La segunda propuesta de Dolmen para su nueva Línea Escénica, de la que ya hablamos en la reseña de Las malditas, es Loquios. Neus Nadal escribe esta adaptación de su propia obra Loquis, contando con el dibujo de Tomeu Pinya, y nos muestra esta visión de la maternidad, las expectativas de la propia sociedad, y el dolor asociado al proceso del parto y el embarazo. Una obra con continuos contrastes entre alegría y tristeza y que muestra dos historias muy diferentes que evolucionan de manera paralela.

La historia cuenta los embarazos de dos mujeres muy diferentes: Amanda y Laura. Amanda es una chica que se queda embarazada por accidente, y que no quiere ser madre. Lo había hablado con su pareja y ambos estaban de acuerdo, pero cuando se queda embarazada, todo su entorno se pone de acuerdo para hacerle ver lo equivocada que está queriendo interrumpir su embarazo. Laura es el caso opuesto, está buscando quedarse embarazada y desea ser madre con todo su ser, pero cada vez que lo consigue, acaba abortando y no consigue su objetivo. Su entorno igualmente influye sobre ella, menosprecia su dolor y da consejos sin reparar en lo que ella siente, de una manera casi mecánica.

Me ha parecido una reflexión muy interesante acerca de la maternidad, y de cómo es algo que está tan arraigado a la sociedad que no pensamos en las personas. Es válido no querer ser madre, es válido sufrir por un aborto y querer perpetuar un poquito ese duelo, sin tener la obligación de olvidarlo todo y ponerse otra vez a intentarlo. Pero, sobre todo, debería ser válido escuchar a las personas, reparar en lo que decimos y cómo lo decimos y no dar nada por supuesto. Y esta obra no habla sobre esto… lo muestra.

El dibujo de Tomeu Pinya es llamativo, porque tiene un estilo cercano al cartoon, e inicialmente puede parecer que va a encajar poco con el tono de la obra, pero finalmente está muy a la altura y, a pesar de ese punto tan desenfadado, consigue mostrar muy bien el sufrimiento de las protagonistas y el desgaste acumulado con cada nueva decisión, noticia, o comentario que van sufriendo. Compensa bien las páginas en las que hay más aire, con viñetas sin borde ni fondo, con composiciones interesantes y una lectura muy bien dirigida por la propia rotulación. También hay algunas rejillas de página bien pensadas y con un estilo más innovador que funcionan para transmitir la sensación de opresión de Laura y Amanda. El mero hecho de conseguir ilustrar una obra apoyada en diálogos, sin que la termines con la sensación de haber visto una historia de «gente hablando todo el rato» se puede considerar todo un mérito para un dibujante.

La obra concluye, al igual que Las malditas, con un comentario de la propia autora del libreto original expresando su intencionalidad original y lo que ha intentado contar. Un texto, tal vez, algo excesivo que puede sorprender a algunos lectores por su tono algo agresivo y reivindicativo. En mi caso particular, como sufridor de un aborto en la última fase del embarazo me he sentido muy identificado con el personaje de Laura, al haber pasado también por esa fase en que la familia y seres queridos, con su mejor intención, menosprecia el dolor que puedas sentir e intenta que pases de página rápido, o todo lo contrario, critica si intentas pasar página y no anclarte en el dolor. Pero por otro lado, como sanitario, no he podido identificarme con esa generalización en el epílogo de lo que hoy en día se denomina violencia obstétrica, y para lo que no puedo estar en sintonía con cómo lo expresa. Ojo, no me molesta lo más mínimo el retrato de la ginecóloga de la obra porque, por desgracia, conozco a compañeros así, pero sí las generalizaciones que se hacen al final de la obra… porque me parecen injustas.

En definitiva, Loquios es una obra necesaria, que muestra una realidad a la que no se presta suficiente atención como es la propia libertad y el sentir de una mujer ante la maternidad, sobre la que las inercias sociales a veces puede llegar a adquirir un peso excesivo. Se denomina «loquios» a los restos de la placenta y sangre que se expulsan después del parto, y precisamente esta obra gira en torno a deshacerse de todo aquello que va asociado al parto y al embarazo como necesidad vital.

Lo mejor: Aborda un tema muy necesario. Conseguir pasar a cómic una obra de teatro principalmente dialogada, sin que suponga un problema.

Lo peor: Que seguro que, por los motivos que se evidencian en la obra, hay quien no entiende el punto de vista de reivindicación de las propias libertades.