Saludos, queridos lectores. Espero que vengáis con hambre. Sentaos conmigo a la mesa, que hay comida y bebida de sobra. Tanta comida teníamos que pude sobornar al resto de los Torteros con chorizos y carne de jabalí para que me dejasen reseñar un libro de esos que no son tebeos. Hoy tocan Los Banquetes de Astérix.

Me acerqué a este libro con algo de cuidado y recelo. Por varias razones, por ejemplo:

-Me encanta Astérix.

-Me gusta cocinar.

-Me interesa la historia.

-Pero claro, eso que se ve en la portada son patatas…

Estamos ante un recetario algo tematizado con el sabor de la aldea gala. Es un libro curioso, obra de Thibaud Villanova. Por un lado parece un recetario para gente que ya sabe cocinar, y por otro  no.

¿Y eso cómo se come? Ey, ingenioso chiste. Parezco Goscinny. Veamos porqué digo esto. Una receta cualquiera viene con su texto y una foto a página completa, a veces a doble página. 29 por 21 centímetros son mucho espacio para una foto. Pero son todas fotos de la receta ya terminada, no de un paso a paso. Esto parece indicar la confianza en la capacidad del cocinero para seguir las instrucciones.

Pero después de cada sección del libro (están ordenadas por zonas geográficas: La aldea, los pueblos vecinos, Roma…) viene una receta básica o un glosario de términos comunes y necesarios para cualquiera que se ponga a cocinar. Lo típico que aprendes las primeras veces que te pones un delantal y empiezas a pelearte con los fogones (o con las hogueras galas).

Esto hace que no me quede claro a que público recomendarle esta obra. Quizás para alguien con poca experiencia y confianza no sea la más adecuada, pero tampoco es que estemos ante recetas de esas que nos exigen un equipo de trece personas para preparar el más delicado de los alimentos.

La mayoría de recetas tienen un dibujo relacionado con los álbumes de Astérix, pero sin viñetas de los tebeos. Tiene un aspecto visual que nos recuerda a la serie original, pero que nos deja con ganas de más. Como un primer plato de sopa sin el segundo de carne.

A nivel de lectura, lo leemos con calma. Receta a receta, según lo que nos pida el cuerpo ese día. ¿Y a nivel de uso? Pues  no estamos ante un  libro de trabajo, la verdad. El papel (mate y suave de tocar, por cierto) está pidiendo a gritos mancharse con la  grasa y las salpicaduras de aceite.

Estamos ante una obra de lectura y consulta, no un libro para tener al lado de los fogones mientras seguimos la receta.

A nivel de extras, la edición de Hachette incluye ocho páginas de dibujos en blanco y negro de vegetales. Solamente el  dibujo junto con el nombre de la hierba, pero le da el sabor de aquellos viejos libros de cocina con los que muchos empezamos a descubrir los secretos del arte de cocinar. El Herbario de Panorámix es el nombre de esta sección.

Tenemos también dos índices. Al principio, el dedicado a las recetas. Y el final del libro, el siempre útil índice de ingredientes.

La traducción la ha realizado, seguramente entre picoteos, Antonio Aguilella.

Y ahora, queridos lectores, me voy a preparar unas manzanas asadas con fresa, tal y como las prepara Abraracúrcix.

¿Por qué leer Los Banquetes de Astérix?

Eres coleccionista de los galos. Te llamaban siempre la atención aquellas recetas que leías en sus tebeos. Buscas inspiración culinaria.

¿Por qué no leer Los Banquetes de Astérix?

Podría ser mucho más práctico (tanto para adultos como para jóvenes) con fotos mostrando el paso a paso de las recetas.