. Muy interesante y escrita en un tono relajado, lejos del tono académico que en otras obras tiene esta sección.

Cierran el tomo una bibliografía y dos cortos textos sobre los autores, con sus retratos.

Y no puedo terminar esta humilde reseña sin citar al propio Machado:

Cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

¿Por qué leer Antonio Machado. Los días azules?

Una historia bien contada y centrada en  el poeta y su familia. Un dibujo cuidado y que contribuye a contarnos la historia.

¿Por qué no leer Antonio Machado. Los días azules?

Es una historia real y muy triste.